Adrián Beroz lleva varios años al frente de la Asociación de Empresarios del Polígono Valle del Cinca, que agrupa a unas 70 empresas. Desde esta posición, trabajan para que los servicios centralizados funcionen como deben, a la vez que apoyan las posibles iniciativas que puedan surgir y las inquietudes de sus asociados. 

Así, Beroz resume las dos principales vías de trabajo de las que se ocupa la asociación. Por un lado, la atención al asociado, «ir de su mano para ayudarle a resolver sus problemas», indica. En este sentido, el colectivo empresarial puede actuar como intermediario para la gestión de una parcela, o ante el Ayuntamiento de Barbastro, para resolver algún trámite burocrático. «Funcionamos como una pequeña parte del Área de Desarrollo», explica. Y puede presumir de gestiones exitosas, como fue el traslado de empresas como Letra Corpórea hasta el polígono industrial.

La otra gran pata que ocupa a la asociación se llama Centro Empresarial Valle del Cinca. Desde ahí, gestionan cuatro naves nido, de unos 300 metros cuadrados. Naves que ofrecen para que puedan comenzar a funcionar las empresas. «Quizás no generen un gran impacto económico, pero sí social», defiende Adrián Beroz. Y es que el hecho de poner a disposición de nuevas empresas un lugar en donde comenzar su actividad supone para ellas una gran ayuda. Además, y esta es una lucha en marcha, «intentamos que se pueda subvencionar el alquiler de estas naves, en un 50 por ciento el primer año y con bonificaciones de hasta el 25 por ciento en las siguientes».

El éxito de este proyecto se palpa en el hecho de que no cuesta nada que se encuentren casi permanentemente ocupadas. «Una empresa que llevaba seis años se acaba de mudar a sus propias instalaciones. Una semana nos ha costado encontrar quien la ocupe», subraya.

La Asociación de Empresarios del Polígono Industrial Valle del Cinca también juega un papel protagonista cuando se trata de velar por el mantenimiento de esta zona industrial. «Parece que ahora van saliendo ideas que llevaban tiempo atascadas», apunta. Y se refiere, por ejemplo, a la depuradora de aguas residuales, cuya obra se ha licitado recientemente. 

Otros caballos de batalla lo componen el mantenimiento de viales, o las conducciones de agua. En estos momentos, se trata de poner en marcha un sistema de prevención y extinción de incendios conjunto. «Nos tenemos que adaptar a la nueva normativa. Si en vez de que cada empresa tenga su aljibe y su grupo de presión, estudiamos la posibilidad de una red general que abastezca a todo el conjunto», explica.

Uno de los proyectos en los que la asociación se ha volcado es la habilitación de la vía verde, que ahora será camino natural. «Supone un acceso seguro para los trabajadores y también una zona de escape y ocio para las familias», indica. Y, añade, «puede que no guarde una relación directa con el desarrollo, pero se trata de disponer de un polígono atractivo».

En este sentido, «por falta de suelo, tal vez no sea el más competitivo, pero sí hay que luchar por ser un polígono atractivo». Y es que la fisionomía del polígono impide disponer de grandes parcelas. «Es importante trabajar en conjunto, no pensar que si se va a una empresa a Monzón o Binéfar es malo. Todo suma en el Eje del Cinca», defiende.