Las inmobiliarias juegan un papel fundamental en el auge de la demanda de la vivienda en España. Para estas, a diferencia de otros muchos sectores, el covid no ha traído consigo una gran repercusión pues la realidad es que el mercado está al alza. Ahora, en un periodo del año con mucho trabajo, afirman que están inmersos en un mes de octubre «fuerte, donde se trabaja bien».
Carlos Sorribas, gerente de Don Piso, es muy claro a la hora de valorar la actualidad de la vivienda en la comarca del Somontano y alrededores: «Ahora mismo pocas cosas hay más rentables en nuestra zona que invertir en una vivienda». Actualmente existe una fuerte potencia de inversores que «por la coyuntura de los tipos de interés y por las alternativas que tienen en el sector para rentabilizar su dinero e inversión», hacen que se incremente precisamente eso, la inversión.
El Somontano, Cinca Medio y La Litera son, a ojos de Sorribas, una zona «propicia» para vivir, al menos, temporalmente, y explica que si se tienen en cuenta las tres grandes ciudades de dichas comarcas como son Barbastro, Monzón y Binéfar, el mercado más «activo, con diferencia, en alquiler, y también en cuanto a tipología de cliente, es el de Barbastro». Por esta razón los precios en la capital del Somontano siempre son un poco más caros que en las otras ciudades.
Alquiler a jóvenes
Respecto a los jóvenes, Sorribas subraya que existen perfiles que «crean su vida por primera vez y sigue estando activa», aunque también hay una parte «importante» de personas de otros países que han estado mucho tiempo de alquiler y «por fin se lanzan a comprar después de haber ahorrado todo este tiempo».
Pero el problema aparece a la hora de buscar un alquiler. La demanda es excesiva y la oferta, escasa. «Hay una demanda tremenda y no hay pisos suficientes de alquiler. Entra un piso de alquiler y en una semana ya está fuera del mercado», asegura Sorribas. «Nosotros en Don Piso tenemos un departamento cualificado para trabajar el tema de hipotecas, y llegamos a conseguir el 90-100% de lo que es la venta del piso. Al final, sale una cuota incluso más baja de lo que es el alquiler y te permite estar comprando tu piso. Esto hace que la gente compre», explica.
Si echamos la vista un poco más atrás y nos hacemos una pregunta, podemos encontrar el origen del problema. ¿Qué ha pasado para que haya tanta demanda y tan poca oferta? «La demanda viene provocada por la actividad y aquí estamos en una zona privilegiada, al pie de la montaña… Hay diferentes motivos por los cuales aquí la demanda ha sido más o menos sostenida».
“La falta de mano de obra cualificada en la zona también es un factor que provoca un aumento de precio”
Joaquín SorribasDon Piso
En cuanto a la oferta parece ser que «no hay tanta claridad. Hay promociones de obra nueva que han tenido cierta dificultad, en ocasiones, para terminar de vender y eso retrae un poco. Si a eso le sumas ahora la inflación de precios de materiales… Porque es enorme. La falta de mano de obra cualificada en la zona también es otro factor que provoca un aumento de precio. Todos estos factores están haciendo que la obra nueva no despegue con la fuerza que debería y está generando una presión mayor sobre el mercado de segunda mano».
Un mercado «bastante loco»
Micaela Guerrero, de Miki Home Inmogestión, se muestra satisfecha porque pese al covid y a todo lo que ha traído consigo la pandemia, «este año ha sido muy positivo, en cuanto a ventas y alquileres».
El mercado, «bastante loco y al alza» en la actualidad, ha experimentado una subida de precio en la obra nueva y el de segunda mano también está batiendo récords que no se veían desde el 2012 y 2013, «cuando se bajó al 50%». Guerrero confirma que se ha producido un desalojo de las grandes ciudades como Barcelona o Tarragona y por eso «se ha vendido mucho en Barbastro». Los usuarios que llegan hasta la capital del Somontano eligen, precisamente Barbastro, por su ubicación cercana a la montaña. «También miran mucho el hecho de estar al lado del hospital y es que, entre Barbastro, Binéfar y Monzón, eligen siempre el lugar más cercano al hospital».
Una tendencia nueva
Como profesional del sector, Guerrero se ha dado cuenta de que una de una nueva tendencia. Gente de entre 28 y 30 años a los que les están ayudando sus padres a comprar un piso en vez de irse de alquiler. “Vienen con los padres, compran algo y si sale otra cosa mejor ya se alquilará. Por eso hemos tenido tanta venta, porque hemos tenido un perfil de 30-40 años que como no han salido, no han perdido el trabajo y han ido ahorrando, se han dado cuenta de que viven en pisos pequeños y a lo mejor no le daban importancia a la vivienda. Ahora sí que se la dan. Prefieren estar todo el año cómodos y no irse a la montaña, por decir algo, en vez de irse cada fin de semana a cenar por ahí… La visión de la gente ha cambiado». Los que son todavía más jóvenes, las personas de entre 20 y 30 años, «comparten todos piso ya que estamos en alquileres de 500 o 600 euros con dos habitaciones. Con lo cual, compartir es difícil o tienen que trabajar los dos sí o sí».
Al igual que Sorribas, Guerrero asevera que en Barbastro «tenemos la suerte de tener muchos colegios e institutos, además de trabajos temporales o de sustituciones de hospital». En este sentido explica que «tiene mucho auge el alquiler, pero en el mes de septiembre. Se mueve muchísimo. A los maestros el día 1 le dicen cuál es el destino y a partir de ahí se vuelven locos alquilando. Luego se para un poco hasta Navidad y en Semana Santa vuelve a haber un repunte. Pero sí que se mueve gente con trabajo temporal o funcionarios que no quieren irse de donde viven, de su ciudad natal: están los diez meses de rigor y luego vuelven a marchar».
“El mercado se mueve gente con trabajo temporal o funcionarios que no quieren irse de donde viven”
Micaela GuerreroMiki Home Inmogestión
En Binéfar, en cambio, «no es el mismo perfil por las fábricas que hay. La gente con un nivel adquisitivo más alto se queda en Cataluña, en Lérida, y los que no pueden van a Binéfar».
El multipropietario, habitual
El perfil del multipropietario cada vez es más común si hablamos de la vivienda. Micaela Guerrero explica para concluir que existe un perfil «amplio» de estas personas que tienen pisos de segunda mano con pequeñas rehabilitaciones. Así, «hay personas de 45-55 años que ven en la jubilación un hecho inseguro e invierten en esa opción».