La tradición literaria de Barbastro se completó este año con la celebración del primer Festival de Literatura Barbitania. Un total de 24 escritoras y escritores de gran reconocimiento han hecho que la literatura se respire mediante encuentros y mesas redondas. 

El vínculo ha sido la ‘llave maestra’ de las conversaciones literarias entre los escritores. Sobre él se han tejido diálogos. ¿Cuál es el vínculo entre las palabras que gobernaban las mesas (feminismo, palabra, viaje, infancia, poder o familia, entre otras) y la propia literatura? ‘El Cruzado Aragonés’ plantea esta pregunta a varios de los escritores que pisaron la ciudad a lo largo del fin de semana pasado.

Monika Zgustova

Del vínculo ‘palabra’, la escritora checoslovaca escogió la memoria: «Es imposible escribir una buena novela sin hablar de lo que es la memoria. Es algo muy frágil pero que intentamos cultivar. Algunos quieren romper la pared con la cabeza y luchar por la memoria, otros tenemos la experiencia de que la memoria exacta es irrecuperable. La literatura, generalmente, es más inteligente que el escritor. Intentamos buscar en nuestro subconsciente esa memoria que hemos perdido en la vida real».

Berna González Harbour

El ‘feminismo’ como vínculo entre la literatura y los lectores «era un tabú». «Debemos de ser conscientes de cuántas firmas masculinas hay y equilibrarlo con las femeninas. En la historia siempre ha habido mucho más peso de los hombres. Ahora hay una consciencia de que el talento debe ser una paridad y un equilibrio entre hombres y mujeres. En las novelas se hace plasmando la realidad a través de los ojos de las mujeres», indica la periodista y escritora. 

Antón Castro

La gratitud hacia la familia expresada a través de la literatura igual es una de las formas más bonitas de hacerlo. Castro moderó la charla sobre el vínculo de la ‘familia’ junto a Manuel Vilas, Laura Fernández y Héctor Abad. «Yo tengo un vínculo muy importante con mi obra, las voces de la familia impregnan la propia escritura. La familia te marca de manera misteriosa, indeleble y poética. Te da carta de naturaleza y una identidad especial», reflexiona el periodista gallego. 

Olga Merino

El vínculo del ‘poder’ con la literatura lo sabe bien Olga Merino gracias a su corresponsalía en el este de Europa, donde presenció el derrumbe de la Unión Soviética: «Las tiranías tienen temor a los literatos. En mi caso, como autora de ‘Cinco inviernos’ donde narro mis años en Rusia, conozco un poco esa realidad. Comentaba en la mesa lo que hizo Stalin con ellos, acabaron fusilados o en campos de concentración y de trabajo. Empezamos a contar y no acabamos».  

Sergio del Molino

«La literatura siempre ha sido viajera, desde el principio». Así relaciona el escritor la literatura con los viajes: «La inmensa mayoría de la narrativa incluye viajes. Está en los relatos míticos, en todas partes. No se entiende la literatura sin el viaje. Llevamos hablando de viaje 30 siglos y vamos a pasar otros 30 siglos hablando de viajes y dándole vueltas. El vínculo es íntimo y parece que no podemos hacer un viaje sin escribir sobre él. Y no podemos viajar sin haber leído antes sobre los viajes». 

Laura Fernández

El hecho de utilizar palabras, vínculos, «con los que al fin y al cabo trabajamos con ello, sugieren muchas cosas a los escritores. Entras en un escritor por una puerta trasera por la que no habías entrado». La de la infancia «hace pensar, es algo que todos tenemos y en lo que no piensas a menudo». El vínculo entre la infancia y la literatura es «total» para esta escritora. La infancia es «cuando te conviertes en escritora porque hay algo que no te gusta y lo quieres cambiar, por lo menos en mi caso fue así».