Somontano

Chaime Capablo: «He logrado conciliar mi vida personal y profesional gracias al autoempleo»

Chaime Capablo, ingeniero de profesión, decidió emprender en su pueblo, Laluenga, con su empresa Dissaina

Chaime Capablo en su despacho ubicado en Laluenga. Foto: S.E.
Cristina Lanau Carpi Lanau Carpi
27 enero 2025

Este año el Centro de Desarrollo del Somontano (CEDER) cumplirá 30 años, que se dice pronto. Durante todo su transcurso de vida, esta entidad ha ayudado a numerosos empresarios que buscaban crear su negocio en la zona. En el pasado año 2024, han apoyado 18 proyectos de diferente índole, siendo 13 de ellos empresariales. Entre ellos se encuentra la empresa de servicios de ingeniería Dissaina, en Laluenga.

Chaime Capablo buscaba conciliar su vida profesional con la familiar para «ser un padre activo» en la crianza de sus tres hijos. A su vez, quería vivir en su pueblo, Laluenga. Gracias al autoempleo, Capablo ha conseguido su objetivo: «Me siento muy orgulloso de poder ser un padre presente y profesionalmente, de no perder ningún tren», declara. 

Para lograr este equilibrio Capablo ha optado por crear su propio negocio. Bajo el nombre Dissaina se encuentra su empresa en la que ofrece un servicio de ingeniería industrial a cualquier cliente, sobre todo centrados en la zona oriental de Huesca (Barbastro, Monzón, Binéfar, Fraga). «Llevo catorce años de carrera profesional relacionada con las disciplinas de ingenierías industriales y he trabajado siempre por cuenta ajena. Pero el año pasado, y sobre todo por mis tres niños pequeños, no me quedó más alternativa que ponerme por mi cuenta». Así, Capablo instaló su despacho en Laluenga, pueblo donde reside. En este aspecto, incide en que su oficio le permite trabajar en muchas ocasiones de manera remota. 

Un hecho que le ha ayudado en gran medida a obtener el equilibrio que tanto buscaba. «Cuando trabajas para otra empresa las condiciones de trabajo te vienen impuestas. Pero con el autoempleo puedo gestionar yo mi tiempo para llegar a todos los aspectos de mi vida», añade. 

El CEDER destaca de este proyecto que se trata de un empresario joven que opta por desarrollar su actividad profesional en un entorno rural. «En el Centro me recibieron con los brazos abiertos y la relación con los técnicos ha sido fabulosa durante todo el proceso», confiesa. 

Por último, Capablo anima «a todo aquel que tenga el gusanillo y las virtudes de lanzarse por sí mismo a la aventura del autoempleo, que no pierda un minuto más trabajando para nadie porque trabajar siempre realiza, pero hacerlo para uno mismo, más. Si alguien tiene un pico de motivación de que puede ser el camino, que lo explore, porque merece la pena. Y de las posibles caídas o problemas, se perfila la mejor versión de uno mismo», concluye. 



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