La Almendrera

Almendra amarga Para quienes siguen sin respetar las reglas de circulación y cuando se mueven en bicicleta suben y bajan de las aceras según su conveniencia.

Almendra amarga Para quienes abusan de los obsequios gratis. Recién abierto un establecimiento en la ciudad, algunos optan por llenar sus bolsillos con unos simples bombones.

Almendra amarga Para quienes siguen depositando enseres domésticos junto a contenedores fuera de los días establecidos, como esta semana en la calle Estadilla en el cruce con Camino de la Barca.

Almendra amarga Para la los conductores que, en estos últimos, días no están respetando las indicaciones de las vallas el aparcamiento de la Huerta de Maza.

Almendra amarga Para quienes no solo no respetan una dirección prohibida sino que, además, levantan la cabeza con orgullo ante la infracción y no hacen ni un gesto de perdón. Va por quien entró esta semana en el aparcamiento del Portillo por dirección prohibida.

Almendra amarga Para quien tuvo la ocurrencia de dejar una botella de pie en medio de la calzada en la calle Beato Florentino, obligando a los vehículos a reducir, rodearla u otras maniobras que, en cualquier caso, pueden suponer un peligro.

Almendra amarga Para la compañía eléctrica cuyos problemas técnicos causaron múltiples minicortes de luz entre el viernes y el martes pasado. Debería haber dado algún tipo de explicación.

Almendra amarga Para las personas que pasean por la vía pública con la mirada y la mente fijas en sus dispositivos móviles, ajenos a todo lo que pasa a su alrededor. Suponen un peligro.

Almendra amarga Para quienes dan trabajo a los citados ciudadanos, dejando rastro allá por donde pasan

Almendra amarga Más que amarga. Putrefacta. Para los hombres que deciden que cualquier sitio sirve para orinar, incluido el lateral de un contenedor, a plena luz del día. Asqueroso.

Almendra amarga Para los conductores que deben pensar que en los pueblos no vive nadie y pasan con sus coches a toda velocidad por sus travesías. Muy habitual en la A-1232 desde Barbastro hacia la sierra de Guara.  

Almendra amarga Para los conductores que aún no se han percatado de que deben hacer un ceda al paso en la calle Castillo en su cruce con la calle El Terrero. Los hay que bajan a toda velocidad en una zona que, además, se encuentra junto al polideportivo de La Merced y muy cerca del colegio del mismo nombre.

Almendra amarga Muy amarga a quien se llevó estas Navidades el Niño Jesús del Nacimiento instalado en la plaza Constitución. El Ayuntamiento denunció su desaparición el mismo día de Nochebuena por la mañana. De cara a la noche, anunciaba que ya había sido devuelto.

Almendra amarga A los conductores que no respetan las líneas de los carriles, molestando al resto de vehículos. Por ejemplo, en el doble ceda al paso en la rotonda del tanatorio desde Corona de Aragón.

Almendra amarga A esos dueños de perro que salen a pasear con sus mascotas y las dejan libres en zonas urbanas. Lo peor, la consabida frase de «no te preocupes, no hace nada». Falta respeto a los demás viandantes.

Almendra amarga Para todos los que se muestran incapaces de mantener una decoración navideña como «la nieve» de la plaza Aragón. No solo los niños sucumben a la tentación de tocar y hacer una bola con la nieve de imitación. Vergonzoso.

Almendra amarga Para quienes circulan con patinetes o bicicletas y alternan sus trayectos por calzada y aceras según les convenga para acortar su recorrido. Si viajan en un vehículo deben respetar las normas de circulación de estos y no combinarlas con las de los peatones cuando vaya mejor.

Almendra amarga A quienes no se enteran, o no se quieren enterar, de que no deben alimentar a los gatos callejeros. Por un lado, existe un grupo autorizado para controlar las colonias felinas. Por otro, como dice un dicho: «no mantengas más gatos que los que cazan ratones».

Almendra amarga Para los peatones que deciden cruzar por donde mejor les viene, sin acercarse al correspondiente paso de cebra. Igual que pedimos respeto y cumplimiento del código de circulación a los conductores, los viandantes deben atenerse a las normas y no molestar a los demás.

Almendra amarga Para quienes creen que la calle y/o el mobiliario público puede ser un gran cenicero. Más allá de quienes tiran las colillas al suelo, contribuyendo a ensuciar las calles, están quienes depositan los restos de su cigarro en jardineras.

Almendra amarga Para los conductores con una concepción desmesurada del aparcamiento en doble fila: dejar el coche delante de un hueco sin llegar a aparcar y con los intermitentes encendidos.

Almendra amarga Para las personas que no saben expresar sus opiniones sin insultos más o menos elaborados. Se observa cada día en las redes sociales. Ante una noticia, siempre hay alguien que expresa su disconformidad recurriendo a la mala educación.

Almendra amarga Para quienes no se han enterado, o no se quieren enterar, de que el Ayuntamiento dispone de una ordenanza de convivencia ciudadana con multas para quienes no recogen las deposiciones de sus perros de la calle.

Almendra amarga Para las personas (y no siempre se trata de niños pequeños) que entran en la biblioteca y trasladan sus preguntas al personal en voz alta. Muy poco respeto muestran al resto de usuarios en un lugar donde el silencio es un bien muy preciado.

Almendra amarga Para los conductores con poca empatía que en algunos cruces no se mueven por nada. Siquiera para dejar un poco más de hueco a los autobuses. Pasa, de vez en cuando, en la esquina de Corona de Aragón con avenida Pirineos.

Almendra amarga Para los conductores que, se supone que sin querer, golpean más o menos otro coche, miran a un lado y a otro y se marchan como si nada.

Almendra amarga Más que amarga. Putrefacta. A quienes orinan en cualquier esquina como si fueran animales por no desplazarse unos metros a los baños públicos. Ha pasado, una vez más, estas fiestas. Especialmente en la zona de Interpeñas.

Almendra amarga Para los conductores que aparcan en doble fila. Especialmente en los entornos de los colegios en los horarios de entradas y salidas. Dificultan el tráfico de otros coches y de los peatones y además, en muchas ocasiones, disponen de sitio para aparcar a dos minutos andando.

Almendra amarga Para los conductores que en los aparcamientos marcados por líneas en el suelo no dejan su coche encajado entre ellas. Obligan a otros conductores a traspasar también las líneas y, como consecuencia, terminan por dejar menos espacio para aparcar.

Almendra amarga Para los incívicos que pasean por la calle limpiando su garganta entre sonoros y desagradables ruidos para luego, además, dejar sus esputos en la vía pública.

Almendra amarga De amarga a putrefacta. Para el individuo que se está dedicando a disparar perdigones a los gatos que rondan por las cercanías de su casa. Está pasando en el entorno del parque Félix de Azara, con un gato que acumula tres perdigones. Ya está denunciado. Eso es maltrato animal.

Almendra amarga Para los (afortunadamente pocos) maleducados que no saben comportarse en grandes citas como los festivales. En el pasado PolifoniK, unos individuos querían impedir el paso de una señora mayor por el Coso, donde se celebraba uno de sus actos. La señora, que vive ahí mismo, tuvo que amenazar con pedir auxilio a las autoridades.

Almendra amarga A los motoristas que en las noches de verano «queman rueda» por las calles de Barbastro. Les pedimos empatía con los que duermen.

Almendra amarga A los conductores que prescinden del uso de los intermitentes. Especialmente en cruces, donde hay vehículos esperando y podrían hacer su maniobra si supieran las intenciones de esos conductores.

Almendra amarga A los responsables del ya tercer cambio de fecha y ubicación de la gala No te lo puedes perder, que ha afectado a decenas de escolares, así como a sus familias. Algunos profesores han manifestado su enfado; el último cambio se produjo con solo unas horas de antelación.

Almendra amarga Para el o la responsable de que la ministra Isabel Rodríguez, a su paso por Barbastro hace unos días, no llegara a firmar en el libro de honor de la ciudad. Una cosa es que viniera en campaña, otra que no se recoja la visita de una autoridad nacional como es una ministra del Gobierno de España en el protocolo municipal.

Almendra amarga Para los incívicos que usan el suelo de las calles como si fuera un váter o una papelera. Desde quienes, entre desagradables ruidos, tiran flemas en forma de escupitajos, hasta quienes no se cortan en echar cáscaras de pipas, papeles o colillas.

Almendra amarga A los dueños de perros que no solo ignoran las señales de su paso por los parques. Algunos tienen la desfachatez de dejarlos sueltos cuando hay niños y, para más inri, son capaces de decir que no tiene importancia, que el perro es bueno y no hará nada.

Almendra amarga Para quienes se arriesgan a meterse en los contenedores de ropa usada para llevársela. Además de peligroso, afectan a la entidad que gestiona esta ropa que, con muy buen criterio, la vuelven a poner en circulación.

Almendra amarga Para quienes no respetan el paso de las procesiones por las calles y cruzan por medio de los cofrades. Cierto es que es toda una semana de calles cortadas, pero es determinados momentos y Barbastro no es una ciudad tan grande como para que cueste tanto dar un rodeo para llegar al destino.

Almendra amarga Para los amantes de lo ajeno, que llegaron a protagonizar la anécdota del Jueves Santo. Los cofrades de La Merced detectaron poco antes de salir que las mazas para dirigir sus pasos en la procesión del Prendimiento habían desaparecido de la iglesia de las Capuchinas.

Almendra amarga Para quienes siguen teniendo la costumbre de alimentar a los gatos callejeros en cualquier lugar. Existe un grupo de control de la colonia felina. Que su labor no se vea empañada.

Almendra amarga Para los conductores que circulan sin ningún respeto a nadie. Esta semana, uno dio la vuelta en plena plaza Diputación para ponerse en el sentido del aparcamiento. Otro, en el puente San Francisco, iba a tal velocidad que ni se percató de los peatones en el paso de cebra.

Almendra amarga Para quienes son incapaces de acudir a un acto sin apagar su móvil o, mínimo, silenciarlo. Esta semana ha pasado en las jornadas de la Escuela Municipal de Música.

Almendra amarga Para los motoristas que circulan con imprudencia y generando unos ruidos más que molestos, especialmente de cara al buen tiempo en el que comenzamos a abrir ventanas y balcones.

Almendra amarga Para quienes deciden que la biblioteca es un buen lugar para conseguir un libro. Pero no llevándoselo en préstamo, sino haciéndolo de su propiedad. Un hurto en toda regla que tiene lugar, especialmente, con ciertas ediciones y que es más frecuente de lo que pensamos.

Almendra amarga Para quien «se inventa» pasos de cebra y cruza por ellos. Se ven habitualmente peatones que pasan por donde mejor les viene. El colmo, un hombre que decidió cruzar en diagonal por la rotonda entre las calles Luis Buñuel, Graus y Gaspar Torrente, haciendo parar a los coches que circulaban en ese momento.

Almendra amarga A los amantes de lo ajeno que están actuando en la ciudad en las últimas semanas. Parece que el cobre es el bien buscado, sin embargo, han llegado a dejar una casa desvalijada e inhabitable. Esperemos que haya justicia y las Fuerzas de Seguridad puedan detener a los autores; y que luego no se vayan de rositas.

Almendra amarga Para quienes tienen un gato en casa pero es patrimonio de todo el vecindario. En algunas urbanizaciones, hay gatos, con dueño, que se pasean por todas las propiedades colindantes, causando malestar entre los vecinos.

Almendra amarga Para quienes crean y difunden informaciones «de interés» por WhatsApp y otros medios digitales pensando que hacen un servicio público. Aunque pueden contener datos reales, suelen incluir muchos dudosos e, incluso, falsos. Pasó esta semana con la noticia del incendio en la calle de San Hipólito. Hacemos extensiva la almendra a quienes dan por cierta cualquier información que les llega y la difunden.

Almendra amarga Para los gamberros descerebrados que vandalizaron ambulancias y vehículos de transporte sanitario en la noche del domingo 15 al lunes 16. Nos faltan palabras para calificar esta acción de destrozos. Y nos gustaría hablar con ellos para que nos explicaran qué pasa por sus cabezas y escuchar sus motivos.

Almendra amarga Para los organizadores de la San Silvestre de Barbastro. Uno de sus grandes atractivos ha sido siempre el premio a los mejores disfraces para adultos. Este año, a pesar de estar anunciado, se obvió este reconocimiento.

Almendra amarga Para los amantes de lo ajeno, que entran en propiedades privadas a hacer mal. Esta semana, uno o varios individuos entraron en un solar propiedad de un constructor; se llevaron varios puntales de obra pequeños y echaron por la valla afuera unos cuantos grandes.

Almendra amarga Para los vehículos que ignoran la dirección prohibida de la calle Hermanos Argensola desde el puente de San Francisco y utilizan ese tramo de subida.

Almendra amarga Para quienes ignoran las más elementales normas de aparcamiento. Alguno que otro «olvida» que los bolardos móviles de acceso a la plaza de San Antonio no son para aparcar delante. Por no extendernos con los coches en doble fila en las inmediaciones de los colegios.

Almendra amarga Para los responsables de la organización de ese mismo acto por varios detalles: cuando la gente salió a la calle las luces navideñas ya estaban encendidas. Faltó megafonía: ni se escuchaba la música del pasacalles ni los villancicos del Grupo Tradiciones. Y, para rematar, entre el repertorio que cantaron los alumnos de la Escuela Municipal de Música se colaron canciones de anuncios navideños.

Almendra amarga Para quienes echaron unos rescoldos vivos en un solar de la zona de El Terrero, que prendieron la maleza. Tuvieron que intervenir los bomberos, evitando males mayores.

Almendra amarga Para los responsables de la cancelación de una jornada el lunes pasado en la UNED de Barbastro. Se olvidaron de avisar al mismo alcalde, que se presentó al acto de bienvenida y ahí no había nadie.

Almendra amarga Para los dueños de perros que ignoran, una y otra vez, las señales de ‘no perros’ en espacios verdes. Y ya no es que estén ahí, sino que algunos los dejan sueltos cuando, además, hay más gente, especialmente niños.

Almendra amarga Para los peatones que se colocan en el borde de la acera, junto a un paso de cebra no regulado por semáforos, y cuando para el vehículo, hace señas de que continúe. Si no tienen intención de cruzar, no se coloquen ahí, y si la tienen, no desdeñen su oportunidad.

Almendra amarga Para los conductores que usan el espacio del paso de cebra frente al Juzgado para cambiar de sentido. A tan solo unos metros está la rotonda que debe usarse para esta maniobra.

Almendra amarga Para quienes aparcan en lugares inapropiados. Ya no es solo en doble fila o encima de las aceras. Además, en una esquina, quitando visibilidad a peatones y al resto de vehículos que quieren girar.

Almendra amarga Para los gestores del Hospital de Barbastro. Preguntados por este medio sobre la situación del personal la semana pasada, mostraron su satisfacción, teniendo sobre la mesa la carta de renuncia de la responsable de la Unidad de Oncología del sector.

Almendra amarga Para quienes depositan enseres en lugares insospechados. Una cosa es no conocer los días de recogida y dejarlos junto a un contenedor. Otra tirarlos al río. Como esta misma semana, que se ha podido ver un colchón enrollado en medio del río Vero.

Almendra amarga Para quienes exigen trámites administrativos por vía telemática, pero los documentos que piden enviar no se pueden rellenar en el ordenador. Pasa en el ámbito público y en el privado. Toda una contradicción.

Almendra amarga Para los dueños de perros que siguen ignorando las señales de ‘No perros’ en las zonas verdes de la ciudad. No cabe ningún tipo de excusa. En muchas ocasiones esas mismas zonas verdes son las usadas por los más pequeños para jugar.

Almendra amarga Para quienes riegan las plantas de sus balcones y ventanas sin ser conscientes de que el agua sigue goteando a la calle. Los peatones se ven sorprendidos por lluvias inesperadas.

Almendra amarga Para la escasa participación de representantes institucionales del Gobierno de Aragón en las fiestas de Barbastro. Con la multitud de actos que hubo y nadie pareció tener tiempo de acercarse a compartir estos días con los barbastrenses.

Almendra amarga Para los que usan las farolas y árboles, especialmente en el paseo del Coso, para pegar sus carteles publicitarios. Es incívico e ilegal.

Almendra amarga Para la moda de quemar una traca en la plaza Palacio cuando terminan las bodas en la Catedral. No es bueno ni para el patrimonio, ni para el medioambiente ni para los oídos.

Almendra amarga Al mal estado de la escultura de hierro del paseo del río, junto a San Francisco, sin la hierba que completa la estructura de hierro. Su abandono no pudo disimularse durante las visitas del festival BFoto.

Almendra amarga Para los autores del vandalismo que, de tanto en tanto, afecta al letrero de ‘Barbastro’ en la plaza del Mercado. En la última acción arrancaron dos letras, una B y la S.

Almendra amarga Para los sujetos del mismo gremio que los de arriba que, de noche, del puente del Portillo donde estaba anclada, se llevaron la querida bicicleta de una ciclista habitual. Poca esperanza tiene ya de recuperarla porque de esto se cumplen al menos tres semanas. Ha tenido que comprarse otra.

Almendra amarga Para los cacos que abrieron la semana pasada un coche en la plaza entremurana de doña Petronila. Es mayor el trastorno y el fastidio que provocan que el valor de lo que se llevan: la documentación del coche, toalla, bikini, cangrejeras, pantalón corto, camiseta, luces de repuesto, triángulos, chaleco de seguridad….

Almendra amarga Para los responsables que permitieron que la suciedad quedara en la plaza del Mercado el sábado horas después de terminar el concierto de PolifoniK Sound. Falta de previsión o no, no se debe permitir una situación como la que se dio.

Almendra amarga Para los conductores que aparcan sin ton ni son y terminan por ocupar más espacio del necesario, impidiendo a otros coches encontrar un hueco. Pasa, sobre todo, cuando no hay líneas delimitadoras.

Almendra amarga Para el Ayuntamiento de Barbastro, por la manera de dar a conocer las nuevas responsabilidades de los concejales. En rueda de prensa aparece el nuevo edil de Festejos; se supone que la anterior se queda solo con Deportes. Y tampoco se sabe con certeza quién asume Hacienda, tras la renuncia del concejal a finales de marzo.

Almendra amarga Para quienes ignoran los carteles de ‘No perros’ en los espacios verdes de los parques. Mal que lo hagan cuando están vacíos; fatal cuando los recintos están llenos de menores y sus familias que quieren disfrutar del césped.

Almendra amarga A la falta de transparencia sobre las listas de espera para las consultas externas del Sector Salud de Barbastro. Según el Gobierno de Aragón, se está desarrollando de forma piloto el nuevo sistema informatizado de gestión de la lista de espera, de modo que los datos ya no se cuelgan. Pero el caso es que no aparecen desde mayo de 2020.

Almendra amarga Para los dueños de los perros que no recogen los excrementos de la calle. Es especialmente asqueroso ver restos en las inmediaciones de los colegios o de los parques; lugares que, por cierto, no respetan algunos, entrando con los perros a pesar de no estar permitido.

Almendra amarga Para los conductores de coches que deciden aparcar ocupando dos plazas de estacionamiento. Sin duda, les es más fácil dejar su vehículo, pero luego hay otros conductores que se quedan sin espacio.

Almendra amarga Para los servicios públicos que no han recuperado la presencialidad o que todavía siguen exigiendo cita previa para atender a los usuarios. A estas alturas de la pandemia ya no tiene sentido estas limitaciones que aún ralentizan más los engorrosos trámites administrativos.

Almendra amarga Para los incívicos que siguen utilizando el suelo como papelera. Lo hacen con tanta naturalidad que, a las puertas de un establecimiento, lanzan sin mirar una colilla encendida a los pies de los viandantes casi sin inmutarse.

Almendra amarga Para los progenitores de los menores que el pasado martes disfrutaron jugando con la cinta perimetral colocada en el parque de la Jarea; por la mañana, las máquinas arrancaron los tocones de los chopos cortados. Por la tarde, la zona infantil se llenó de niños y niñas que encontraron en la cinta y en la tierra removida un nuevo juego sin que sus padres hicieran nada por evitarlo y enseñarles civismo.

Almendra amarga Para los coches que circulan por la calle Hermanos Argensola como si fuera la Gran Vía de Madrid. Es una calle unidireccional, con aceras estrechas y no es de recibo que haya vehículos que vayan a gran velocidad o invadiendo la acera. Ponen en peligro a los peatones.

Almendra amarga Para los políticos que no encuentran tiempo para atender a los periodistas cuando les solicitan una entrevista. Son servidores públicos y una de sus tareas es facilitar el trabajo de quienes quieren dar una información de primera mano.

Almendra amarga Para los creativos que, parece, no saben elegir un nombre en nuestro idioma, el español, para un evento en nuestro entorno. Esta semana, presentan el Pirineos Mountain Festival en Barbastro; la pasada se celebró el Monzón Summit… Un sinfín de propuestas en inglés que, por muy de moda que esté, no hace más que relegar nuestro rico idioma.

Almendra amarga Para quienes atienden un establecimiento (público o privado) con horario de atención al público pero la hora de apertura no se corresponde a lo anunciado. Desesperante cuando uno sale dispuesto a hacer una gestión, el reloj pasa de la hora estipulada y la persiana sigue bajada.

Almendra amarga Para quienes no respetan los carteles de ‘perros no’, especialmente en los parques con niños. Muchos de estos tienen miedo a los animales.

Almendra amarga Para los conductores que siguen circulando por las calles de la ciudad como si estuvieran solos en esta vida. Cuidado con la velocidad y, sobre todo, con los pasos de cebra. Los peatones deben andar con cien ojos para evitar a los kamikazes.

Almendra amarga Para quienes tuvieron la idea de difundir la supuesta identidad del ganador de el Gordo de la Primitiva en Barbastro. La víctima de esta mala broma ha tenido que desmentir en sus redes sociales la falsa noticia. Pero cada uno de los que recibió y reenvió el cotilleo, que incluía la foto de un menor, son también destinatarios de esta almendra.

Almendra amarga Para los responsables de que las empresas sean quienes están sufriendo las consecuencias de los confinamientos escolares. Después de casi dos años de pandemia sigue sin haber medidas reales de conciliación laboral y familiar.

Almendra amarga Para los dueños de las motos que las dejan aparcadas sobre las aceras. Cierto es que no disponen de demasiados lugares de aparcamiento, pero es que muchas veces entorpecen el paso peatonal.

Almendra amarga Para los que siguen ignorando las reglas más básicas de esta pandemia. Después de casi dos años, ya es hora de que sepamos que si uno tiene síntomas compatibles con el covid, como mínimo, debe tomar precauciones: mascarilla, distancias de seguridad y limitar los contactos sociales.

Almendra amarga Para los adultos que transmiten valores de incivismo y mala educación a sus hijos. Dos ejemplos. El primero, adultos con hijos haciendo “bolas de nieve” con el papel que decora los Jardinetes, desatendiendo las peticiones de respetar esta decoración solo unas horas después de que se retocara para mantenerla. El segundo, un padre haciendo la vista gorda cuando su pequeña se colocaba con una amiguita en la cola de la miniferia de la plaza San Francisco, por delante de otros que esperaban. Resultado, dos hermanos que estaban los primeros no pudieron entrar juntos.

Almendra amarga Para los responsables de que los centros de salud sigan colapsados, con colas interminables en la calle, esperando o bien ser atendidos por su médico o por los recepcionistas que les ayudarán a completar los trámites necesarios para obtener el certificado de vacunación del covid. Recordemos que no todo el mundo tiene la capacidad para manejarse con las “facilidades” de las nuevas tecnologías. Llevamos casi dos años de pandemia y no se da solución a estas colas que sufren los ciudadanos. Lamentable.

Almendra amarga Para esta Redacción, que leyó lo que quiso escribir y no lo que escribió. En el pasado número, en portada, cambió el apellido de nuestra querida Inés Plana y la rebautizó como Laplana.

Almendra amarga Para los dueños de perros, cuyas mascotas (esperamos que por un descuido) quedan sueltas y acceden a zonas como los parques. Esta semana un perro de pequeño tamaño se acercó a jugar con los usuarios del parque de la Jarea, causando algún que otro susto a los críos.

Almendra amarga Para quienes siguen ignorando que las basuras tienen un horario de recogida y vacían sus cubos en los contenedores sin tenerlo en cuenta. Menos mal que con estos fríos no se aprecia demasiado el mal olor que genera la basura dentro del contenedor durante varias horas.

Almendra amarga Para los conductores que circulan por encima de la velocidad permitida por las calles. Y especialmente para quienes pasan por delante de las puertas de los colegios tan deprisa en horario de entrada y salida de los niños. Hay veces que las calles parecen circuitos en vez de espacios donde deben convivir vehículos y peatones.

Almendra amarga Para esos dueños de perros que siguen empeñándose en dejar sus cacas y pis en las calles. Esta semana nos hacen llegar su queja desde la calle Estadilla de Barbastro. ¿Para cuándo la ordenanza que obligue a echar agua encima de las meadas para diluirlas? ¿Y la vigilancia necesaria para hacer cumplirla?

Almendra amarga La poca vergüenza de quienes dejan los excrementos de su mascota en la calle se multiplica en quienes no les importa dejar «el regalito» en la puerta del colegio antes de la entrada de los niños. Pasó esta semana en La Merced.

Almendra amarga Almendra amarga a quien corresponda. No es de recibo que los camiones que circulan con material de obra (por ejemplo, tierras o arenas) lo hagan con la carga destapada, de modo que vayan dejando rastro allá por donde pasan. Sucedió recientemente en el paseo de los Valles, que quedó cubierto de un polvillo blanco que apenas consiguieron quitar bien los servicios de limpieza viaria.

Almendra amarga Almendra amarga para quienes utilizan la calle como papelera y son indiferentes a que les afeen su conducta. Esta semana, una señora iba abriendo su paquete de tabaco: celofán y papel al suelo sin ningún tipo de miramiento ni visos de «estoy haciendo algo mal».

Almendra amarga Almendra amarga para los responsables de los incendios de El Terrero. Esta semana se ha vivido el octavo fuego en esta zona del barrio de San Hipólito de Barbastro desde el inicio del verano. Nada demasiado grave, pero se sigue sin saber nada de las pesquisas policiales para encontrar a los culpables.

Almendra amarga Almendra amarga. Para los peatones que no respetan las normas de circulación por vías de carretera. A pesar del amplio arcén que hay en la Ronda Norte, algunos pasean junto a la línea del asfalto. Y en carretera, cabe recordar, además, que el Código de Circulación obliga a los peatones a andar por la izquierda, viendo la circulación rodada de frente.

Almendra amarga Almendra amarga a quien corresponda. Hace unos días, los operarios desmontaron los escenarios de Las Veladetas del Vero. Pero parece que nadie se percató de que debajo de ellos, después de semanas instalados, se había acumulado suciedad. Fue el caso del Paseo del Coso, donde se podría haber previsto una pronta limpieza en tan céntrico lugar.

Almendra amarga Almendra amarga para quienes dejan los restos de sus botellones por los caminos que circundan Barbastro. Parece ser que las sendas hacia huertas es el lugar elegido para charlar y beber con los amigos, dejando rastro allá por donde pasan.

Almendra amarga Almendra amarga para aquellos peatones que parecen no tener normas de circulación; que omiten la acera para ir por la calzada o que pasan por el paso de cebra sin cerciorarse de que cruzan de manera segura. Ya que últimamente, y en muchas ocasiones, se culpa a los conductores, ahora es justo romper una lanza en su favor.