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Manolo Garrido Al levantar la vista
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Navidad con Cáritas

Manolo Garrido Al levantar la vista
18 diciembre 2023

Este martes 12 pude participar en un desayuno informativo con el cardenal Omella, junto a numerosos invitados, habituales en este tipo de eventos mañaneros. Cuentan con patrocinios de empresas y los mensajes emitidos a esa hora primera del día pueden conformar la actualidad informativa.

Conté unas ocho cámaras de televisión y la presencia de los medios especializados. Entre otros invitados, estaba Manuel Bretón, presidente de Cáritas, cuya presencia trae siempre –y más en estos días–- la necesidad del voluntariado, como la gran riqueza de la institución, con la acogida y apertura a los demás como grandes valores.

En estos días previos a la Navidad, con más consumo y gasto, quiero rendir homenaje a estas instituciones que están volcadas en la atención personalizada de los que sufren. Pienso que este recuerdo me viene muy bien entre tantas prisas e intereses personales. Es una muy buena noticia comprobar cómo crece cada año ese trabajo de la Iglesia y cuya Memoria de actividades va ser presentada el próximo 19 en Madrid. De nuevo asistiremos a una atractiva presentación que tiene cada vez más en cuenta los testimonios personales y las cifras, sin teorías y reflejando tras los números y porcentajes un alma que impulsa.

Cáritas tiene la friolera 72.447 personas voluntarias. Dos de cada tres son mujeres y la mitad tienen entre 45 y 64 años. Cáritas explica que la fuerte opción evangélica de la mayoría de las personas voluntarias explica su larga trayectoria dentro de la organización, ya que uno de cada dos lleva más de seis años. Da gusto comprobar como esa raíz creyente da juego y potencia una bondad natural y una sensibilidad presente en tantísimas personas. Lo sabemos pero creo que conviene resaltarlo y agradecerlo: hay mucha gente buena.

No quiero acostumbrarme o pasar por alto la importancia positiva de este voluntariado, porque dice mucho de la generosidad y preocupación social por el que sufre, y que se hará patente en las próximas semanas festivas. De una u otra manera muchos podremos participar sin cámaras en la organización de iniciativas que ayuden a los más necesitados.

El cardenal Omella clamó esta mañana contra la pobreza y en favor de la convivencia social, llamando a la unidad y a construir puentes y no muros. Y es que pienso que hace mucha falta insistir en esa unidad a partir de lo que hace cada uno.

Entre sus recuerdos durante los años de su presidencia, el cardenal se refirió al Congreso de Laicos celebrado en 2020. Pude asistir y realmente fue un paso muy importante para la toma de conciencia de esta responsabilidad personal, con la enorme eficacia que tiene ejercer la capacidad de iniciativa que cada uno tiene.

Me quedo con unas palabras de José Luis Graus, responsable del Voluntariado de Cáritas Española: “Estar cerca, acompañar, cuidar, son señas de identidad de nuestro voluntariado. No se trata solo de hacer, sino también de estar, de escuchar. Lo propio del voluntariado es la ‘projimidad’, el vínculo que se va fraguando en la escucha, en el acompañamiento en tramos del camino en los que las personas en situación de exclusión precisan de esa compañía”.

Pienso que considerar estos mensajes y procurar ponerlos en práctica resulta muy útil como aportación personal para mejorar las cosas, y evitar quejas. Sólo me queda desear a los lectores una Navidad pendientes de lo Esencial y de los demás. Por mi parte, sigo luchando y recibiendo la fuerza y el cariño de tantos, que agradezco infinito.

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