Ahora y siempre
Ángel Pérez Pueyo Obispo de Barbastro
Ahora y siempre

La religiosidad popular (II)

Ángel Pérez Pueyo Obispo de Barbastro
14 noviembre 2021

La historia de los territorios, de las ciudades y de los pueblos se escribe a través de la vida de sus gentes y de las celebraciones que a lo largo del tiempo se van sucediendo.

Desde el siglo XIII, las cofradías han posibilitado la unión de la voluntad de sus gentes y, en el conjunto de la Diócesis, la historia más reciente está marcada por el resurgir cofrade y sus celebraciones tras su total desaparición en la Guerra Civil.

Más recientemente, en 2005, nace el I Encuentro de Cofradías de la Diócesis celebrado en Barbastro. Se cuentan ya dieciséis ediciones de este foro de diálogo, comunicación, formación y confraternización de los cofrades pertenecientes a las diversas cofradías.

Como respuesta, se crea una Delegación Diocesana para las Cofradías y Hermandades que contribuya a crear puentes entre cofradías.

Esta delegación tiene entre sus objetivos y funciones:

Elaborar un censo de las cofradías existentes en la diócesis que facilite su conocimiento y comunicación

Definir y establecer una unidad de acción, con la creación y organización de un equipo de trabajo

La valorización del fundamento de las cofradías en la nueva configuración arciprestal de la Diócesis, desde su característica de asociaciones de “piedad popular”.

Promover la participación de las cofradías a través de las tareas y consejos parroquiales de las parroquias donde están establecidas

La comunicación con los párrocos y/o consiliarios; y establecer un conocimiento e interrelación con las diferentes delegaciones diocesanas

Como nos dice el Papa Francisco, en la Exhortación Apostólica ‘Evangelii Gaudium’: “La piedad popular es «una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia, y una forma de ser misioneros”; conlleva la gracia de la misionariedad, del salir de sí y del peregrinar: “El caminar juntos hacia los santuarios y el participar en otras manifestaciones de la piedad popular, también llevando a los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador”.

¡No coartemos ni pretendamos controlar esa fuerza misionera!

Suscríbete aquí a nuestra nueva newsletter

Leer más
Más en Ahora y siempre