Aunque el II Congreso Aragonés de Comercio e Innovación mantuvo el urbanismo comercial como eje, entre sus ponencias y mesas de debate se colaron otros temas de interés para el sector comercial. Así, el jueves por la tarde, se trató de El relevo generacional. Una carrera de fondo para el comercio local. Varios comerciantes expusieron sus experiencias, en una conversación moderada por María Pilar Parra, técnico del Programa de elevo generacional de la Cámara de Comercio de Huesca. 

El relevo generacional

Parra guía a El Cruzado Aragonés por este reto para las empresas. Conseguir que un comercio sobreviva a su fundador, bien sea por que lo hereden los hijos, bien por un traspaso. Respecto al relevo en empresas familiares, María Pilar Parra apunta esta estadística del Instituto de Empresa Familiar: el 33 por ciento de los comercios llega a la segunda generación. Pero solo el 13 por ciento alcanza la tercera. Parra añade que «la empresa familiar es la que, en general, tiene más pervivencia en comercios centenarios». Sin embargo, no son muchos los que alcanzan el siglo de vida. 

¿Cómo se define una empresa familiar? Parra apunta varias características intrínsecas: la propiedad y la gestión debe estar en manos de una familia, debe haber continuidad y un relevo, bien sea directamente a los hijos del fundador o sus hermanos, primos… Para que se produzca este relevo, lo primero pasa por plantear la fórmula. «Puede ser una donación, compra-venta… Depende de las circunstancias: no es lo mismo un hijo que varios, por ejemplo», explica la técnico de la Cámara de Comercio.

Por eso, la planificación se erige como un pilar básico para organizar el relevo generacional en una empresa familiar. «Primero hay que organizar la familia», aconseja. En este sentido, apunta la importancia de la comunicación. El fundador debe consensuar con su familia quién se hará cargo de la empresa y cómo. «Deben anticiparse a los posibles problemas, planificarlo todo, mejor con los futuros emprendedores», añade. Y para ello, también se torna clave la formación de los sucesores. «Es importante tener en cuenta el perfil profesional de cada hijo, cuando hay varios», especifica.

Una empresa familiar abandona este estatus cuando no existe continuidad. «La mayor dificultad y reto», anuncia Mª Pilar Parra. Pero disponemos de herramientas para facilitarla. En este sentido, el consejo pasa por contar con algunos documentos: «Encontramos empresas que necesitan un plan estratégico, estructurar la empresa, con sus departamentos, y luego introducir a la familia», explica. También aconseja planificar y anticiparse a situaciones, como puede ser la familia política. «Debe haber un documento en el que se pongan las bases, asentar los valores de la empresa, decidir cómo será el acceso de los hijos y del resto de familiares, si se les exige una formación mínima o si tendrán que trabajar fuera de la empresa antes de incorporarse», detalla como ejemplos.

Por todo ello, Parra abunda: «La cuestión es documentarse: qué quiere el fundador y los sucesores, y la comunicación evita problemas y malentendidos». 

Desde la Cámara de Comercio enumeran los problemas a los que se enfrentan las empresas familiares a la hora de afrontar la sucesión: ausencia de una visión  y estrategia compartidas entre padres e hijos, la falta de liderazgo en la generación que debe hacerse cargo, la propia sucesión, el nepotismo (colocar a familiares en puestos exclusivamente por parentesco, sin tener en cuenta su formación/capacidad) y los familiares políticos. «Recomendamos las capitulaciones matrimoniales para una separación de bienes», cita Mª Pilar Parra.

El papel de la Cámara de Comercio

Con todo ello, cualquier empresa que se plantee afrontar el relevo generacional encuentra en la Cámara de Comercio de Huesca una ventana de asesoramiento. «Nuestro papel es el de orientar», informa Parra. Asesorar sobre la mejor forma jurídica para realizar el traspaso, de la fiscalidad o de la valoración económica de la empresa.

Punto este último vital cuando el relevo generacional de un comercio se produce fuera de la familia. En este caso, salvo por que desaparecen las relaciones familiares, los retos que se encuentra el emprendedor son los mismos. Desde la Cámara avisan a los asesores de emprendedores en las comarcas de los traspasos, ayudando a los dueños a publicitarlos y a elaborar la citada viabilidad económica. Todo por conseguir el ansiado relevo.