Barbastro

Inés Plana Giné: «Me gustaría mucho esconderme en el terreno que tenía mi familia»

La escritora barbastrense presentó su novela ‘Fugitiva’ en Barbastro y en Estadilla. La ciudad del Vero forma parte de uno de los escenarios principales de la trama de este nuevo thriller

Inés Plana en el Coso de Barbastro, unas horas antes de presentar su novela en el Centro de Congresos. Foto: R.Zamora
Ruth Zamora
24 abril 2024

Una huelga en la distribuidora obligó a posponer la presentación de Fugitiva, de Inés Plana, en lo que ella llama su «gira sentimental». Así, un poco más tarde de lo previsto, la autora barbastrense ya ha compartido su libro con los lectores de Barbastro y Estadilla.

¿Qué siente al regresar a Barbastro?

Muchísima alegría y emoción. Es un túrmix de emociones. En Barbastro nací, viví con mis padres, donde pasé mi infancia y adolescencia. Fui muy feliz y cada vez que vuelvo me remueve mucho. Las raíces tienen las claves de nosotros mismos y es cuestión de ir a por ellas para entendernos mejor.

Supongo que ahí se encuentra la razón por la que el Somontano siempre aparece en sus novelas de alguna forma.

Sí, siempre, porque lo llevo muy dentro de mí. No había podido generar hasta ahora un escenario de Barbastro, porque no tenía el personaje que estableciera vínculos con él. Ahora lo tengo, Rosaura, y a través de ella he vuelto a Barbastro.

¿Quién es Rosaura, su fugitiva?

Una mujer, normal y corriente, de 42 años, enfermera y madre soltera, con un hijo modélico que un día es asaltado y asesinado en un parque. Entonces Rosaura decide que está muerta en vida. Ella cree que reconoce al autor, lo embiste con su coche, ciega de ira, lo atropella y lo mata. Pero ese chico no tenía nada que ver con el crimen y Rosaura va a la cárcel por matar a un inocente. La novela parte en el momento en que ella sale del primer permiso penitenciario.

Su fugitiva va a Barbastro.

Debe regresar por algo muy importante. Se fue a los 18 años a estudiar enfermería y una tragedia en sus vidas le aleja. Ahora tiene que volver, resolver su relación con su familia y algunos dilemas morales. Se trata de un viaje que le da mucho miedo y está a punto de no ir. Pero, cuando llega, encuentra un Barbastro cambiado, pero que sigue siendo el mismo y rememora.

Aquí se encuentra el lector el Barbastro que conoce. 

En las primeras páginas ya cuento someramente la relación que Rosaura tiene con Barbastro, con su familia, la familia Castán. El padre es director de un periódico comarcal del Somontano y también poeta. La madre, madrileña, regenta una floristería en Barbastro y es paisajista. Han inculcado a Rosaura y a su hermana Beatriz una cierta sensibilidad para las cosas. El lector se va a encontrar que Barbastro es el mejor de todos los lugares posibles, como dicen los barbastrenses en la novela. 

¿Inés Plana también se escondería en Barbastro si tuviera que huir? 

Pues sí, por qué no. Lo que pasa es que cuando vas de fugitiva estás comprometiendo a quien te ayuda. Esto también sale en la novela. No quisiera yo implicar a ningún barbastrense en ningún delito, pero realmente aunque no fuera una fugitiva, si quisiera alejarme del mundo a pensar, me escondería en Barbastro.

¿Dónde?

Me gustaría mucho esconderme en el terreno que tenía mi familia, pero ya no existe. No sé… más bien pasearía, hacia el Pueyo, por El Terrero… Ningún lugar en concreto, pero debajo de un par de árboles en la ribera del Vero estaría muy bien, para descansar.

‘Fugitiva’, su cuarta novela y también un trhiller. ¿Se ha planteado escribir otros géneros?

Me apetecen otros géneros, pero me gusta donde estoy, así que para qué cambiar. Y me gustan los retos y esta novela lo ha sido. Me gusta la ciencia ficción y siempre digo que querría una novela de aventuras. Pero Fugitiva también lo es. Tiene thriller, intimidad de los personajes, hondura psicológica, pero sobre todo es una aventura enorme, una bola de nieve que se va agrandando según va bajando la cuesta y que no sabes por dónde va a salir.

¿Le ha llevado Rosaura por algún camino que no esperaba?

Sí, la magia de la novela es que te dicta. Los personajes te dictan al oído. Entonces tú los sigues. Incluso cuando te dicen: “No me metas en esa situación que no va a funcionar” y tú te empeñas, al final acabas equivocándote. Rosaura me ha llevado, mentalmente, a sitios maravillosos para un escritor, donde yo nunca había pensado que me llevaría. Porque yo tenía otra idea, pero vas escribiendo y al ir resolviendo se te van ocurriendo otras posibilidades. Yo me dejo llevar por los personajes.

Y en este tipo de novelas, con crímenes, entre el límite del bien y el mal, ¿a dónde le llevan?

En la novela negra siempre se encuentra el bien y el mal, de una manera o de otra. Con el bien, no está tan claro como parece en la vida real, las fronteras son difusas. En Fugitiva, la maldad está de una manera muy dura, a través del abuso a menores. Es inherente a la novela negra porque esta trata los temas que se suelen esconder en los sótanos de la sociedad: los bajos fondos, droga, prostitución, prostitución de menores. La maldad está en todos lados y si das un paso en falso te la vas a encontrar.  

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