La dificultad de cubrir las plazas de especialistas en el Hospital de Barbastro sigue trayendo de cabeza a algunos servicios. Como Oncología. En la recta final de año y principios de este volvieron a saltar las alarmas. A mediados de noviembre, de los tres oncólogos que forman la plantilla fija del Hospital, se quedó una sola: un segundo regresaba a su plaza al Miguel Servet; otra, que realizaba guardias en Alcañiz, solicitó una excedencia.

El Gobierno de Aragón anunció enseguida la llegada de un nuevo especialista, que reparte su jornada laboral entre el Servet y Barbastro. Diez días después, el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero comunicó que el Servicio de Oncología del Hospital de Barbastro se encontraba completo. Sin embargo, el Servicio siguió encontrando obstáculos: la facultativa a jornada completa causó baja por enfermedad y fue necesario que una decena de pacientes se trasladara al San Jorge de Huesca para recibir una de las sesiones de tratamiento.

Han transcurrido dos meses desde entonces y desde la Consejería y la gerencia del sector han explicado “una nueva forma” para gestionar este servicio que se podría extender a otros.

La fórmula pasa por ampliar el tipo de contrato de la oncóloga que ya reparte su jornada entre el Miguel Servet y el Hospital de Barbastro a otras plazas. Hasta el momento, se ha buscado cubrir las tres fijas de Oncología y una cuarta que debería cubrirse con un contrato llamado “programa”, de una duración de tres años. Luis Canalejo, gerente del Sector Barbastro, explica que la última convocatoria (en noviembre pasado) para este programa recibió “cero peticiones”. 

El modelo no es nuevo y ya se aplica en Alcañiz. Los oncólogos contratados atienden a los pacientes en Barbastro pero acuden al Miguel Servet a mantenerse actualizados. La ventaja para un centro pequeño como el Hospital de Barbastro pasa por que su atención la harán especialistas en determinados tipos de cáncer: digestivo, respiratorio… Desde la Gerencia del sector, valoran que “este tipo de contratos facilita la sustitución por una baja inesperada y sin necesidad de contratar otro facultativo”.

De esta manera, desde el Servicio de Admisión de Barbastro se organiza la agenda de pacientes. Según su patología, desde el Servicio de Oncología del Servet, planifican las visitas del facultativo en el hospital barbastrense.

Los afectados por el Servicio de Oncología de Barbastro

En octubre de 2022 nació la Plataforma de Afectados por el Servicio de Oncología de Barbastro. Por entonces, la jefa del servicio se despedía y quedaron manifiestos otros problemas, como la calidad de los materiales o la falta de un baño en el Hospital de Día. Las quejas se canalizaron y buscaron visibilidad en una concentración en las puertas del Hospital de Barbastro el 2 de noviembre de 2022. El lema: ‘Por una gestión hospitalaria eficaz’.

A día de hoy, la Plataforma mantiene sus objetivos, que pasan por “mejorar el servicio de oncología”, indica su portavoz, Álvaro Palau. En este sentido, apunta que “la situación ha cambiado”, respecto al año pasado. En primer lugar, por la fluida comunicación que mantienen con los gestores. Palau reconoce que han pasado unos meses complicados por los cambios en el personal, sobre todo en torno a las Navidades. En cuanto al modelo que se busca implantar ahora, la Plataforma defiende que lo ideal pasa por “disponer de una plantilla de cinco oncólogos, incluido uno en planta, que ahora no hay nadie, porque el 50 por ciento de la sanación está puesta en la confianza en los médicos”. Y reitera: “Lo que no puede ser es que se cambie cada semana. Debería haber una buena plantilla, como en San Jorge, que atienden a una población similar”.

Sin embargo, desde la Plataforma se manifiestan conscientes de las dificultades para cubrir dicha plantilla. En este sentido, “se agradecen los esfuerzos” por buscar soluciones. “La opción del Servet no nos parece mal, siempre y cuando la gestión y planificación no se externalice y se haga en Barbastro”, indica.

A la Plataforma le consta que ya se han realizado los listados de pacientes según su patología y exigen que “venga siempre el mismo especialista. Es vital esa confianza; nos da igual si vive aquí o en Zaragoza”, añade. Palau también apunta que, en esta fórmula, no puede suceder que un oncólogo que tenga programados dos días en Barbastro, pida que se le junten los pacientes en uno solo. 

Finalmente, desde la Plataforma se mueven para una reunión con la Consejería de Sanidad del Gobierno de Aragón, pues opinan que este nuevo modelo debe respaldarse a nivel legal.

Más afectados

El Cruzado Aragonés ha querido conocer el punto de vista de un segundo grupo de afectados por el Servicio de Oncología. Un grupo que se dio a conocer en redes sociales bajo el nombre @afectadosonco a finales del mes de enero. Desde entonces, además de presentarse y pedir el contacto de la plataforma ya constituida, han realizado cuatro publicaciones.

En una informa de que la oncóloga al frente del servicio ha pedido un traslado y denuncian el desamparo en el que quedan los pacientes. En la segunda, recogen frases que, afirman, corresponden a diversos testimonios, referentes a preguntas y comentarios de los especialistas. Y en la tercera se preguntan “¿quién solucionan esto?”, en referencia a que “nos dicen que está todo bien, pero no es así”, acompañando a un pantallazo de un mensaje agradeciendo la creación del grupo.

La última data de este mismo miércoles, dos días después de la visita del consejero de Sanidad, quien calificó estas publicaciones de “difamaciones”. En ella, manifiestan su preocupación por las declaraciones de José Luis Bancalero, quien afirmó que estaban cubiertas cinco plazas de oncología en Barbastro. 

Desde El Cruzado hemos abierto este espacio para que este grupo explicara sus argumentos y denuncias. Sin embargo, ha declinado la invitación. “Se nos está buscando para poner nombre”, apuntan y denuncian que “reciben amenazas”. “Contamos la realidad. El consejero, Ayuntamiento y Gerencia mienten”, han concluido. 

Desde la Plataforma constituida el año anterior, su portavoz señala que han mantenido contacto a través del correo electrónico, sin recibir respuesta a los últimos en los que se trató de quedar y compartir inquietudes. «No entendemos con qué fin han surgido. Crea confusión y no nos apetece salir a dar leña sin sentido», apunta Palau.