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Carrodilla Cabestre: «Soy consciente de que esto es únicamente el principio»

Carrodilla Cabestre está cursando el grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Seu d’Urgell. Pero tiene claro que su lugar está en el medio rural, concretamente en el sosiego y la libertad que le aportan las montañas

Carrodilla Cabestre en el Campeonato el Mundo Juvenil
Carrodilla Cabestre en el Campeonato del Mundo Juvenil. FOTO: FEDME.
Cristina Lanau Carpi Lanau Carpi
14 octubre 2022

Su gran pasión la ha estado acompañando desde siempre: correr. La estadillana Carrodilla Cabestre, con apenas dieciocho años, ha conseguido finalizar el Campeonato del Mundo juvenil con tres medallas. Logro que la ha hecho posicionarse como una de las mejores del mundo al conseguir la plata en Sky, el oro en el Kilómetro Vertical y la plata en el título combinado. Además, es deportista del Grupo de Tecnificación de Aragón de Carreras por Montaña (GTACAM) y miembro de Montañeros de Aragón Barbastro.

¿De dónde surge este amor hacia esta disciplina deportiva?

Hablamos de “amor al correr”, y no puedo decir el momento concreto en el que surge porque es algo que me ha acompañado desde que tengo uso de razón. Lo que sí sé concretamente es que surge en mi casa de la mano de mis padres, corredores de toda la vida, y de mi hermano, que también corre desde siempre. Desde muy pequeños, fuimos cada domingo a los crosses de los pueblos de la zona, y sí que es cierto que más adelante comenzamos a practicar atletismo mismamente.

¿Y hacia las carreras de montaña?

Algo similar, pero más reciente. Con mis padres como referencia igualmente, y también con el ejemplo de mi hermano, vi un mundo que estaba surgiendo y que me llamaba mucho la atención: correr y la montaña (otra de mis pasiones desde muy pequeña). En un principio lo veía como algo para bastante más adelante, pero al final el paso de la pista al monte se adelantó.

¿Qué le motivó a ese cambio?

Me rondaba la cabeza y, durante el confinamiento, esta idea se intensificó. Me di cuenta de que, cuando nos “soltaran”, yo no quería ir a correr en una pista de atletismo, sino irme a correr al monte. Tras el verano de 2020, me puse en contacto con Olmo, mi entrenador desde entonces, y empecé en esto.

Ha nacido y crecido en Estadilla, ¿entrenaba también allí?

Aunque ahora vivo en la Seu d’Urgell, hasta hace muy poco Estadilla ha sido mi principal lugar de entreno. Es una suerte salir de casa y encontrarme corriendo por la Sierra de la Carrodilla. También han sido lugares de entreno los Pirineos siempre que he podido y de vez en cuando zonas como Arguis.

¿Considera que vivir en un núcleo rural supone algún tipo de desventaja?

Sí que creo que tenemos desventajas por vivir en la España rural: servicios a veces escasos, algunos que con el tiempo desaparecen, problemas con las comunicaciones, etc. Sin embargo, no cambiaría por nada el vivir en un núcleo rural. Considero que esto me ha hecho ser la persona que soy hoy, con unos valores de respeto y amor a la tierra, a la gente, a la cultura de siempre… Me ha aportado también la riqueza de una lengua como es el baixo-ribagorzano que hablamos en Estadilla.

¿Cómo fueron sus inicios hasta que empezó a competir con la Federación Aragonesa de Montañismo?

Comencé a entrenar centrada en carreras por montaña, aprendiendo poco a poco sobre este nuevo mundo de correr por el monte y conociéndome un poco más. Ya conocía el GTACAM, y me presenté las pruebas de acceso de febrero de 2021. Fueron muy bien, me cogieron y en abril fue mi primera competición con el grupo (y a la vez mi primera carrera por montaña) en la Peñón Extreme, la primera prueba de la Copa de España de Carreras por Montaña de ese año. Fue un debut que nunca habría imaginado, y a partir de allí las cosas no han parado de mejorar.

¿Cómo recuerda el momento en el que le comunican que está dentro de la Selección Nacional?

Estaba en mi casa con mi familia en plena preparación de la EVAU y recibí un correo que me confirmaba lo que imaginaba desde que gané el Campeonato de España en abril, que era la convocatoria para el Mundial con la Selección española. Fue un momento muy especial. Estar con la Selección fue todo un orgullo y una experiencia brutal, tanto a nivel deportivo como a nivel humano, porque el equipo con el que compartí el Mundial fue un grupo fantástico.

Compite en diferentes modalidades, tanto en las pruebas de kilómetro vertical como en línea, ¿podría explicar en qué se diferencian?

El kilómetro vertical es una prueba únicamente de subida en la que en muy pocos kilómetros de distancia (entre 3 y 5 normalmente) subimos unos 1000 metros de desnivel positivo, es una prueba corta y explosiva; las carreras en línea son las carreras normales por montaña, con sus subidas y bajadas, más largas…

Desde que comenzó a competir, su palmarés cada vez está más completo, ¿alguna vez le ha dado vértigo la velocidad con la que está creciendo?

No es que me de vértigo, pero a veces reflexiono sobre todo lo que me queda por delante y soy consciente de que esto es únicamente el principio. Esto me ayuda a relativizar y a tomarme las cosas con tranquilidad y con cabeza; sé que quiero ir poco a poco y aprendiendo. Mi entorno más cercano tiene esto muy claro también. No hay prisa.

Actualmente está cursando el grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Seu d’Urgell, ¿cómo compagina el estudio con los entrenos y competiciones?

Hasta ahora he podido compaginar sin problemas el ámbito académico y el deportivo gracias a la organización. La universidad es un nuevo reto, pero lo afronto con mucha ilusión porque estoy estudiando lo que me apasiona en un sitio espectacular como es la Seu. Además de la organización, creo que toda ayuda que podamos recibir los deportistas a la hora de compaginar estos dos aspectos es bienvenida.

Lleva poco tiempo en la Seu d’Urgell, pero, ¿echa de menos su pueblo?

Estoy muy a gusto en la Seu, pero Estadilla es un sitio muy especial, es mi casa, y eso siempre se echa de menos. Hay más de dos horas de viaje y no voy a poder bajar mucho, así que toca adaptarse y aprovechar al máximo el tiempo que pase allí cuando baje.

En un futuro, ¿se imagina viviendo en Estadilla?

No sé si concretamente en Estadilla, porque la montaña “me tira” mucho y me gustaría vivir más cerca de ella. Pero sí que me imagino viviendo en un pueblo, por supuesto. Tuve una época en la que quería vivir en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, pero eso ya pasó y ahora mismo valoro mucho más los pueblos y el monte. Creo que esto viene en parte gracias al haber empezado en este mundo de las carreras por montaña. Antes miraba más hacia fuera, hacia sitios grandes. Pero ahora aprecio mucho más lo que tengo en casa, el monte, la tranquilidad y esos valores que comentaba anteriormente.

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