A menos de una semana para que la Nochebuena inaugure la Navidad, serán pocas las personas que no hayan comenzado a hacer sus compras de cara a las tradicionales cenas y comidas, en la que las familias y amigos se reúnen alrededor de una mesa para disfrutar de una buena comida. En ella, se suelen degustar productos típicos, que solamente se compran para esta época como el cardo, carne rellena, capón, marisco o champán. Estas compras, eso sí, saldrán más caras que las del año pasado.

Según un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los precios de los alimentos han subido un 8% con respecto a 2020. Algunos se han disparado como las almejas (ha sufrido un incremento del 36%), el cordero (+22%), el besugo (+15%) o la lubina (+9%). Pero este importante repunte en los precios de los productos frescos habituales en estas fechas no está impidiendo que se haya empezado ya a hacer acopio para tener sus neveras llenas. De hecho, los niveles de ventas se han reactivado con respecto al año pasado y en algunos comercios alcanzan datos previos a la pandemia, en lo que parece la vuelta a las celebraciones. 

«El turrón artesanal pasa por nuestras manos 17 veces»

La reconocida Pastelería Puyet de Graus sigue endulzando con sus turrones los paladares de toda la provincia. Sobre todo cuando llegan estas fechas navideñas. El turrón es el producto más demandado pero su gerente, Felipe Puyet, subraya que “últimamente se han puesto en auge los panettones”. Se trata de un producto italiano pero que, asegura, en España “se hacen muy buenos”. En este sentido, apunta que es un postre “muy rico” aunque “es cierto que los italianos saben vender muy bien sus productos”. El año pasado, el panettone ya se vendió “bastante” y este año lleva el mismo camino. 

A pesar del covid y las “no reuniones”, desde Puyet aseguran que el año pasado el nivel de ventas del turrón fue bueno, aunque la previsión para este año “es un poco mejor”. Esta es la época del año en la que más mano de obra se necesita en esta pastelería. Además, el turrón que se elabora en ella es artesanal, por lo que esto supone que el producto “pasa por las manos 17 veces”. A un turrón de fábrica, concluye, “las manos humanas lo tocan, como máximo, dos veces”.

«Este año nos han pedido los décimos con el número 21»

La popular Lotería de Navidad no decae en su venta de décimos. Es la época del año en la que más colas se forman en las Administraciones de Loterías, “hay una diferencia abismal comparada con otros momentos”. “Hemos recuperado la venta de boletos como antes de la pandemia. Pero el año pasado fue un fiasco. El consumo se ha reactivado aunque hay alguna asociación que antes pedía décimos y para este año no lo han hecho”, señala Elena Fernández de Vega de la Administración de Loterías Nº1 de Barbastro. Asegura que quien compra ahora la lotería “es casi a última hora” porque la campaña de venta comienza en julio.

“Hay gente muy previsora que ya compra décimos en agosto. Eso quiere decir que tienen ganas de volver a la normalidad”, añade. Explica Elena que cada año hay una tendencia confirmando lo supersticioso que se puede llegar a ser: “Este nos han preguntado mucho por números acabados en 21. Muchos preguntan por la fecha de nacimiento de su hijo o hija, o terminaciones raras como 13 o 69. Las cifras bajas o repetidas también se han solicitado este año. Son números difíciles de conseguir pero que tienen la misma probabilidad de tocar”.  

«En Navidad hay pico en las ventas de vino blanco y espumoso»

En la venta de vino hay varios picos de demanda. La Navidad es uno de ellos. “Este año la gente se ha lanzado a comprar. Ya ven cerca las Navidades y aunque haya un poco de incertidumbre ven que pueden hacer cenas y celebraciones. Lo que ha pasado este año es que las compras se han retrasado dos o tres semanas”, confirma Beatriz Martínez de Bodega Alodia. En ese sentido, si una bebida tiene en la recta final de año su temporada dorada ese es el cava y el vino blanco. Por su maridaje con mariscos y pescados o por el mero hecho de celebrar la reunión de familiares y amigos.

“En Navidad estos vinos se equilibran respecto a los tintos que se venden el resto del año. El blanco y el espumoso tienen su pico de ventas en estas fechas”, asegura. Bodega Alodia es la “única bodega con Denominación de Origen que elabora vino espumoso, conocido como cava o champán”. Indica Beatriz que no han vuelto a los niveles de hace dos años, porque venden mucho a hostelería, “pero ha habido una activación inusual de ventas a través de internet”. “Tras la pandemia pusimos en marcha la tienda online y los usuarios han confiado a través de este canal”, apunta.  

«Buscan carnes que sacien como rellenos de pollo o los capones»

A partir del puente de la Constitución, la Carnicería de Marcos y Ángela es un hervidero de clientes. “Sobre todo, ya han empezado a hacer pedidos. A pesar de que muchos vienen a última hora, desde comienzos de mes ya se ha empezado a mover todo”, señala Ángela Eustaquio. Para el día de Navidad es muy típico comer una carne: “Hasta ahora, el producto más demandado ha sido el lechal. Pero está cambiando la tendencia  con respecto a otros años y me van pidiendo pavos, rellenos de pollos, capones, patos o pulardas. Buscan productos que sacien”, añade.

Por otro lado, indica la carnicera que han notado el aumento de los precios. “Con la subida de la luz se ha incrementado todo. Normalmente suelen subir los precios por estas fechas pero este año aún lo han hecho más. Por ejemplo, si hago mondongo han subido el precio del pan, entonces te obligan a subir a el resto. Ya me dijo el chico del matadero que este año los corderos irían más caros”, afirma. Concluye lamentando que este crecimiento en los domicilios ha podido ser “de dos o tres euros pero en los comercios han llegado hasta los 300 euros”. 

«La gente sabe el pescado o el marisco que quiere y procura  reservarlo»

El pescado y el marisco no puede faltar en la mesa de la cena de Nochebuena o en la comida de Navidad. Son los grandes protagonistas de las fiestas, uno de los alimentos más consumidos en esta temporada junto a los dulces. “Merluza, rape, besugos, bogavantes, nécoras y mariscos son los productos que más estamos vendiendo durante estas fechas”, indica Rosa Bueno de La Pescadería. En ese sentido, asegura que “la gente en Barbastro es muy previsora. Saben el pescado o el marisco que quieren y procuran tenerlo reservado con tiempo”.

A excepción del boquerón y la sardina que vienen de Tarragona y el salmón de Noruega, todo el pescado expuesto en La Pescadería llega procedente del mar Cantábrico, del golfo de Vizcaya. “Estamos notando retrasos. No llega todo lo que tiene que llegar. Además, sí que hemos notado un poco el aumento de los precios. Pero todavía no han subido de forma sustancial”, reconoce la pescatera. 

«Cardo, escarola o piña son los productos que más vendemos en estas fechas»

Hay verduras y frutas que solo se comen por Navidad. Son productos típicos que se consumen en familia y son elaborados de forma tradicional. “Las piñas se venden mucho. Se venden todo el año pero en Navidad muchos que no la comen la preparan en Navidad. El cardo también es muy común para estos días. En Nochebuena se suele cenar. La escarola y la minglana también. Los que compran suelen ser previsores, por lo menos aquí suelen encargar los cardos con mucha antelación”, explica Elena Arque de La Frutería Nueva.

El volumen de venta se incrementa considerablemente desde el puente de la Constitución. Lo que también puede aumentar son los precios. “Va por años. Sube si las condiciones climatológicas no son favorables, si hay heladas o va a haber poco género. Pero, de momento, no ha ocurrido esto”, asegura la frutera. Apunta que la fruta fuera de temporada suele tener unos precios más altos que otros productos.  

«La reina del mes de diciembre es la flor de Pascua»

La Flor de Pascua es, sin duda, la planta estrella de la Navidad y su presencia en muchos hogares al inicio de las fiestas es imprescindible. Toño Castillón de Flores Castillón lo confirma: “La reina del mes de diciembre es la flor de Pascua.  También se venden mucho la ardisia, azalea y ciclamen pero no llegan al mismo nivel”. Asegura Castillón que este año las ventas parecen recuperarse hasta llegar a alturas de antes de la pandemia. “Sí que es cierto que se va comprando más. Los adornos decorativos están funcionando muy bien. Muchas plantas siguen vendiéndose y se ve que poco a poco va subiendo la venta”, añade.

En ese sentido, la pandemia ha hecho mella en el sector de la floristería ya que al no haber celebraciones o reuniones se han dejado de vender ramos. “Sin embargo, al tener dos vías de negocio, una nos ha funcionado. El Centro de Jardinería estuvo activo porque la gente compraba muchas plantas para adornar sus balcones y terrazas”, señala. Por otro lado, Castillón acusa los retrasos en los envíos de encargos. “Este lunes, Santa Lucía, recibimos parte de un pedido de Navidad que ya pensábamos que no llegaba cuando normalmente en septiembre y octubre está todo. El año pasado los árboles de Navidad artificiales los teníamos todos a finales de agosto. Este año era septiembre que se había recibido una parte y en octubre llegó la otra. Los encargos han llegado todos pero tarde”, lamenta.  Espera que esta situación se solucione lo antes posible para ofrecer un servicio de garantía al cliente. 

Otros imprescindibles de Navidad

Hasta aquí, con nombre y rostro, los muchos elementos que conforman estas fiestas navideñas, pero hay otros muchos que, por lo menos, queremos citar. La fotografía nos da la pista del primero: las tarjetas de felicitaciones. Esta nos llegó de parte de Amado Berdejo, que la trajo en mano como regalo para la redacción de El Cruzado, igual que hace otras tantas para numerosos comercios de la ciudad. Una felicitación artesana, en papel, de las que ya quedan pocas. La mayoría opta por las tarjetas virtuales que se acumulan estos días en las bandejas de entrada de los correos electrónicos. Pero, qué duda cabe, que las tarjetas en papel ilusionan.

Más allá de la flor de Pascua, las casas se llenan estos días de decoración navideña. En muchos hogares es imprescindible recordar lo más importante de la Navidad: el nacimiento de Jesús y lo conmemoran con belenes de todos los tamaños y estilos. A ellos se suman árboles, Reyes Magos y Papás Noeles colgantes de los balcones, luces de todas las formas y colares y, los más atrevidos, música que se puede escuchar desde la calle.

Y es que los villancicos también forman parte de las rutinas navideñas. En muchas casas suenan durante estos días: algunos más tradicionales, otros más modernos. Y, por supuesto, no faltan los recitales, como el que el pasado sábado ofreció el grupo Tradiciones en la Catedral de Barbastro. O el de mañana sábado, con la Coral Barbitanya en la iglesia de San Francisco, a las 20 h.

Música y cotillones

En el apartado de música, no podemos olvidar que, en la capital del Somontano, hay también dos citas bien asentadas: el concierto de la banda municipal Ciudad de Barbastro, y el espectáculo de Navidanza. La Navidad es también época de solidaridad y por eso son muchas las asociaciones y colectivos que editan calendarios solidarios, con el fin de recaudar fondos que les permitan continuar con sus programas y actividades.

Una llamada a la solidaridad es lo que se encuentra también en la recogida de juguetes que llega puntualmente en estas fechas. El Ayuntamiento de Barbastro ha organizado la suya para esta próxima semana, los días 22 y 23 en el vestíbulo del consistorio. Y de cara a final de año, en la mayoría de las fiestas no faltan las bolsas de cotillón. Bazares y supermercados son los principales lugares donde adquirir una bolsa con gorritos, matasuegras, antifaces, pelucas y serpentinas, que nos ponemos dejando a un lado todo tipo de vergüenza. 

Todo esto no tiene sentido sin compartir el tiempo de Navidad con nuestros seres queridos. Un compartir en vivo que la pandemia parece querer impedir otro año más. Algunos se han atrevido con cenas de amigos y empresa y muchos se plantean si podrán vivir una cena de Nochebuena o una comida de Navidad como siempre.