Superados ya los primeros siete partidos de la segunda vuelta, el Sommos UD Barbastro ha registrado un balance ligeramente negativo con respecto a la primera vuelta de la liga. En septiembre y octubre se sumaron nueve puntos, mientras que ahora, en la misma suma de partidos, el equipo ha cosechado ocho.

Aunque el «efecto Josete» cambió el pulso a los rojiblancos, el Barbastro sigue sembrando dudas a día de hoy y la salvación no está asegurada. El arranque de la segunda vuelta, por ahora, ha sido peor que la primera porque se han dado resultados prácticamente idénticos.

Las piedras con las que se ha tropezado en las dos ocasiones han sido Robres, Deportivo Aragón y Cariñena. Ese es el trío de equipos a los que al Barbastro le ha resultado imposible meterles mano. Perdió contra el Robres en la idea (1-2) y en la vuelta (1-0). Con el Deportivo Aragón, más de lo mismo: 3-1 y 0-1. La última en Cariñena, el pasado domingo: 1-0. En encuentro de ida terminó 0-2 en El Municipal.

La otra cara de la moneda aparece con Illueca y Calamocha, dos equipos ante los que se han sumado cuatro victorias. La de Jumaya, en Calamocha, ratificada el pasado viernes por el Tribunal de Arbitraje Deportivo, organismo que dio la razón al Barbastro tras la denuncia de los calamochinos por supuesta alineación indebida de Marc Gulias.

En busca de una reacción en el derbi

El cambio de rumbo pasa por el derbi ante el Atlético Monzón de este domingo (16’00 horas). De ganar, el Barbastro sí que mejoraría los registros de la primera vuelta, pues en el Isidro Calderón perdió 2-0.