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La UD Barbastro necesita mínimo 800 socios para continuar el proyecto en Segunda RFEF

La junta directiva recalcó su decisión de concluir su ciclo de tres años

Rafa Torres, presidente de la UD Barbastro, durante su despedida. Fotografía: Jorge Mazón García
Jorge Mazón García Mazón García
10 mayo 2024

La UD Barbastro celebró una asamblea general ordinaria el pasado martes en el Museo Diocesano de Barbastro, en la que se abordaron diversos aspectos relacionados con la actualidad del club. Encabezada por una mesa directiva compuesta por Xavi Gómez como secretario, Rafael Torres como presidente, Isaac Álvarez como tesorero y Pablo Bravo como vicepresidente, la reunión sirvió como espacio para revisar tanto el desempeño deportivo y económico de la temporada 23-24, como para confirmar la decisión de la junta directiva actual de finalizar su ciclo al término de la temporada.

«Ante la decisión de dar por terminado el ciclo, no es la división sino la finalización de un ciclo que se anunció al inicio del proyecto», expresó Torres, presidente del club, enfatizando que esta determinación fue el resultado de una reflexión profunda y un consenso entre los directivos. Esta decisión, según señaló Torres, se dio a conocer una vez que el primer equipo aseguró su permanencia en la categoría, con el fin de no distraer la atención del objetivo principal.

Ámbito deportivo

En el transcurso de la asamblea, se realizó un detallado análisis de la temporada, comenzando por el desempeño de las categorías inferiores y el equipo filial. Se destacó el compromiso y la implicación de la junta directiva del fútbol base en el desarrollo del fútbol formativo, que cuenta con una estructura compuesta por 20 equipos y 350 jugadores. En cuanto al equipo filial, se resaltó su participación en el playoff con el objetivo de lograr el ascenso, tras integrar a 14 jugadores juveniles en su plantilla a lo largo de la temporada.

Respecto al primer equipo, Torres reconoció la exigencia de la Segunda RFEF y el esfuerzo necesario para adaptarse a esta nueva realidad. A pesar de ello, manifestó su satisfacción por haber alcanzado los objetivos establecidos al principio de la temporada, que consistían en superar una eliminatoria en la Copa del Rey y asegurar la permanencia en la categoría.

Ámbito económico

En el ámbito económico, el tesorero Isaac Álvarez informó que, hasta la fecha, se ha generado un superávit importante gracias a las tres eliminatorias disputadas en la Copa del Rey. Se espera que este saldo se traduzca en un fondo de 147.000 euros para la próxima junta directiva. Además, destacó el crecimiento presupuestario del club en las últimas tres temporadas, pasando de 683 mil euros a un millón de euros.

En cuanto a la situación de la plantilla, se señaló que los jugadores finalizaron sus contratos laborales con el club el domingo, aunque mantienen su compromiso federativo hasta el 30 de junio. Asimismo, se confirmó que la actual junta directiva cesará sus actividades al concluir la temporada, abriendo así el período para la formación de una nueva junta, cuya composición se evaluará en la próxima asamblea general del 4 de junio.

Adiós de la junta directiva

Rafael Torres subrayó la importancia de cerrar un ciclo en el momento adecuado para preservar la credibilidad, destacando la necesidad de introducir cambios cuando sea necesario para garantizar su continuidad y crecimiento. Asimismo, expresó su deseo de tomarse un tiempo para descansar y reflexionar sobre su involucramiento futuro en el club. «Personalmente, necesito respirar, liberar la cabeza. Es cuestión de salud. ¿Es el momento correcto? No lo sé, pero es mi momento», valoró.

En relación al futuro del club, Pablo Bravo hizo hincapié en la importancia de mantener un equilibrio entre la masa social, los patrocinadores y las instituciones para garantizar la viabilidad del proyecto. En este sentido, señaló que la gestión con 370 socios iniciales ha sido todo un desafío, y que se necesitaría un mínimo de 800 socios para sostener el proyecto en esta categoría. Respecto a la posibilidad de convertir al club en una Sociedad Anónima Deportiva (SAD), Bravo indicó que, con las cifras actuales, esta opción resulta inviable, dejando en manos de la masa social el futuro de la UD Barbastro.

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