Decenas de visitantes esperaban en las puertas del parking Cortes de Aragón minutos antes de la apertura de puertas que daba inicio a la XXVII edición de la Feria del Libro Aragonés. En total, en las dos primeras horas desde el inicio de la feria, pasaban más de 600 personas.
La presentación de la exposición ‘Baraja ilustrada aragonesa’, de Chema Agustín y Alberto Sevilla, suponía el primer gran acto de la mañana, que se va a mantener durante toda la feria, al igual que dos exposiciones más: una sobre el 175 aniversario de Joaquín Costa y otra sobre la mujer y la literatura.
Pregón de Melero
José Luis Melero se convertía en el gran protagonista de la mañana con la lectura del pregón. Para la ocasión, preparaba un texto muy emotivo, con el carácter y la personalidad propios de su estilo literario. Reivindicó a Monzón como la capital del libro aragonés durante estos días. Además, ha comentado el aragonesismo que se respira en la FLA y la labor de esta en materia de articulación, armonización y vertebración del territorio.
Posteriormente, el periodista Antón Castro moderaba una charla coloquio en la que participaba el propio Melero, junto a los autores Ana Alcolea, Manuel Vilas y Estela Puyuelo. Comentaron experiencias y valoraron el panorama literario aragonés en la actualidad. Durante la mañana, ya se realizaban las primeras firmas de libros. Se celebraron algunos talleres de escritura, y por supuesto, se producían las primeras ventas de ejemplares.
Hoy llega el Tren de la Cultura
Con casi la totalidad de los billetes vendidos, vecinos de Zaragoza viajarán a Monzón en el Tren de la Cultura para visitar la Feria del Libro Aragonés. El billete también incluye entrada al Belén Monumental y una visita con recreación histórica al Castillo de Monzón. Tanto los viajeros, como vecinos y visitantes, podrán disfrutar de las 15 presentaciones que tendrán lugar mañana. Asimismo, disfrutarán de los talleres de escritura, de ilustración, y de talleres infantiles para los más pequeños.
Melero, Lasala, Vilas, Plana y Adell ya lucen monolito en el Paseo de las Letras Aragonesas
