Deportes

La nadadora Teresa Perales ofreció una lección de vida en Barbastro

La medallista paraolímpica ofreció una visión vitalista de la vida en relación al deporte

Teresa Perales, en la UNED, antes de comenzar su charla. Fotografía: Jorge Mazón García
Jorge Mazón García Mazón García
12 diciembre 2024

La nadadora aragonesa y medallista paralímpica Teresa Perales visitó la ciudad de Barbastro para dar una charla vitalista sobre la vida y el deporte. La cita tuvo lugar en el Aula Magna de la UNED, donde muchos vecinos acudieron, casi completando la sala, para escuchar su conferencia, dirigida tanto a escolares como a deportistas y al público general. La charla estuvo marcada por el relato de una vida transformada por la superación personal y la perseverancia.

Con un impresionante palmarés de 28 medallas paralímpicas obtenidas entre los años 2000 y 2024, Perales se ha convertido en un referente del deporte, igualando el récord de Michael Phelps como la atleta con mayor número de medallas olímpicas. Además, fue distinguida con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes y mantiene el récord paralímpico en los 100 metros libres en la categoría S2 desde los últimos Juegos. Sin embargo, su discurso no se centró exclusivamente en estos logros.

“Las medallas no son la parte más importante de mi vida. Son una parte interesante por la que he luchado con el alma todos los días, pero le doy más importancia a mi legado. La mayor medalla que tengo es mi hijo”, declaró al inicio de su conferencia. La nadadora compartió cómo su vida dio un giro a los 19 años, cuando una neuropatía le hizo perder la movilidad en las piernas. Fue entonces cuando encontró en la natación no solo una actividad deportiva, sino una nueva manera de afrontar la vida. Su carrera, que comenzó tras aprender a nadar con un chaleco salvavidas para no ahogarse, la llevó a convertirse en campeona internacional.

A pesar de las adversidades, Perales encontró enseñanzas en las dificultades. “Con 19 años, es un palo en la vida, dado que todos tenemos un plan de acción que nos gustaría que fuese perfecto, pero la vida no es siempre sota, caballo y rey”. También recordó los inicios de su pasión por el deporte, evocando su deseo de ser atleta tras ver los Juegos Olímpicos de Atlanta. Sin embargo, optó por la natación debido a la diferencia de costes. Entre risas, compartió: “Una silla de atletismo cuesta 6.000 euros, pero es más barato un bañador y unas gafas”.

En su relato, también evocó su niñez, cuando sus padres insistieron en que aprendiera a nadar para su seguridad. Sin embargo, los comienzos no fueron sencillos. “Mis padres me llevaban a escuelas de las de antes. Era una generación más dura. Llegaba tan desesperada que me escondía en los vestuarios”. A pesar de ello, encontró en la natación una herramienta para superar barreras y desarrollar su potencial.

Perales también reflexionó sobre el concepto de talento, afirmando que no es algo innato. “Cuando vemos a los deportistas, muchas veces creemos que tienen un talento y están destinados, pero no es así. Yo no nací para ser nadadora”. Al mismo tiempo, enfatizó que cualquiera puede lograr cosas extraordinarias si persevera.

La nadadora también mencionó su profundo arraigo a Aragón y la influencia de su familia, recordando cómo su padre le inculcó el valor del esfuerzo. “Mi padre llegó con una caja de mudas y 25 pesetas. Con eso, construyó una familia. Nos enseñó que el esfuerzo y el trabajo son fundamentales”. Además, compartió una de las lecciones más significativas que aprendió de él: “La vida continúa sin ti”.

Su mensaje estuvo impregnado de optimismo, a pesar de los obstáculos. “Por muy malo que haya sido el día de hoy, aunque estemos en un agujero, todo tiene solución, salvo la muerte. A veces se soluciona solo”, reflexionó. También destacó la importancia de no rendirse ante el miedo. “La diferencia entre dejar de ganar y perder es enorme. Pierdes cuando no lo intentas”.

La conferencia finalizó con un turno de preguntas en el que Perales, mostrando cercanía y dedicación, respondió con detalle a las inquietudes de los asistentes. Antes de despedirse, reveló su próximo objetivo: “Superar a Michael Phelps en Estados Unidos y que me ponga una medalla”. Su presencia en Barbastro dejó una huella inspiradora y emotiva en quienes tuvieron la oportunidad de escucharla.

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