La Diputación Provincial de Huesca inició Signos hace tres décadas con objeto de poner en valor el patrimonio histórico-artístico de nuestro territorio. En su cuarta entrega, titulada ‘Patrimonio de la fiesta y la música en Huesca, siglos XII al XVIII’ contempla el patrimonio material e inmaterial, tanto profano como religioso. La exposición está distribuida en cuatro sedes; el Museo Diocesano de Huesca, el de Jaca y el de Barbastro-Monzón, y en la sala de exposiciones de la DPH.
En la inauguración de la exposición estuvieron presentes la diputada de Cultura de la DPH, Maribel de Pablo; Carmen Morte, comisaria de la exposición y Ángel Noguero, vicario General de la Diócesis de Barbastro-Monzón. Así como la asistencia de diversas autoridades del territorio, como la concejala del Ayuntamiento, Belinda Pallás; el presidente de la Comarca de Somontano, Daniel Gracia; o la subdirectora del Museo, María Puértolas.
Carmen Morte, comisaria de la exposición, ha reflexionado en la inauguración de la exposición sobre el concepto de patrimonio. «Realmente cuando se planteó la exposición yo no podía hacer lo mismo que en 1993 porque el concepto de patrimonio ha cambiado muchísimo. Entonces se hablaba de pura cuestión estética, o bello o feo, y si no tiene más de 100 años, no es patrimonio. Eso a día de hoy ha cambiado porque es muy importante todo lo del patrimonio inmaterial. Un patrimonio que también está presente en la propia exposición».
Y añade: «Todo es patrimonio. Las fiestas, las músicas, las procesiones, las romerías; todo es identidad y eso forma parte del patrimonio. Y la fiesta es eso, una unión de una comunidad».
Precisamente esta mentalidad es la que ha intentado plasmar como hilo conductor de la exposición. «Ha sido un hilo muy difícil e imposible. Por eso llegamos a la conclusión de que lo mejor era hacerlo desde el punto de vista del calendario litúrgico y de las estaciones del año. Es decir, siguiendo esa secuencia del tiempo, que es además lo que marca las fiestas. De algún modo, muchas de esas obras es un patrimonio vivo, como las vírgenes que salen en las procesiones y celebraciones de los pueblos». Además, en esta exposición «se ha pretendido que tuvieran una relación son su entorno».
Por último, ha animado a todos los altoaragoneses a que visiten la exposición «porque es nuestro patrimonio, es el patrimonio vivo».
