Los Titiriteros de Binéfar han recibido en su Casa de los Títeres de Abizanda a un nutrido grupo de familiares de Joaquín Costa. Los titiriteros han interpretado para ellos una pequeña pieza teatral en homenaje al político y jurista grausino. Acudieron tres generaciones de familiares para ver este homenaje a Joaquín Costa, en un espectáculo que también se abrió al público.
El espectáculo, de apenas diez minutos, tuvo su origen hace cinco años. Y es que los Titiriteros de Binéfar se marcaron como objetivo revalorizar figuras clave de la historia de España. En la obra, se repasa, a través de antiguos juguetes y elementos de uso cotidiano, la vida del padre del regeneracionismo.
Paco Paricio, director de los Titiriteros de Binéfar, maneja los títeres para recorrer los grandes hitos de la vida de Joaquín Costa. Su humilde procedencia, su viaje a Huesca para estudiar Bachillerato, su experiencia en la Exposición Universal de París. También el capítulo de los vecinos de Zaragoza llevando su féretro al cementerio de Torrero para que su semilla fructificase en Aragón. Hecho que contravino lo inicialmente previsto con un funeral en Madrid.
La obra está salpicada de célebres citas de Joaquín Costa, aún vigentes 110 años después de su muerte. Así, Paricio encaja algunas de ellas en este homenaje: «Doble llave al sepulcro del Cid», «Escuela y despensa» o la defensa de la libertad «con alma y sustancia». Todo para «salvar a la nación de sus grandes males: la oligarquía, el caciquismo y la inercia».
El espectáculo de homenaje a Joaquín Costa finalizó con un coloquio, aderezado de un vino del Somontano y queso de Radiquero. El padre del regenenarcionismo es símbolo del empeño del progreso a través de la educación. Un hombre inquieto, curioso, capaz de anteponer sus principios a la meta del poder.
Comprender la figura de Costa
Paco Paricio explica que «La Casa de los Títeres comprende el arte como un ente vivo y flexible que se adapta a las circunstancias». Así, aunque esta representación de la vida de Joaquín Costa no estaba en el programa, decidieron programarla. «Al enterarnos de que había familiares suyos en Graus, les invitamos a conocer la Casa y mostrarles el trabajo que hemos hecho en torno a la vida de su antecesor», cuenta.
Paricio reconoce que la obra puede se resultar completa para los más pequeños en algún pasaje. Sin embargo, cree que «la sencillez del lenguaje, el uso de objetos y la corta duración hace que sea una obra distendida también para el público familiar». Además, de ella «se pueden sacar algunas ideas clave en la comprensión temprana de la figura de Costa».
