Monzón

La lluvia condicionó la XVI edición del festival MOBA

Civi Civiac, Curolles y la EMMMO bajaron el telón del Festival de Artes de Calle

Uno de los momentos de la XVI edición del festival MOBA en Monzón. Foto: S.E.
El Cruzado
16 junio 2025

La XVI edición del festival MOBA llegó a su fin el pasado domingo 15 de junio. Civi Civiac, en la chimenea de la azucarera y la Compañía Curolles y la audición de fin de curso de la Escuela de Música Moderna de Monzón (EMMMO) en el anfiteatro Labordeta clausuraron esta edición.

Así se cerró otra edición que ha estado condicionada por la lluvia y las dificultades trasladar a recintos cerrados los espectáculos que se habían programado. La organización puso todo de su mano con ajustes de horarios y cambios que al final no pudieron evitar suspender el programa del sábado en su práctica totalidad, a excepción de los educandos de la Banda Municipal La Lira.

El Festival de Artes de Calle llegaba a esta decimosexta edición con una programación muy variada en la que destacaba la danza con Ertza Kompainia por tratarse de una novedad que gustó a los asistentes y por una fuerte apuesta por el circo y el humor.

Los cambios en el XVI MOBA por la lluvia

La organización decidió cambiar del sábado al domingo del estreno en Monzón de Don Bártulos de Civi Civiac. Un cambio que se apuntan como «todo un acierto, ya que la compañía de Pueyo de Santa Cruz ha hecho las delicias del público que acudía para ver esta nueva propuesta de teatro de calle, magia y humor gestual con el que se pretende rendir un reconocimiento a un oficio casi desaparecido como son los cómicos de la legua, a través de un vendedor ambulante».

 Don Bártulos hizo su entrada en la chimenea de la Azucarera con su gran carromato cargado de cachivaches para todos los públicos, «pero también de alegría e ilusión que ha contagiado a los asistentes».

El MOBA, tras la actuación de Civi Civiac, se trasladó al anfiteatro Labordeta donde los baleares Curolles sorprendió al público con un espectáculo denominado Todo Bien cuyo elemento principal eran las peonzas. El dúo consiguió atraer la atención del público en el que trabajaron con la peonza no como un juguete sino como un artefacto circense, combinándolo con un humor, como ellos califican bastante «idiota».

Como es tradicional, los últimos momentos del MOBA son para los de casa, para la Escuela de Música Moderna. Un año más actuaron en el anfiteatro Labordeta donde el público disfrutó de sus canciones e interpretaciones dando buena cuenta de lo aprendido durante el curso.

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