Hace ya unos días que se encendió la alarma por la falta de hielo. La realidad es que algunos establecimientos que podían reponer cada 24 horas, hoy tienes sus estantes vacíos. El congelador de hielos de uno de los supermercados de Barbastro está vacío y, tal y como asegura una empleada, no llega mercancía desde ayer. La situación se repite en otro distinto, donde comentan con preocupación que ya no les queda nada.
En contraposición, el Festival Vino Somontano, que abre sus puertas esta noche, tiene garantizado todo el hielo que precisan. El presidente del Consejo Regulador, Francisco Berroy, afirma que su proveedor les advirtió de la posibilidad de que surgiesen problemas, pero que “se han solucionado”. “Como es un festival tan arraigado, han respetado lo que consumíamos todos los años. Nos lo han fabricado para que pueda llegar a tiempo”, afirma.
A medio camino se encuentran en una de las gasolineras de la Ciudad del Vero. Pese a que de momento sí que tienen, uno de sus dependientes destaca que “se escuchan campanadas de que se va a poner complicado”.
El porqué de esta problemática se sustenta en el encarecimiento de los costes de producción y distribución del hielo: agua, gasolina o plásticos. Además, la ola de calor y el reciente alarmismo por la escasez ha hecho que la demanda aumente. El elevado precio de la electricidad supuso que muchas empresas tuvieran que parar su producción los meses previos al verano, momento decisivo para que no se acumule en el periodo estival.