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Ildefonso García Serena Al levantar la vista
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Lo del día 28

Ildefonso García Serena Al levantar la vista
27 mayo 2023

Con tanta campaña política estos días es fácil que lo olvidemos: la decisión de la persona a la que votamos el 28-M para alcalde o alcaldesa tendrá efectos duraderos no sólo durante los próximos 48 meses, sino en los siguientes diez, quince o incluso veinticinco años. La huella de la acción municipal –y sobre todo la no-acción– solo se podrá ver en ese arco temporal mucho más largo. Por eso es tan importante elegir bien ahora.

A nivel de los municipios –y especialmente en estos– todo o casi todo lo que pase en el futuro en las calles, en las escuelas, en la sanidad, en los servicios básicos, dependerá en grandísima medida de una persona, la del líder que pongamos al frente. Creo muchísimo en el trabajo de equipo, claro que sí, pero no hay equipo que valga si no hay quien lo dirija, un líder inteligente, comprometido, dialogante, que sepa involucrar a la ciudadanía, que tenga un proyecto con visión de futuro y sobre todo con la férrea voluntad de ejecutarlo. En resumen, alguien dispuesto a dejarse la piel por todos.

La mínima prosperidad colectiva, incluso la supervivencia a largo plazo del más pequeño de los pueblos, dependerá en un 90% de esas capacidades humanas concretas y unipersonales. Y quizá habrá otros factores, naturalmente; pero no será el azar el más influyente. Deberíamos ponderar nuestro voto en primer lugar basados en nuestra intuición y centrados sobre las personas, es decir, fijándonos más en los individuos que en el partido político que los presenta. No estoy renegando de los partidos. No es eso, pero no nos desgarremos las vestiduras, porque es lo que más nos conviene. Mirar primero a la persona.

En cambio, en las votaciones nacionales o autonómicas en las que los diputados han de legislar (hacer leyes en los parlamentos) hay que poner el acento en su color político. No hablo pues de renunciar a las ideologías, pero tampoco hay que votar como edil necesariamente al menos capaz, solo porque su partido sea azul, rojo, morado, naranja o verde. Tenemos ejemplos de ciudades, villas y pueblos que funcionan bien y que han sobrevivido mejor gracias al impulso, la creatividad y al empeño de una sola persona, y otros que van a menos, que languidecen por falta de un timón fuerte.

No hay muchas palancas en nuestras manos para que las cosas buenas que necesitamos hacer, pasen. Elegir una buena figura en nuestras vidas colectivas es una responsabilidad muy importante y la de alcalde es la más próxima y sacrificada. Observemos con cuidado a todos los candidatos y votemos el 28-M como si el elegido o elegida nos fuera a durar mucho tiempo, los próximos veinticinco años.

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