Ahora y siempre
Ángel Pérez Pueyo Obispo de Barbastro
Ahora y siempre

Gracias

Ángel Pérez Pueyo Obispo de Barbastro
29 junio 2025

Al concluir este curso pastoral evocamos las figuras de Pedro y Pablo como un nuevo modo de ser Iglesia. En cada uno descubrimos una forma distinta de vivir la fe: Pedro, impulsivo y frágil, es testigo de una fe sencilla que confiesa: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Pablo, incansable sembrador del Evangelio, fue transformado por un encuentro con el Resucitado que cambió su vida para siempre.

Ambos son testigos del Evangelio que no nace de fórmulas ni doctrinas, sino del encuentro vivo y personal con Jesús. La fe no consiste tanto en creer algo como en creer en Alguien. El Señor nos pregunta: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Esta pregunta, que nos interpela a cada uno, ha sido también la brújula que ha guiado el caminar de nuestra diócesis durante este curso. Desde nuestros grupos pastorales hemos querido responder unidos desde un mismo deseo: construir la Iglesia que Jesús sueña. Una Iglesia que no es propiedad de nadie, sino obra de su Espíritu, edificada sobre la roca firme de una fe sencilla y valiente.

La sinodalidad, ese “caminar juntos” como pueblo de Dios, ha sido una experiencia que ha ido creciendo entre nosotros. Nos hemos reunido y hemos valorado la riqueza de nuestros carismas y nos hemos reconocido como miembros de un solo cuerpo, una gran orquesta, sostenidos por nuestros sacerdotes y acompañados, en comunión, con nuestro obispo. Creemos en una diócesis, familia de familias, donde todos se sienten responsables y protagonistas de la misión evangelizadora de la Iglesia.
Nos inspira el estilo de Jesús: su compasión, su libertad, su pasión por la vida y por los más pequeños y vulnerables. Creemos que es Jesús quien edifica su Iglesia, nuestra Diócesis. Él es el verdadero Pastor.

Nuestro anhelo es seguir promoviendo comunidades que no vivan solo de una fe heredada, sino de una fe despierta, compartida y vivida en lo cotidiano. El Espíritu nos llama a no ser meros consumidores de servicios religiosos, sino discípulos misioneros, activos y comprometidos. Al concluir este curso, damos gracias al Señor por todo lo vivido.

Suscríbete aquí a nuestra nueva newsletter

Más en Ahora y siempre