Barbastro

Esta Semana Santa se va a vivir con varias novedades

El Viernes de Dolor, procesión; y con motivo de los 75 años del Descendimiento este paso saldrá el Martes Santo. Además, se ha restaurado el vestuario de la Virgen de la Amargura y La Merced cumple 75 años

Nuestra Madre Dolorosa
El vestuario de Nuestra Madre Dolorosa de la Hermandad sufrirá algunas modificiones. FOTO: P.A.F.
El Cruzado
31 marzo 2023

La Junta Coordinadora de Cofradías cumple este año 20 años desde que desde que se extinguió la antigua Coordinadora de Procesiones. Un colectivo que se fundó hace 75 años, en 1948. La presidenta de la Junta actual, Silvia Peropadre, destaca, ante la inminencia de la Semana Santa, «la vuelta a la normalidad, ya sin mascarillas, ni restricciones. Había ganas y, entre todas las cofradías, se han incorporado un total de 180 cofrades nuevos».

Según los datos el 18% de la población de Barbastro participa de alguna cofradía. «Muchas altas llegan por las secciones de instrumentos. Nuestra labor consiste en que se sumen también los otros miembros de las familias, padres, madres, tíos…  como penitentes o portantes. Además, desde la Junta no podemos olvidar que debemos formar al cofrade y explicarle qué celebra en Semana Santa, el por qué de estas procesiones».

Viernes de Dolor

Otra novedad de esta Semana Santa es que, por primera vez, hoy, Viernes del Dolor, sale la procesión de los Siete Dolores de la Virgen. Peropadre explica que ya desde su época de Hermana Mayor existía esa inquietud en la Hermandad porque, según la liturgia, esa procesión se debe realizar dentro del septenario dedicado a la Virgen de los Dolores, siete días que concluyen el Viernes de Dolor. «Era una asignatura pendiente», puntualiza. La salida de los Siete Dolores se realizará a las 21’30 horas desde la iglesia de los Escolapios. 

Martes Santo: El Descendimiento 

A los 75 años de la erección canónica de la Cofradía de La Merced otro aniversario:  los 75 años del paso del Descendimiento. Así,  de manera extraordinaria, este  paso procesionará el Martes Santo. Una decisión que fue acogida con gran ilusión y alborozo por parte de los cofrades.

De hecho, se han cubierto los 24 portantes que precisa el paso a pesar de ser un día laboral. «Cuando se propuso se dudó de la respuesta, por ser día de trabajo, pero la respuesta ha sido espléndida» explica José Abad, presidente de la Cofradía del Descendimiento.

Y añade que «algunos han propuesto que esto debería ser ya continuo. Pero hemos dicho que no. Se trata de algo excepcional y mientras estemos nosotros no se volverá a hacer. Supongo que podrá salir de manera extraordinaria cuando se cumplan 100 años y entonces nosotros ya no estaremos…».

En el Descendimiento faltan portantes: «Con los portantes vamos justillos. Pero yo creo que no es un mal nuestro, sino un mal general. No se encuentra gente para llevar los pasos». Además, en el Descendimiento se han realizado otras pequeñas mejoras en este paso como en las potencias del Cristo (la corona). Asimismo, se han incorporado cuatro faroles y se ha colocado pan de oro a la peana. Y añade «habrá otra novedad que se desvelará el Martes Santo».

Nuestra Madre Dolorosa

Otra novedad es la renovación del traje de la Nuestra Madre Dolorosa, de la Hermandad. Un traje elaborado por el modisto cordobés Antonio Villar Moreno, quien llegó recomendado por el escultor del paso de la Caída, Francisco Javier López. «Vino a hacernos una visita donde pudo ver nuestras necesidades y nos expuso lo que se debería realizar. Él abogó por una restauración, porque lo que hay que hacer es mantener el patrimonio de las Hermandades», comenta Mariano Rodríguez, presidente de la Hermandad. 

Se trata de una restauración sobre terciopelo negro con hilo de oro y enriquecimiento de los bordados. Se ha mantenido el diseño inicial; de hecho, aparecen hasta las iniciales de quien lo donó. Ha desplazado ciertas partes de los diseños del busto hacia los laterales para que puedan apreciarse, pues en el original estaban tapadas.

«Cuanto entré como Hermano Mayor, las camareras y muchos más cofrades, me dijeron que habría que abordar un arreglo del traje y manto de la Virgen, que estaba muy dañado y en cualquier momento la tela se iba a rasgar. La casulla sobre todo sufría mucho cada año a la hora de vestirla para procesionar, por la poca tela que ya tenía». Este será el traje de procesionar, porque el que viste a diario la Virgen es todavía más antiguo  y se quiere preservar. 

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