Su brillante expediente académico le ha llevado a cosechar en los últimos años numerosos reconocimientos. El último ha sido el Premio Estudiante por la Rama de Conocimiento de Artes y Humanidades, enmarcado en el X Premio Educación y Valores en la Universidad de Zaragoza. Un reconocimiento que está dotado con 700 euros y con el que el Consejo Social de la Universidad busca impulsar las relaciones de ésta con la sociedad y promocionar vínculos con su entorno cultural, profesional, económico y social.
El año pasado, la barbastrense María Abizanda terminó Estudios Ingleses y ahora está cursando un máster de Investigación en Madrid. En septiembre regresará a Zaragoza para hacer el doctorado de literatura.
¿Cómo valora este premio?
Es un premio a la implicación, tanto del expediente como de las actividades. Pertenezco a organizaciones estudiantiles. Luego, aparte, estoy en un proyecto llamado “Tutormentor”, donde los alumnos de tercero y cuarto acompañan a los alumnos que entran en la carrera. Yo lo veo una buena manera de que al final no se quede solo en la universidad –en las notas y en ir a clase–, sino hacer algo un poco más participativo.
¿De qué se siente más orgullosa?
El mérito del apartado de las organizaciones no es solo mío. Esta vez me ha tocado ser la cara visible, pero detrás va todo el grupo. Me gusta salir un poco de la mentalidad de competición, de la nota y de ver a los demás compañeros como rivales. Intentar hacer comunidad.
¿Qué encuentra en los idiomas? Incluso tengo entendido que sabe un poco de aragonés.
Me hace ilusión porque lo hablaba mi abuelo. Mi familia es de Costean y me hace ilusión, pero no lo hablo. En cuanto al inglés, tuve la oportunidad de pasar unas estancias en verano en Irlanda. En el Hermanos Argensola hice latín y griego, entonces siempre me ha gustado. Es una entrada a otra cultura. No es solo el idioma y la gramática, que eso es lo de menos, sino el poder conocer otra mentalidad, otra literatura… Meterte dentro de otra cosa por el valor que tiene. El aragonés, por ejemplo, tiene todo ese valor sentimental de la herencia de los abuelos, de la casa, de la tierra…
Hay un auge del aragonés en los últimos años.
Sí. Jorge Pueyo lo está moviendo mucho ahora y yo soy muy fan.
Ha participado en algún congreso y seminario. ¿Qué le motivó a sumergirse en ello? ¿Qué fondo tenía?
Como quiero hacer carrera en la universidad y en el doctorado…Gran parte de eso es ir metiéndote en congresos y seminarios. Cuando muestras interés en los primeros años de la carrera, te orientan mucho para participar. Nos dejan ir como organizadores porque sino hay que pagar unas tasas que no podríamos. Ahora, en el máster, estoy participando en tres congresos como ponente. Es una manera de extenderse, de conocer gente y de poner cosas en común.
¿Cree que se menosprecian los grados de letras?
Sin duda. En la ESO sacaba buenas notas y siempre he dicho que quería hacer traducción o filología, aunque algunos profesores me dijeran que hiciera otra cosa. Al final hice lo último. Parece que siempre nos hacen de menos, incluso para la investigación. Ahora que estoy con las becas, todos los criterios que valoran son siempre de utilidad, si pueden luego revertir a formar una empresa, o sacar una patente de un invento. Es como un absoluto pragmatismo y se nos olvida que también hay valores y disfrute. Placer en el arte. No todo tiene que ser el mercado. Porque parece que todo tiene que ser para sacar un rédito o un provecho.
Siempre ha sacado buenas notas. ¿Qué hace falta para ser un buen estudiante?
Una cosa de la que nos olvidamos mucho es tener una seguridad material, económica y familiar para poder estar ahí. Mis padres me han pagado la carrera, no he tenido que trabajar y no me ha faltado de comer. Es mucho más fácil. Eso es la base. Dentro de eso, creo que la carrera es ir a la “marcheta”, día a día. Que te guste lo que estás haciendo y tener curiosidad de leer un poco más allá. En mi carrera en particular nos valoran mucho el pensamiento crítico, no solo el memorizar. No valoran el vomitarlo, sino aplicarlo en el texto.
¿Qué le recomendaría a un estudiante que va a pasar ahora a Bachillerato?
En Bachillerato se piensa mucho en la nota. Hay que cuidar mucho la salud mental. No hay que obsesionarse tanto porque, al final, todo sale. También hay que buscar algo que te interese y te guste. Si ya de normal se hace cuesta arriba, como para que encima no te interese lo que estás haciendo.