Hace casi un año, se conoció que una empresa planeaba construir una planta de biogás en el municipio de Barbastro. Se habló de los puestos de trabajo que generaría, y de la “solución a la gestión de los purines y el estiércol”. En ese momento, se supo que la ubicación elegida es una parcela cerca de la rotonda del Monasterio de El Pueyo de la A-22. Comenzaban los trámites para la instalación de este proyecto que se encuentra, en estos momentos, a la espera del correspondiente informe de impacto medioambiental.

Con el período de alegaciones abierto, hace apenas un mes, la empresa más cercana al proyecto de Ence dio a conocer su oposición: olores, incompatibilidad con su negocio, seguridad… Unos argumentos que, ahora, recogen dos partidos políticos para manifestar su oposición.

El desconocimiento del sector nos obliga a mantener una posición prudente en cuanto la peligrosidad y los efectos nocivos de una planta de biogás en las cercanías de Barbastro. Aun así, la promesa de creación de empleo no debe ser un argumento imbatible que deje de lado cualquier otra consideración.
Lo que nos ha llamado la atención ha sido el foco que han encendido dos grupos municipales después de casi un año, que es el tiempo que ha transcurrido desde que se presentó el proyecto. Y aunque todavía exista margen de maniobra para valorar en su justa medida la conveniencia o no de la ubicación de la planta de biogás en Barbastro, debemos exigir a nuestros políticos que no vayan a rebufo de la oposición particular.

Choca, además, porque sí hubo otra formación, esta sin representación municipal, que pidió reunirse con el alcalde para solicitar información y pedir más estudios y modificaciones en el proyecto. Así que, en varios meses, casi nadie ha movido un dedo, ni alertado sobre los posibles peligros de una planta de biogás hasta que un afectado directo levantó la voz en los medios de comunicación. Debería ser obligación de nuestros representantes estudiar cada proyecto que se presente sin esperar a ver qué opina la calle. El próximo pleno municipal dilucidará si nuestros representantes se han formado e informado adecuadamente sobre este asunto.