La Asociación de Alzheimer teje un manto para la Virgen del Pilar de Barbastro. La patrona de Aragón, en su capilla de Barbastro, luce ya el manto de ganchillo tejido por voluntarias de la Asociación de Alzheimer de Barbastro y Somontano. En su 25 aniversario, han querido mostrar en cada punto «la gratitud por el apoyo recibido durante estos 25 años. Y la plegaria por las personas que sufren». El obispo de la diócesis de Barbastro-Monzón, Mons. Ángel Pérez Pueyo, presidió la eucaristía. Con la música de integrantes de la Coral Barbastrense quienes interpretaron el Himno a la Virgen del Pilar, un momento que unió a los presentes en un sentido homenaje.
El obispo de Barbastro-Monzón, monseñor Ángel Pérez, recibió a las asistentes. Encabezadas por las presidentas de la Asociación, Carmen Javierre, y de la Cofradía del Pilar, Pilar Zazurca. El prelado subrayó el bien realizado durante un cuarto de siglo por la entidad. «Cada hilo, cada puntada es como un beso, una caricia y un bálsamo de Dios», señaló.
Durante su homilía, el obispo destacó el profundo simbolismo del manto donado por la Asociación del Alzheimer. Lo describió, no solo como «un tejido de hilos y colores», sino como un «símbolo de amor, de gratitud y de confianza». Resaltó la tradición de vestir a la Virgen con mantos, cada uno con su propia historia de fe y gratitud, y elogió a la asociación por unirse a esta costumbre.
El obispo comparó la labor de la asociación con la acción de vestir a los más vulnerables con un «manto de misericordia y de ternura». Reconoció la paciencia, dulzura y fortaleza necesarias para acompañar a quienes padecen Alzheimer y a sus familias. Calificó esta labor como «una obra callada, muchas veces oculta, pero preciosa a los ojos de Dios». Concluyó su mensaje expresando su felicitación a la presidenta y a todo el equipo. Y les aseguró que la Virgen del Pilar, al recibir el manto, también los cubre a ellos con su protección maternal.
Los sacerdotes de la Unidad Pastoral, Jaime Cruz y Johany Cardona, bendijeron el mando y don Ángel rezó para que este fuera un «signo de nuestra gratitud, de nuestro amor filial y de nuestra confianza en su intercesión». El obispo también pidió bendiciones para quienes prepararon y entregaron el manto y para la Asociación del Alzheimer de Barbastro y las familias a las que asisten. El rezo concluyó con la esperanza de que, al contemplar a la Virgen cubierta con el manto, los fieles puedan sentirse bajo su amparo maternal.