Carta de los obispos de las Diócesis aragonesas con motivo del Día de la educación en la fe en el inicio de las catequesis.
Los obispos aragoneses son:
Ángel Pérez Pueyo OBISPO DE BARBASTRO-MONZÓN
Pedro Aguado Cuesta OBISPO DE HUESCA Y DE JACA
Vicente Rebollo Mozos OBISPO DE TARAZONA
Alfonso Belenguer Celma ADMINISTRADOR DE TERUEL Y ALBARRACÍN
Carlos Escribano Subías ARZOBISPO DE ZARAGOZA
La carta de los obispos ante el inicio de las catequesis
La catequesis y los procesos de iniciación cristina son eminentemente un encuentro. Encuentro con Dios que se revela en la Palabra y encuentro con la comunidad creyente, que a través del catequista, nos acoge y emprende con nosotros un camino de diálogo. Camino que desea suscitar, alimentar y fortalecer nuestra respuesta de fe.
De alguna manera, cada catequesis, es una actualización del diálogo de Jesús con la Samaritana. Jesús, en el pozo de Sicar, la va conduciendo dulcemente al agua viva (Jn 4, 5-42). En este sentido, nos dice el Directorio para la Catequesis “la catequesis eclesial es un «laboratorio» de diálogo auténtico, porque, en lo profundo de cada persona, se encuentra con la vitalidad y la complejidad, los deseos y las búsquedas, los límites y a veces incluso los errores de la sociedad y las culturas del mundo contemporáneo” (DC 54).
Agradecidos por tanto
La Iglesia que peregrina en Aragón, en este Día de la educación en la fe, quiere agradecer la tarea de todos aquellos que, en nombre de la comunidad, son testigos, maestros y acompañantes. Damos gracias a Dios por todas las familias, educadores en la fe, agentes de pastoral, profesores de religión y catequistas que con espíritu de servicio facilitan el diálogo y conducen a niños, jóvenes y adultos al pozo de donde brota la vida verdadera.
Un encuentro transformador
Las Delegaciones de Catequesis nos animan en este curso a hacer de la catequesis un lugar de ensayo, de diálogo, de encuentro. A través del lema “La catequesis, ‘laboratorio’ de diálogo para la misión” nos recuerdan eminentemente que la catequesis es lugar de inculturación de la fe al servicio de la misión.
Todo proceso de iniciación cristiana es un camino de apropiación de la fe de la Iglesia. La catequesis, a través del buen hacer de catequista, va presentando el contenido de la fe de manera que el destinatario lo va asumiendo y haciéndolo suyo. De esta manera, la catequesis es un laboratorio, donde se encuentran la historia personal del destinatario y la verdad revelada en Cristo.
Este encuentro es una experiencia que transforma y envía. La catequesis, facilitando el encuentro con Cristo, cambia la vida y nos pone en estado de misión. Cristianos que, viviendo la fe en comunidad, son fermento en la masa y constructores del Reino de Dios.
Siempre en salida
En este tiempo de Sínodo, el mismo Documento Final, recuerda la dimensión misionera de la catequesis al decir: “entre las prácticas formativas que pueden recibir un nuevo impulso de la sinodalidad, se debe prestar particular atención a la catequesis para que, además de declinarse en los itinerarios de la Iniciación, sea cada vez más “en salida” y hacia afuera. Las comunidades de discípulos misioneros sabrán practicarla en el signo de la misericordia y acercarla a la experiencia de cada uno, llevándola a las periferias existenciales” (DF 145).
Nosotros, los pastores de la Iglesia que peregrina en Aragón, queremos hacer nuestra esta invitación que nos hace el Sínodo y agradecer en este Día de la Educación en la fe, la labor de todos los agentes de pastoral, la de los padres y abuelos y, especialmente, la de los catequistas en la transmisión y educación en la fe.