El 23 de diciembre, entre el sorteo de lotería más famoso de España y la Nochebuena, se cuela en el calendario navideño de Barbastro, el certamen de villancicos.
Festival de villancicos
Tras unos años sin celebrarse, regresa el Festival de Villancicos impulsado desde la Unidad Pastoral y COPE Alto Aragón. Tendrá lugar en la capilla de la Casa de la Iglesia. Además, en el vestíbulo se ha instalado el belén monumental de la Asociación Belenística de Barbastro.
Los grupos Tradiciones, Escolapios, Barmon, Coral Barbastrense, Coral Babytania, Curia del Obispado así como A modo nuestro y la Asociación Folclórica han confirmado su asistencia a día de hoy. Dará comienzo a las 18 horas con entrada libre. Además, habrá sorteo de regalos a beneficio de Cáritas y chocolatada para todos.
Asimismo, con ello, la Casa de la Iglesia recupera dos de las entrañables enseñas de esta época: villancicos y belenes.
Barmon
En noviembre de 2022 la diócesis de Barbastro-Monzón abrió, de manera oficial, la causa de beatificación de 252 siervos de Dios asesinados durante la persecución religiosa desatada en España en 1936. Esa fecha también va unida al nacimiento del coro Barmon. Una agrupación musical que integran laicos de toda la geografía diocesana.
A Carlos Loncán le encargaron la tarea de formar este coro pensado para que actuara, sobre todo, en las celebraciones diocesanas y otras como la Misa Crismal del Martes Santo o las aperturas y clausuras de los años jubilares. Así lo confirma también Sonia Cudinachs, de Barbastro e integrante de Barmon: “Nació con el objetivo de aunar la realidad diocesana y animar las celebraciones comunes –y a las que se nos invita– haciendo participar a la asamblea”. Loncán explica que tomó como modelo la agrupación interparroquial que ya funcionaba en Barbastro. “Barmon se abre a todos y lo integran personas de Barbastro y Monzón principalmente, pero también de Binéfar y hasta de Aínsa. Y han manifestado su interés por participar en Tamarite de Litera”. En la dispersión geográfica encontramos uno de los escollos para su desarrollo.
Hasta ahora los ensayos, que se desarrollan una vez al mes, siempre se han llevado a cabo en Barbastro. Sin embargo, de entrar los vecinos de Tamarite que se han interesado se intentará hacerlos rotativos y acercarlos a la zona oriental. “La itinerancia ayudaría a que más músicos participaran en Barmon. Por lo cual, no se descarta que Monzón también acoja estas reuniones”. Por el momento, unos 40 componentes forman esta agrupación. Y aunque no todos asistan a los ensayos sí conocen y comparten las partituras y todo lo que ahí se decide.
Cudinachs se unió a él el primer día que salió la idea. “Recuerdo un mensaje que me envió Carlos y no lo pensé ni un segundo. Me aporta aprendizaje, enriquecimiento, alegría. Disfruto mucho aprendiendo canciones nuevas y ofreciendo ideas”.
Ella anima a quienes se lo están pensando: “Que no lo duden. Cada ensayo y celebración te enriquecen. Cantar en el coro no es solo música: es una manera distinta de rezar. Te ayuda a vivir la misa con más profundidad y a sentirte parte de algo sagrado. Más allá de lo espiritual, se disfruta. Hay momentos divertidos, ensayos agradables, convivencia y un ambiente muy positivo”. Junto a Barmon ella pertenece al coro de la parroquia de San Francisco de Asís de Barbastro y a Entrecuatro, un grupo que anima las bodas religiosas.
Jubileo de los Coros
Y volviendo al tema del Jubileo de los Coros que tuvo lugar en noviembre, asistieron de La Litera, Cinca Medio, Somontano y Sobrarbe. La jornada resultó tan grata y satisfactoria que ya mostraron su interés en celebrar un encuentro anual de coros. «Posiblemente, en 2026, se celebrará en Sobrarbe, como agradecimiento a su esfuerzo por desplazarse hasta Barbastro».
Además, dedicaron tiempo a la formación. El sacerdote de Binéfar Esteban Trejo expuso cómo la música encaja y debe adecuarse a la celebración religiosa, formando un todo, con unidad. Se deben de tener en cuenta los tiempos como Adviento o Cuaresma. Otro punto de interés recayó en los cantos propios y ordinarios. Así, por ordinarios se hace referencia a aquellas oraciones (como el Kirie, santo o antífona) que se pueden musicalizar o rezar, pero siempre están presentes en la celebración. Y como propio, se refiere a los que varían según el día litúrgico, el santo o el evento.
Entran aquí los cantos de entrada, ofertorio, el canto de comunión y el canto de salida, entre otros. Con textos y melodías específicos para el momento particular de la celebración y se basan en las lecturas y el tiempo litúrgico. “Debemos darnos cuenta de la importancia de la liturgia para elegir los cantos, que todo forme una unidad”, puntualiza.
Porque la música en las celebraciones religiosas no resulta algo banal. Como ellos indican: “Supone un medio para expresar la fe de una manera más viva”. Y para Cudinachs: “Siento que ayuda a unir a la comunidad, a crear un ambiente de recogimiento y a transmitir el mensaje del Evangelio de forma más profunda. Cantar en el coro me permite participar activamente y servir a los demás a través de mi voz. Para mí, la música constituye un servicio dentro de la celebración”.
