La barbastrense Blanca Lacau, responsable de producción en industria alimentaria, participa en un Programa de Desarrollo de Directivas para mujeres de alto potencial de la Escuela de Organización Industrial. La primera escuela de negocios de España y vinculada a la Universidad Complutense y el Ministerio de Industria. Ella realiza el curso en Zaragoza. Además de los módulos formativos se les exige un proyecto social. Ellas han escogido ayudar a la ONG Believe in Art. Para ello confían en lograr 10.000 euros para humanizar, a través de la pintura, el área materno infantil del hospital Lozano Blesa de Zaragoza.

Buscan patrocinadores para pintar la zona de paritorios de un hospital de la capital aragonesa. 

Zaragoza cuenta con muchas empresas, pensamos que resultaría más sencillo conseguir el dinero si el proyecto tenía lugar en esta ciudad. Me doy cuenta de que proponer esta actuación aquí en Barbastro pierde el interés territorial, pero ¡quién sabe! También puede interesar. Hay diferentes maneras de colaborar. Se han diseñado tres formas de colaboración, con tres cuantías y todas ellas quedarán reflejadas en el proyecto. 

Cuando hablamos de responsabilidad social de la empresa, ¿de qué hablamos? 

Se trata de las acciones que la empresa realiza de cara al exterior, de cara a la sociedad con la que se vincula. Empresas que no sólo se preocupan de lo mercantil. Observo que se lleva a cabo de muchas maneras y más en entornos pequeños como el nuestro. Si a una empresa le piden colaboración para una rifa, para las fiestas del barrio, la Carrera de la Mujer, el club deportivo… seguro que nos vienen a la mente nombres de Barbastro y del nuestra comarca o de Monzón que colaboran con patrocinios o en momentos puntuales. Sin duda, una gran cantidad de empresas practican la responsabilidad social sin ser conscientes. Tendrían que incluir un apartado en su página web para contarlo. 

Igual el empresario no le da valor porque lo ha hecho toda la vida…

Y también puede pensar que aplicar bien la responsabilidad social implica contratar a alguien. O que es algo costoso, difícil. Y no. Vemos con facilidad cómo muchos comercios y empresas de Barbastro ya lo vienen haciendo, cada uno dentro de sus posibilidades. En nuestra comarca, las empresas lo vienen realizando, ocurre que no le ponen nombre y ahora sí, le han puesto nombre y es un tema de actualidad.

¿Por qué se han decantado por este proyecto de decorar los paritorios?

Se nos ocurrieron un montón de ideas estupendas, pero había que ser realista. Medir bien nuestras fuerzas porque este es un curso para mujeres que, por edad, llevamos a cuestas otras responsabilidades. Así que optamos por apoyarnos en Believe in Art, una ONG que se dedica a pintar las zonas de materno infantil y cuenta con reconocidos artistas aragoneses. Además, a la oenegé también le ayudamos a ganar visibilidad con esta campaña. Nos beneficiamos todos. Por supuesto, también las futuras madres y niños del hospital.

Este programa se dirige en exclusiva a mujeres.

El curso lo formamos 22 alumnas. Todas con un bagaje laboral detrás, la gran mayoría de ellas con puestos ejecutivos. No hablamos en absoluto de una formación para recién licenciadas. Se trata de un programa de formación de directivos destinado a mujeres de alto potencial. Y los motivos hay que buscarlos en las cifras. La estadística ofrece unos números aplastantes. Las mujeres somos mayoritarias en la universidad, en unas carreras más que en otras, pero en general somos mayoría y con rendimiento excelente. Pero, cuando llegamos al mercado de trabajo, a las organizaciones empresariales, a la hora del acceso a los puestos de mando hemos desaparecido. Eso dicen los números. 

Ustedes estudian habilidades directivas. 

Existe una amplia gama de técnicas, se aprenden y luego cada uno aplica la que mejor se le adapte. Alguno puede pensar que un curso de directiva en un mercado como el de Huesca… En Huesca hay campo. Sin duda. Ser zona rural no implica no gestionar las empresas de manera eficiente. Y la propia inercia del mercado, cada vez más complejo y exigente, conducirá a las empresas a una gestión más profesional. También a las empresas familiares.

Hablando de mujeres, ¿qué es el síndrome del impostor?

Un síndrome que afecta mucho más a mujeres que a hombres. Una vez alcanzado un escalafón alto dentro de una organización empresarial las mujeres tienen más probabilidades de sentir miedo. Se preguntan si lo merecen, creen que tienen que demostrar su valía. Esa presión apenas acompaña a los hombres. Ellos ascienden y no lo cuestionan porque están convencidos de merecerlo.