La cosecha de la Patata de Chía no ha sido la mejor en este 2021. Los ocho mil kilos por hectárea de 2021 se quedan cortos al compararlos con otros, cuando lo normal es que se recogieran 13 kilos. Estos datos significan un 40% menos respecto a otros años.
El presidente de la Asociación de Productores de la Patata de Chía, Arturo Lanau, explica que ha sido una cosecha «normal». El verano húmedo y fresco es perfecto para este tubérculo. El problema, añade, es que la siembra «fue extremadamente húmeda. Y durante la siembra, una vez que habíamos sembrado, llovió tres días y lo que hizo fue apretar mucho el terreno». A raíz de ello, las patatas han salido pero no se han desarrollado bien y lo que hay son calibres más pequeños.
Este año se han recogido 8.000 kg de patatas por hectárea, cuando lo normal es llegar a 13.000 kg.
La Feria de la Patata de Chía no se ha celebrado en 2021
Por segundo año consecutivo, la Feria de la Patata de Chía no se ha celebrado. La situación sanitaria actual ha llevado a los organizadores a no señalar en el calendario una de las citas más importantes del año en la comarca de La Ribagorza. Esta iba a ser la décima edición, que tendrá que esperar a 2022.
El año pasado también se quedaron con las ganas de acoger un día muy especial para la localidad. El sábado del puente de Todos los Santos todos los vecinos, además de las familias que viven fuera, así como vecinos de pueblos cercanos, se acercaban hasta Chía para degustar la patata. Finalmente, y a pesar de tener dudas hasta el último momento, la pandemia ha obligado a suspender, un año más, esta cita gastronómica.
Arturo Lanau explica que ha sido «imposible hacerla limitando el aforo». Se trata de una feria, de un «día bonito», que ha cogido mucho nombre a lo largo de los últimos años. Además, convive en una época en la que hay mucho turismo en el valle. «La gente de alrededores, e incluso de Zaragoza, subían a Chía. Viendo cómo está la cosa, decidimos no hacerla», lamenta. Lo que no faltan son las ganas de celebrarla y ya miran con esperanza al 2022.
«La Feria de la Patata de Chía es imposible hacerla limitando el aforo»
Arturo Lanau, presidente de la Asociación de Productores de la Patata de Chía
El invierno en Chía, donde apenas duermen 60 personas durante los meses más «duros», contrasta con las 1.700 raciones de comida que se repartían un día de feria.
Las patatas ya están en el mercado
Las patatas de Chía ya se pueden adquirir en los diferentes comercios del Valle de Benasque. También en Graus y Barbastro, donde tienen dos cadenas importantes que las comercializan. Hermanos Cabrero (IFA), de Huesca y Alcampo, ya comercializan este producto. «Al ser una patata ecológica, Alcampo la tiene en su sección de productos ecológicos», resalta Lanau.

Pero, ¿qué es lo que caracteriza a este producto tan reconocido? Se trata de una patata criada en altura, «que le confiere unas propiedades de dureza muy buenas». Además, se cultiva en secano y es ecológica. La suma de estas características hace que «sea una patata con sabor a patata». Ni más, ni menos. Es un tubérculo que sirve «para todo: hervir, cocer, freir… Para hervir queda muy bien», resalta Lanau, que la define como una patata «polivalente».
La Asociación de Productores de la Patata de Chía se compone de cinco agricultores de la propia localidad. A todos ellos les une El Remós, un centro especial de empleo que se encarga de toda la comercialización. El Remós compra la patata a los agricultores, hace el procesado, las limpia, las clasifica y las embolsa. También las distribuye a todas las tiendas. Lanau concluye resaltando la labor que hace dicho centro y asevera que se trata de una ayuda «mutua, que nos beneficia a las dos partes».