El pasado mes de mayo, el Ayuntamiento de Fraga acordó establecer una moratoria de un año durante la que no se podrán construir instalaciones de producción fotovoltaica en todo el término municipal. En este tiempo, el Consistorio se compromete a redactar una ordenanza para regular este tipo de construcciones. También para poder compatibilizarlas con las actividades ganaderas y agrícolas que predominan.

Esta iniciativa viene motivada por la cantidad de proyectos que han presentado al ayuntamiento. Carmen Costa, alcaldesa de Fraga, confirmó que son 12 los presentados para instalar grandes placas solares, ocupando 12.000 hectáreas de terreno, cercanos al despoblado Cardiel. Se trata de zonas de secano pero próximas a suelos en proceso de transformación en regadío.

Comprometido con las renovables

Costa aseguró que el Consistorio está «plenamente comprometido con las energías renovables». Pero deben «velar por una instalación razonable y compatible con los regadíos y actividad agrícola y ganadera, además de respetar el paisaje monegrino».

La moratoria contó con los votos a favor del Partido Popular, Compromiso por Fraga y Podemos; y la abstención del PSOE y Ciudadanos. El concejal de Ciudadanos señaló que un año de moratoria «es excesivo» y el concejal socialista apuntilló que esta medida «no distingue entre grandes instalaciones de producción y las de autoconsumo».