Los mayores de 65 años, participantes en un estudio, que siguieron un programa de salud psicofísica personalizado mostraron mejoras en la salud física. Así lo ratificó el Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández de Elche. De esa manera, se reducía el riesgo de enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes tipo 2, además de mejoras en el bienestar emocional con menor estrés y mayor satisfacción personal. Y es que los programas personalizados se encuentran a la orden del día, así como quienes los preparan, los entrenadores personales. Un aumento que sobre todo se notó tras la pandemia. Según el Fitness & Health Institute, la demanda de entrenadores personales aumentó entre un 40 % y un 50 % durante y después de la misma.
El deporte y el entrenamiento de fuerza
En este periódico hemos hablado en diversas ocasiones de la importancia del deporte. Un hecho en el que dos entrenadoras personales de Barbastro, Valeria Castro y Mónica Torres, inciden.
A la primera siempre le llamó más la atención la vertiente psicológica del deporte, es decir, cómo la práctica del ejercicio influye en la mente. «Hablo de esa satisfacción posterior, de contar con una rutina en la que se incluya el deporte porque moverte es fundamental», comenta.

Por el otro lado, Torres compagina ahora sus clases de entrenamiento personal con su preparación para competir en la categoría bikini fitness. Una disciplina de competición dentro del culturismo y el fitness, centrada en el desarrollo estético del cuerpo femenino. «Por fin se está rompiendo el mito de que entrenar fuerza masculiniza el cuerpo. El entrenamiento con pesas en mujeres mejora la salud, la postura, acelera el metabolismo y proporciona beneficios más efectivos que solo practicar cardio», explica esta entrenadora.

No obstante, también puntualiza la relevancia del ejercicio en la vejez. «El deporte aporta muchísimos beneficios y más con la edad. En el ámbito físico: mejora la movilidad, el equilibrio, fortalece los huesos y los músculos. En el ámbito mental: mejora de la memoria y reduce el estrés y la ansiedad, lo que se traduce en una mejora del ánimo. Así como beneficios sociales como la interacción con personas si se practica deporte grupal».
Los objetivos
¿Por qué contratan las personas a un entrenador personal? Los motivos son diversos. Alcaraz señala que la sociedad «está teniendo más en cuenta su tiempo de ocio. Antes no se prestaba tanta atención al ocio, pero ahora se está demostrando que el deporte da calidad de vida. Por ello, cobra más importancia». A sus clases, sobre todo, acuden personas de entre 40-70 años; hombres de 50-70 años y mujeres de 30-40 años. «Los jóvenes no utilizan tanto el entreno personal porque cuentan con más medios para informarse como ChatGPT o las redes sociales», añade. A Torres acuden «personas que llevan tiempo sin entrenar o que no consiguen resultados por su cuenta. También aquellos que quieren mejorar su composición corporal de cara al verano».
Como Torres señala, con estos entrenamientos cada usuario persigue un objetivo distinto. Alcaraz señala que «las mujeres buscan, sobre todo, reducir grasa, enfocada más en piernas. Aunque cada vez le prestan más atención a todo el cuerpo. Los hombres también persiguen reducir el porcentaje graso y aumentar músculo. Apenas existen diferencias entre lo que buscan ambos. Por último, las personas más mayores desean ganar movilidad». «Otros simplemente persiguen el bienestar, mejorar su energía o encontrarse más activos», puntualiza Torres.
Llega el verano
Se acerca el verano y las redes sociales y medios de comunicación se llenan de mensajes sobre la famosa «operación bikini». Muchos, como consecuencia, pretenden soluciones milagrosas para mejorar su cuerpo de cara al inicio de esta temporada. Torres sí que nota ese aumento de usuarios en los centros de entrenamiento en los que trabaja. «Normalmente en el mes de mayo existe un incremento importante de personas que buscan ponerse en forma para el verano y muchas quieren resultados rápidos. Yo siempre recalco que lo más importante es la constancia y adoptar hábitos a largo plazo», explica. Sin embargo, Alcaraz no aprecia tanto este aumento: «Se nota más en septiembre que en verano. Considero que ese pensamiento del verano está desapareciendo. De hecho, muchos, al volver de las vacaciones, regresan. La filosofía actual se centra en empezar a practicar deporte y en mantenerlo toda la vida».
La técnica y la motivación
Principalmente, la labor de estos profesionales se centra en preparar la jornada de entreno y en enseñar la correcta técnica de los ejercicios. «Yo me preocupo de que la persona entienda el funcionamiento de la máquina, qué músculo está ejercitando, y en que conecte con el cuerpo. También le presto mucha atención a la respiración, sobre todo en los pesos libres. Y en que se lo pasen bien», declara Alcaraz. Por su parte, Torres también insiste «en la constancia, en el equilibrio y en la mejora continua. Muchos buscan resultados rápidos y eso solo conduce a lesiones y a frustraciones». No obstante, Alcaraz añade que en ocasiones también actúan como confidentes. «Te cuentan su día y tú escuchas mientras trabajas con ellos», señala.
Mantener la motivación en la práctica del deporte no resulta una tarea sencilla y muchos abandonan en el proceso. «Comienzan con la excusa de que no pueden venir, van posponiendo las clases y al final dejan de venir. Otros comienzan, aprenden, y luego continúan por su cuenta», declara Alcaraz.
Los mitos y los errores
En este mundo, y sobre todo a raíz de las redes sociales, aumentan los mitos a su alrededor. Alcaraz, por ejemplo, señala a aquellos que comentan que se puede eliminar la grasa localizada, «cuando ésta se reduce de manera global». Torres destaca otros mitos como, por ejemplo, «que sudar más significa que estás quemando más grasa… O que hay que entrenar todos los días sin dejar descansar al músculo».
Respecto a los errores, Alcaraz destaca al sector más joven de la sociedad. «Muchos van a lo loco, ejecutando mal la técnica y mirando siempre el móvil, lo cual hace que te desconectes del ejercicio», explica. Y, en los mayores, «algunos cargan mucho peso y si se hacen daño, su recuperación es mucho más lenta».
Nunca es tarde
«Cada vez se está demostrando más que el deporte alarga la vida, mejora tu condición física, tu funcionalidad, tu mente y humor; en fin, tu día a día», señala Alcaraz. Esta profesional, a su vez, puntualiza que el deporte en las mujeres es primordial. «Por ejemplo, en la menopausia, la densidad ósea disminuye y el trabajo de fuerza adquiere mucha importancia. Tu cuerpo va a seguir disminuyendo la densidad ósea, pero por lo menos tendrá un músculo que sostendrá al cuerpo. Tu fuerza de ahora te permitirá ser funcional en la vejez».
Por ello, Torres anima a todo aquel que no practica ejercicio a que lo haga. «Nunca es tarde y dar el primer paso es lo más importante. Deben preguntar a los profesionales porque una persona experta nunca va a juzgarle. También les aconsejo que disfruten del proceso y que sean constantes».
«La vejez llama a la puerta en cuanto tú la dejas de entrar. Es decir, en cuanto tu actitud refleja actos de la misma (vagancia, pereza, procrastinación extrema), la estás dejando entrar. Si no te mueves, antes te vas a hacer mayor, tanto física como mentalmente. Por lo que mejor probarlo que no hacerlo nunca. Pero deben buscar un deporte que les motive», concluye Alcaraz.
Los ejemplos
José Gistau, de 71 años, presenta problemas en una de sus rodillas, así como poca fuerza en sus piernas «debido al tiempo que he estado sin practicar ejercicio». Por ello, optó por contratar los servicios de un entrenador personal. Sobre todo, para ejecutar bien la técnica y así evitar lesiones. «El deporte me aporta bienestar físico y mental. He notado cambios y me va muy bien, sobre todo en las piernas y en los brazos», declara. Por este motivo, le aconseja practicar deporte «a cualquier persona que quiera encontrarse bien físicamente».

Por otro lado, Rebeca Tovar, de 30 años, comenzó en el gimnasio y trabaja guiada por un entrenador personal. «No conozco bien cómo se utilizan las máquinas y me da miedo emplearlas mal y lesionarme», explica. Ahora, nota que ha aumentado en resistencia y también se atreve a levantar más peso gracias a su aumento de la confianza. «Si están comenzando, tienen alguna lesión o son personas mayores, recomiendo los servicios de un entrenador personal para que les guíen», recomienda.

Precisamente, Eduardo González, de 40 años, ha retomado el gimnasio y, por ello, ha decidido comenzar con una entrenadora personal, «sobre todo, para no lesionarme». En otras temporadas acudía por cuenta propia, pero ahora «con la entrenadora estoy notando mucha diferencia. Me siento más fuerte y motivado porque el hecho de contar con una hora fija me exige más constancia», explica.

Por último, Juan Albacete, de 63 años, asiste a las clases grupales que se imparten en numerosos gimnasios. Confiesa que «como se encuentran monitorizadas, son más controladas y se perfecciona mejor el movimiento, por lo que llegas a dar más de ti». Además, confiesa que pilates y spinning (bici aeróbica) son sus favoritas porque «cuando uno llega a una edad, la elasticidad es muy importante».
