En el entorno del puente tibetano para cruzar el río Yesa se ha inaugurado la nueva ruta nabatera, en una intensa jornada en la que se dio a conocer los detalles del Encuentro Internacional de Nabateros. Vecinos de Puyarruego, Escalona, Laspuña y localidades del municipio de Puértolas, junto con autoridades locales, se citaron para dar a conocer la nueva ruta nabatera.
Esta ruta nabatera transcurre por un camino utilizado tradicionalmente por los nabateros de Sobrarbe. Se ha habilitado gracias al impulso del Ayuntamiento de Puértolas, con financiación de la Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala y el Gobierno central.
La inauguración de la ruta nabatera tuvo lugar este sábado en el entorno del puente tibetano que sirve para cruzar el río Yesa. Daniel Pallaruelo, antiguo nabatero, cruzó por el puente desde la orilla de Puyarruego hacia la de Escalona. Y lo hizo con un berdugo (cuerda natural que los nabateros elaboran para atar los troncos de la nabata). Al otro lado, dos jóvenes de la Asociación de nabateros, Silvia Pallaruelo y Rodrigo N. recogieron el testigo.
A continuación, los discursos. Félix Buil, presidente de la asociación de nabateros de Sobrarbe, valoró esta nueva ruta nabatera. «La recuperación de este camino es un reflejo de lo que quiere a Asociación, que es dejar un legado para los que siguen nuestros pasos, como nosotros hemos seguido los pasos de los nabateros que nos precedieron», indicó.
Por su parte, el alcalde de Puértolas, José Manuel Bielsa, recordó el trabajo para rehabilitar este camino. «Comenzó en 2015 cuando desde el ayuntamiento empezamos a trabajar en la recuperación de los antiguos caminos del municipio», rememoró. «Pero este es muy especial y se puede recorrer conociendo la historia de los nabateros a través de unas estaciones con códigos QR que cuentan la historia y la labor de los nabateros, en una actividad que es patrimonio de la UNESCO», añadía.
Encuentro Internacional de Nabateros
En el marco de la inauguración de esta ruta nabatera se dio a conocer el programa del Encuentro Internacional de Nabateros. Bajo el puente de Laspuña se desvelaron los actos programados para los días 15 a 18 de mayo. Unos 300 nabateros de toda Europa se citarán en Sobrarbe. El encuentro incluirá homenajes, como el tradicional cambio de berdugo en el monolito nabatero de Puyarruego. Este año, a cargo de quienes impulsaron la creación de la Asociación, como son Severino Pallaruelo, Eugenio Monesma, Ángel Luis Escalona y Ángel Gari.
El encuentro también acogerá diversas actuaciones, como las del Corro de bailes de San Chuan de Plan, el corro de bailes de Bielsa o el Biello Sobrarbe. Y más música, con los conciertos de Superlópez, La orquestina del Fabirol, Los Navatas o la Ronda de Boltaña.
El Encuentro Internacional de Nabateros también acogerá dos mercadillos de productos locales, el viernes 16 en Laspuña y el sábado 17 en Aínsa.
Descenso del Cinca
Por otra parte, el descenso se realizará este año en sábado para facilitar la participación de los nabateros llegados de Europa. El día comenzará con a misa nabatera, oficiada por el obispo Ángel Pérez Pueyo, y el descenso desde Laspuña.
Tras la llegada a Aínsa, tendrá lugar el desfile de todas las delegación con sus trajes típicos y encabezados por la animación de los Titiriteros de Binéfar, desde el puente del Cinca hasta la plaza del Castillo. Allí se realizará otro homenaje a los nabateros, en el monolito instalado junto a una nabata que permanece expuesta en este lugar, con un emotivo recuerdo a los nabateros que han fallecido en el último año.
Una comida con todos los participantes proporcionará un lugar de encuentro y convivencia. Con la cena de despedida el mismo sábado 17 de mayo, a la que está previsto que asisten 700 personas y que contará con la actuación de La Ronda de Boltaña, se pondrá punto final a unos intensos días de convivencia, tradición y fiesta nabatera.
Ruta nabatera y actividades en Aínsa
Este sábado, además de la ruta nabatera, se organizaron otros actos en Aínsa. Así, por la mañana, hubo una sesión de puertas abiertas en el huerto escolar. Siete familias, con niños de diferentes edades, y un nutrido grupo de adultos pudieron trenza cuerda, fabricar ladrillos de adobe y colaborar con otras estructuras en el huerto.