Mequinenza entregó las becas de la Fundación Torres a universitarios. La Fundación Joaquín Torres ha concedido 29 de las 32 solicitudes presentadas. Con un importe unitario de 850 euros, es decir, 250 euros más que el año pasado. Supone una cuantía global de 24.650 euros.
Los becados que intervinieron en el acto, agradecieron el trabajo de la Fundación, el gesto de Joaquín Torres y destacaron la importancia de las ayudas. “Independientemente de la cuantía”, para hacer frente a los importantes gastos que suponen los estudios universitarios para las familias y lo que significa para los proyectos de vida de cada uno de ellos. Además hicieron referencia a sus vivencias como estudiantes y a su contacto con el mercado laboral ya con los títulos en la mano.
Antonio Sanjuán, presidente de la Fundación, dirigió un mensaje directo a los estudiantes. “Recibir esta beca es un reconocimiento. Pero también un compromiso, recordad siempre de donde venís, aprovechadlo y que vuestro esfuerzo siga transformando el futuro de Mequinenza”.
La Fundación Joaquín Torres
Las becas llevan el nombre del visionario mequinenzano Joaquín Torres que hizo fortuna en el mundo editorial en Latinoamérica y mantienen vivo el espíritu de su fundador. Este apostó por la educación como motor de progreso y transformación social. “Este acto es mucho más que una ceremonia. Asistimos a una celebración del esfuerzo, del trabajo bien hecho y de la ilusión compartida por construir un futuro mejor”, subrayó el presidente Antonio Sanjuán durante la ceremonia de entrega. E hizo referencia a las causas por las que, en las últimas convocatorias, habían provocado un descenso en el importe de las becas. Merma que se palió con aportaciones extraordinarias del Ayuntamiento de Mequinenza y de empresas locales. No obstante, señaló que “con el apoyo del Protectorado de Fundaciones de Aragón, el órgano administrativo que ejerce el control y asesoramiento técnico de las fundaciones. Hemos tomado las medidas necesarias para que situaciones como las vividas no se repitan”.
La prioridad, continuaba, es garantizar la sostenibilidad de las ayudas en el futuro. Y reafirmó el compromiso de la entidad con el rigor, la transparencia y la excelencia. “Hacer las cosas bien, de una manera impecable, es la única forma de garantizar que el legado de Joaquín Torres continúe vivo”, añadió. En este sentido, aseguró que “a partir de ahora la Fundación será extremadamente rigurosa y vigilante”.
Una nueva etapa para la entidad privada, que seguirá vinculada por estatutos con los responsables municipales elegidos democráticamente en cada legislatura. Una cooperación que dura 32 años.