Deportes

Modesto Herrero: «Me haría mucha ilusión que Jesús Pardina levantase la copa de campeón»

El barbastrense recibió un homenaje por su trayectoria en el baloncesto local en el primer partido de la final contra La Muela

Herrero, rodeado por los suyos, durante el homenaje. Fotografía: Jorge Mazón García
Jorge Mazón García Mazón García
31 mayo 2025

Modesto Herrero, icono del baloncesto barbastrense, es mucho más que un exjugador: es una de las almas máter de la Unión Basket Barbastro, donde sigue impulsando con pasión el deporte que marcó su vida. Homenajeado recientemente por su trayectoria, este fin de semana vivirá con emoción el posible ascenso del Letra Corpórea a Tercera. Hoy, en El Cruzado Aragonés, nos acercamos a su faceta más personal y a su visión del presente y futuro del baloncesto en Barbastro.

Preséntese

Me considero una persona muy normal, muy apegada a su tierra y que tiene un lado muy “friki” por el baloncesto, que es mi pasión. Comencé a practicarlo a los diez años en el colegio de Los Escolapios. Pasé por los clubes que había en aquella época, como la SMA, que en aquel momento agrupaba el baloncesto. Luego, me uní al Club Baloncesto Barbastro donde jugué durante doce temporadas. Allí, empecé a hacer algunas labores de gestión. Por otro lado, trabajo en el negocio familiar, en la gasolinera y distribución de gasóleos. También, me gusta disfrutar de mis amigos y familia, así como del baloncesto, que me absorbe mucho, pero es mi pasión.

¿Cómo se enamoró del baloncesto?

Cuando empecé a jugar, en los años 80, hubo un boom del baloncesto en España gracias a la plata de Los Ángeles. El baloncesto se popularizó mucho y nos cautivó a muchos niños. Me di cuenta de que estaba abducido cuando cada semana me compraba la revista semanal “Gigantes”, que todavía se edita de forma mensual. Me la compraba y me la sigo comprando desde hace 40 años. Aquello denotaba que estaba muy enganchado. Y por supuesto, jugaba y entrenaba mucho, aunque sabía que no tenía ni el talento ni el físico para poder ser un jugador de baloncesto serio. Fui dando pasos y conseguí cierto nivel, pero un nivel muy humilde.

¿Con qué momento se queda de su trayectoria?

En lo deportivo, cuando conseguimos el primer título de baloncesto en la historia de Barbastro. Fue el título de campeón provincial, y lo conseguimos durante el primer año del Club Baloncesto Barbastro. Ascendimos de categoría y, a los cuatro años, ganamos la categoría autonómica. Tengo un gran recuerdo porque lo conseguimos en Tudela. Aquel día, mucha gente se desplazó. Además, resultó muy especial para mí porque ese fin de semana falleció mi abuelo y viví una mezcla de emociones. Sin embargo, a día de hoy, lo que más ilusión me haría de esta larga trayectoria de baloncesto sería que Jesús Pardina levantase la copa de campeón este fin de semana.

¿Cómo surgió la Unión Basket Barbastro?

El baloncesto vivía una gran fragmentación en Barbastro porque había muchos clubes. Muchos niños que no podían competir porque en los equipos faltaban jugadores. Entonces, nació a raíz de algunas conversaciones con Salinas, del Somonbasket, con Carlos López, que estaba en la escuela de baloncesto, con el grupo de chicos donde estaban gente como Jesús Pardina, Enrique Gómez, Álvaro Acero… que también vieron la necesidad de unificar y luego con gente que ayudó mucho como José Cosco  y Clara Santaliestra, del Club Baloncesto Barbastro… Todo el mundo cedió y se llegó a un acuerdo.

¿Cómo se gestiona un club?

En las anteriores juntas del Club Baloncesto Barbastro, se vivía un “sálvese quien pueda”. Aquí, desde que surgió la junta, todo el mundo tiene sus áreas. No hemos llegado a profesionalizar, pero cada uno tiene su labor. En gestión y administración, José Cosco lo lleva estupendamente. Juan Águila es un presidente excelente porque es una persona con carisma que se hace querer. A parte, con los años, nos hemos dado cuenta de que teníamos una necesidad deportiva. Si todos opinábamos sobre qué había que hacer, no se avanzaba. Entonces, decidimos profesionalizar la coordinación mediante Jonatan Muñoz, que hizo un gran trabajo, y ahora con Jordi Huguet, que también estamos muy contentos con él.

¿Cómo valora la trayectoria del club?

Resulta muy positiva porque evidentemente se ha trazado una proyección, sobre todo en el primer equipo. En lo personal, me siempre me he empeñado en que el senior ejerciese como la punta de lanza, pero no podemos descuidar que somos un club de cantera. La razón de ser del club es que los niños y niñas jueguen. No podemos pintar todo como una balsa de aceite, dado que cuesta ensanchar la base, competimos contra más deportes que también lo hacen bien en Barbastro, pero seguimos manteniendo e incrementando los niños. Debemos tener en torno a 215 jugadores en la cantera.

¿Cómo valora la trayectoria del equipo senior?

Si lográsemos el ascenso, hablaríamos de que hemos logrado un ascenso cada dos años. En 2021, en plena pandemia, subimos a Nacional A2. En el segundo año, logramos el ascenso como subcampeones y ascendimos a Nacional. En esta categoría, el primer año logramos mantenernos y en esta estamos luchando por ascender.

¿A qué aspira este equipo?

Tratar de aspirar a más de Tercera no sería realista, aunque hay localidades que lo han hecho. Tiene mérito que Barbastro pueda tener un equipo en Tercera. Monzón, que lo tenemos como un ejemplo para nosotros, lo hizo durante alrededor de veinte años. Gracias a ello, pudimos ver a jugadores de mucho nivel como Rudy Fernández, Pau Gasol, Juan Carlos Navarro… Es una categoría muy atractiva.

¿Cómo se busca apoyo financiero en el baloncesto?

Nos encargamos nosotros, pero también contamos con ayuda. Además de la junta, hay muchos colabores. El hecho de tener que ir a pedir dinero a cambio de nada es una labor un poco ingrata. Afortunadamente, tenemos más de cincuenta empresas que colaboran de diferentes maneras, empezando por Letra Corpórea que su apoyo este año ha resultado vital, pero también tenemos varios patrocinios sólidos y de varios años. Por lo tanto, creo que están contentos con la imagen que proyecta el equipo. Además, creo que el senior ayuda a que la gente perciba una buena imagen del club y quieran asociar las marcas de las empresas con nosotros.

En lo personal, ¿qué ha dado Modesto Herrero al club?

Sobre todo tiempo, pero lo he hecho a gusto. Sobre todo, me he volcado con el primer equipo. En el día a día, aunque parezca que no, un club de baloncesto, funciona como una empresa. Debemos cuadrar los balances, tener un organigrama y queremos dar pasos para profesionalizar el club. Actualmente, damos de alta a gente para delegar tareas del club. Me gustaría que, sin perder la filosofía amateur, podamos tener cada vez más áreas profesionales porque al final asumimos demasiadas cosas que con los trabajos personales de cada uno a veces resulta inabordable.

¿Qué personas ha conocido durante su trayectoria?

Hay muchas personas, y no me quiero dejar por nombrar a nadie. Sin embargo, siempre he destacado a dos figuras: Carlos López y Guillermo Juste. Llevan muchos años entrenando por pura pasión. Tiempo atrás fuimos compañeros y a día de hoy continúan siendo muy buenos amigos. De la misma manera, destacaría al grupo de compañeros que he tenido cuando era jugador. Actualmente, continuamos yendo a torneos de veteranos, nos seguimos juntando y son de mis mejores amigos. También, me gustaría destacar, por su fiabilidad y confianza, a José Cosco. Desde su sencillez y discreción, es la clave de que funcione la gestión del club. Por supuesto, también a mis padres y a Ana, mi mujer, que han tenido una paciencia infinita.

¿Cómo valora la evolución social que ha tenido el baloncesto en Barbastro?

Para mí, es importante sentir que, en una ciudad, representas a la gente y que sacas el nombre de la misma fuera del municipio. Como me siento muy identificado con Barbastro y con el baloncesto, me encanta unir esos dos conceptos y ver que se ha despertado esa expectación y la gente te para por la calle y viene al pabellón a disfrutar de este deporte.

¿Y en el deporte barbastrense en general?

Gozamos de buena salud. Si subimos, Barbastro tendría un equipo de fútbol y de baloncesto en la cuarta categoría nacional. Estarían en el mismo escalón. Solo hay unas cincuenta ciudades en España con esta condición. A veces menospreciamos esta ciudad, pero en lo que respecta a deporte vivimos un gran momento. Por no comentar los grandes deportistas individuales que hay como Moussa Macalou, Sergio Samitier, Arturo Armisén… y muchos otros.

¿Cómo le gustaría ver al club en los próximos diez años?

Me encantaría que la masa social siguiese creciendo, que nos convirtiésemos en un club de familias y que la gente se identificase con él. A su vez, me gustaría que aumentase la base de niños y llegar a los 250-300 jugadores. También, me alegría ver al equipo senior ascender a tercera, disfrutar de esa categoría durante años y ofrecer un buen baloncesto a todo el mundo. De la misma manera, también me gustaría recuperar el senior femenino y hacerlo crecer.

La cantera barbastrense ha dado muchos frutos: Marina Mata, los hermanos Nasarre, Pablo Domper… y una lista que va a más

A veces lo digo. Marina Mata, los hermanos Nasarre, los hermanos Mur, Fernando Clau, Pablo Domper, Alex Vigil, Emilio Huguet, Álex López… Tenemos una larga lista que cada vez va a más. El baloncesto es curioso porque hemos sacado muchos jugadores. Desde luego, los entrenadores que hayan tenido tienen su mérito. Ahora tenemos despuntando a Bruno Pañart, que está en el filial de Casademont, y hay muchos jugadores en categorías inferiores que darán que hablar.

¿Cómo vive los partidos de su equipo?

Lo llevo fatal, de hecho estoy nervioso por la final de este fin de semana. Lo paso mal. A veces me dan ganas de irme de los partidos. Algunos amigos saben que alguna vez me he escapado y me he tenido que ir del pabellón porque lo paso realmente mal. Lo vivo tanto que al final cuesta. Sin embargo, no me pasa solo con el baloncesto, con el fútbol, que también soy muy seguidor del Real Madrid, también me pasa.

¿De todo lo conseguido hasta la fecha, qué es lo que más le enorgullece?

Que no se haya perdido la línea del baloncesto en Barbastro. Con unas siglas o con otras, el baloncesto tiene una cierta tradición en la ciudad. Nos remontaríamos a los años 60 o 70, con unos pioneros que comenzaron a imponer las bases. En nuestro caso, hemos conseguido mantener la línea, y estamos viviendo uno de los mejores momentos de la historia de nuestro deporte en la ciudad.

¿Qué planes tienen para cuando toque relevar la actual junta?

Nos gustaría que entrasen exjugadores. La tradición de estos años manda que las juntas directivas de los equipos acojan a los padres de jugadores, que no está mal, pero me encantaría encontrar a gente ajena, que están porque les gusta el baloncesto y quieren que crezca. Sin embargo, el apoyo de las familias resulta fundamental.

¿Le queda algún “pero” en su trayectoria?

A veces te queda. Echando la vista al pasado, he lamentado alguna vez el no tener una junta directa cuando jugaba. A nosotros nos tocó realizar esas labores mientras competíamos. Por lo demás, también hemos tenido muchos errores, hemos aprendido de ello y hemos mejorado.

¿Confías en que este verano se sustituya el parqué del pabellón Ángel Orús?

Actualmente, resulta una necesidad. No nos podemos quejar del apoyo del Ayuntamiento porque nos han apoyado mucho. Sin embargo, creemos prioritario cambiar el parqué y agilizar esa gestión porque cabe la posibilidad de que ascendamos, y aunque no lo hagamos, creo que resulta fundamental. Cualquiera que viene de fuera y ve el pabellón con tantas líneas pintadas en el suelo… creo que habría que replantearlo cuando se haga el nuevo. Un parqué, a parte de los beneficios para la salud, también permite traer más eventos deportivos de nivel en Barbastro.

Suscríbete aquí a nuestra nueva newsletter

Más en Deportes