Barbastro

Clara Bibián: «La geriatría sigue siendo un poco desconocida»

La geriatra del Hospital de Barbastro subraya que su especialidad es «muy completa» y aborda integralmente al paciente

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Clara Bibián, en la consulta, donde cada día atiende a sus pacientes. Foto: S.E.
Adrián Mora Mora
21 febrero 2022

Los geriatras son unas figuras vitales para muchos mayores. Ahora, con la pandemia de por medio, las patologías crónicas han dificultado todavía más su labor, sobre todo, por el aislamiento social que supone el virus para muchas personas de avanzada edad.

El reto diario de Clara Bibián, geriatra, es tratar con población envejecida. “Eso quiere decir que presenta una patología crónica. Esto hace que sea muchas veces invalidante para el paciente y esto se traduce en un aumento de sus necesidades, tanto a nivel asistencial (puede ser a nivel hospitalario, ambulatorio…) y también social”, explica. Una patología que desemboca, en alguna ocasión, en una sobrecarga en el núcleo familiar y observan que “vemos que tienen recursos limitados”. 

¿Y qué es lo que diferencia a los geriatras de otros especialistas? Lo principal es el “abordaje integral del paciente”. En primer lugar, se valora a la persona, no sólo desde el punto de vista médico, sino también social, funcional y cognitivo/afectivo.”Intentamos detectar desde un primer momento todos los problemas que pueden tener consecuencias adversas en su vida diaria”, subraya Bibián.

 Es una especialidad –explica– “muy completa, pues abarca la prevención de enfermedad y discapacidad, trata enfermedades tanto agudas como crónicas y también detectamos el momento en el que no hay que curar, sino paliar (cuidados paliativos-sintomáticos)”.

Tendencia cambiante

La tendencia en geriatría en los últimos años ha cambiado. Se podría decir que existe una diferencia sustancial en la actualidad que se ciñe en la mayor esperanza de vida de la sociedad. Bibián asegura que “hemos tenido más trabajo en cuanto a cantidad. Sí que es verdad que el envejecimiento cada vez es mayor, es decir, que la esperanza de vida está aumentando”. Como consecuencia, eso repercute en los pacientes. “Se ve que hay mucha más enfermedad crónica y eso supone una mayor dependencia funcional y, muchas veces, un deterioro de su calidad de vida. El envejecimiento está aumentando de forma exponencial en las últimas décadas. Hay una baja tasa de natalidad”, asevera. En concreto, en España, en las últimas décadas se ha duplicado el número de pacientes de personas mayores de 65 años y para Bibián, el reto podría ser “que el incremento de esperanza de vida venga acompañado de un aumento de calidad de vida de nuestros mayores”.

Problemas comunes y la pandemia

El problema más común de los pacientes de geriatría es la comorbilidad (presencia de dos o más enfermedades al mismo tiempo en una persona) que presentan, tanto física como mental. Estos pacientes tienen la peculiaridad de que, ante cualquier agente externo o factor estresante (por ejemplo, una hospitalización por un proceso infeccioso), deriven en declive funcional y cognitivo. “Si no lo detectamos ni tratamos, puede llevar a una pérdida de su autonomía”, añade la geriatra.

Los pacientes, ¿son reticentes a acudir a un profesional? La especialidad de geriatría, reconoce Bibián, sigue siendo “un poco desconocida a pesar de que lleva décadas de bagaje”. Lo que resulta más llamativo es que “es desconocida en algunos entornos profesionales. Los pacientes reconocen el beneficio que supone ese cambio de visión porque repercute en su calidad de vida”.

Y, cómo no, la pandemia de coronavirus ha traído consigo unos meses duros en todos los aspectos: “No debemos olvidar que los principales afectados han sido los pacientes”. El aislamiento social para los mayores, concluye, “ha hecho que mucha patología crónica y, sobre todo la afectiva, se agudice. En lo personal, hemos puesto todo de nuestra parte para intentar paliar los efectos. Está siendo duro ver según qué situaciones”.

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