Sociedad

En verano vamos al pueblo del Somontano

¿Cómo se vive agosto en Adahuesca, Castillazuelo, Salas Altas, Naval y Laperdiguera? 

Estadilla pádel
Curso de pádel en Estadilla a cargo del Servicio Comarcal de Deportes. S. E.
Lola Gª Casanova
31 julio 2023

En verano vamos al pueblo del Somontano. Si algo debe reinar en los veranos de los pueblos es el respeto y una pizca de paciencia. Entre los de fuera, en determinadas ocasiones, se oyen algunas quejas de olores de granjas o cantos de gallos y entre los de casa… el ruido de las noches. Pero esto no deja de ser anecdótico. En verano, los pueblos se llenan de vida, ¡son vida! Y junto a este jolgorio que tanto disfrutamos, los Ayuntamientos deben hacer frente a diversos desafíos. Para ello en El Cruzado hemos hablado con los alcaldes de Laperdiguera, Naval, Castillazuelo, Adahuesca y Salas Altas para conocer cómo afrontan el incremento de población y el trabajo que la Comarca desempeña.

Laperdiguera

En Laperdiguera, durante todo el año duermen algo más de 60 vecinos. Al llegar los meses del verano, la población puede superar las 180 personas. No obstante, estos desafíos se viven con normalidad debido a que las infraestructuras se encuentran preparadas. “Todos los servicios que provee el Ayuntamiento se llevan muy al día y modernizados, por tanto, que haya más habitantes no conlleva, a priori, ningún inconveniente. Por ejemplo, con el consumo de agua que se dispara”, explica Pedro Redol, alcalde de la localidad.

Por otro lado, insiste Redol en nombrar a la Comarca como la institución responsable de buena parte del éxito de los veranos en los pueblos.  Por sus actividades de animación, deporte. En cuanto al servicio de recogida de residuos y enseres, según Redol «funciona bien. A veces se atasca el contenedor de envases, pero, en líneas generales trabajan bien». 

Por lo que respecta a la convivencia, se resumen en un: «sin problemas. Hablamos de gente que lleva viniendo años. La mayoría cuenta con vínculos en el pueblo. También los hay sin lazos, algunos optan por integrarse y otros,  por vivir más independientes». Como alcalde, confiesa Redol, que en verano tiene más trabajo y llama él la atención sobre el hecho de que «algunas veces, los que llegan de fuera creen que en los pueblos no existen normas y se puede hacer lo que uno quiera. Curioso, ¿no?». 

  • Pedro Redol Laperdiguera

Castillazuelo

Para María Martín, alcaldesa de Castillazuelo, del  verano destaca la gran cantidad de chavalería que se ve en las calles de su localidad. «Está repleto de niños ya que muchos de ellos se quedan con sus abuelos». Así que, pensando en ellos, han solicitado a la Comarca un taller de bicicleta. Asimismo, otras propuestas que van a llevarse a cabo son juegos tradicionales aragoneses (incluidos en el programa de las fiestas patronales que tendrán lugar en la primera semana de agosto) y otra jornada con juegos recreativos acuáticos en la piscina. 

En cuanto a la recogida de residuos, otro servicio de Comarca, Martín lo califica como «bueno, pero mejorable. De hecho, se trata de un asunto complicado y soy consciente». 

Castillazuelo crece en verano con la apertura de un gran número de casas, la gran mayoría de ellas, cerradas el resto del año. «De forma puntual se abre alguna los fines de semana, pero el gran volumen llega entre finales del mes de julio y agosto». Esto, junto a la puesta en marcha de la piscina, ha acarreado algún que otro contratiempo en el servicio de agua en veranos pasados. Para paliar estos inconvenientes estivales, el Ayuntamiento ha adquirido una nueva bomba. «Esperamos, de verdad, haber zanjado este tema del agua con esta inversión en la bomba», explica.

La gestión del bar y las piscinas en Castillazuelo

La gestión del bar se ha convertido en un asunto un tanto espinoso ante la dificultad de encontrar personal dispuesto para su explotación. Un trabajo intenso, sin descansos y «con sinceridad, este año nos ha costado. Además, la celebración de las elecciones municipales en mayo también ha alargado los trámites». Con la experiencia de tantos veranos, este consistorio va a modificar el modo de licitar este servicio. «Es posible que ofrezcamos los dos servicios unidos: el bar de las piscinas junto al bar social. Pretendemos no andar licitando cada dos por tres y poder asegurar la continuidad del bar social. Aunque todavía no está nada decidido y andamos buscando la mejor fórmula para las necesidades de Castillazuelo».

De todos los aspectos que conlleva un verano en el pueblo, Martín destaca la libertad que supone para los niños y la convivencia de varias generaciones. «El principal sonido son los niños en la calle. Para ellos supone una experiencia única y, aunque no todos estamos de vacaciones y debemos madrugar para acudir a trabajar, el ambiente en estas semanas es fabuloso. Vivimos en la calle, en las terrazas de los bares, en las piscinas… Y resulta magnífico». 

Adahuesca

El pasado año, en Adahuesca, se abrieron al público un campo de fútbol de césped artificial, ideal para la práctica de fútbol 7; pistas de pádel y petanca. «Cuenta con mucho uso, sobre todo en verano y es un placer verlo» comenta Paco Franco, alcalde de Adahuesca. Con unos pueblos que ofrecen unas estupendas infraestructuras, los veranos se disfrutan sin grandes problemas. «Todos nuestros servicios e infraestructuras funcionan sin ningún estrés y el incremento de población no afecta al día a día del Ayuntamiento ¡siempre que no se seque el río!».

Esta localidad, tan cercana a Alquézar, cuenta con los vecinos que, llegados de otras poblaciones, abren las casas familiares durante unas semanas en verano. Y, por otro lado, reciben turistas. Entre unos y otros, por este municipio de 200 habitantes llegan a pasar (y vivir) unos 300 más.  Para Franco: «Alquézar simboliza el filón de oro de la comarca. Alquézar y también la sierra de Guara y los deportes de naturaleza. Ellos representan unos pilares de gran importancia en nuestra economía y este flujo constante de visitantes nos beneficia por nuestra proximidad». 

En los meses de verano, las piscinas municipales deben mantenerse a pleno rendimiento. Para adecuarse a los tipos de bañistas ofrecen abonos de temporada, mensual o pase diario. Siempre con el mismo precio sin establecer distinciones entre los vecinos empadronados y los que llegan de otros lugares. 

El ambiente de verano en Adahuesca

Y si debemos destacar  un asunto por su importancia, este es, sin  lugar a dudas, el servicio de recogida de residuos y de enseres. Desde Adahuesca, transmiten su satisfacción por cómo se desempeña esta labor. El alcalde de la población la califica de «excelente, sin quejas. La Comarca incrementa el número de días de recogida y, salvo alguna excepción que podría darse de forma muy puntual, la población siempre presenta un aspecto limpio y ordenado». Junto a este servicio, la Comarca lleva a cabo otras iniciativas de carácter deportivo y lúdico que gozan de gran tirón por parte de la población y anima los veranos.

A parte de estos temas más materiales, cabe valorar el ambiente y la calidad de la convivencia entre vecinos, veraneantes de larga estancia y turistas puntuales. «Disfrutamos de una convivencia agradable  y amistosa. Yo realizo una valoración muy positiva y, además, destaco ante todo la hospitalidad de Adahuesca».

Salas Altas

El verano se identifica con la alegría. «La vida en las calles, el uso intenso de las terrazas y el elevado número de niños y de jóvenes que corretean y juegan por las calles», comenta la alcaldesa de Salas Altas, Isabel Lisa. Aquí, como en la inmensa mayoría de los pequeños municipios, la vida se traslada a las calles y a las instalaciones de la piscina y del bar. Salas Altas no recibe un flujo notable de turistas, en su caso concreto, los visitantes más habituales se circunscriben a ciclistas y senderistas que se acercan a la localidad para disfrutar de la Sierra de la Candelera «pero como se trata de una práctica deportiva, esto sucede de modo habitual en primavera y otoño y no cuando aprieta el calor», puntualiza. 

Así, en verano, vuelven a Salas Altas los hijos del pueblo que residen en otras poblaciones, pero que conservan la casa de sus antepasados. «Como una buena parte de ellos vive en Barbastro, a lo largo de todo el año acuden los fines de semana. De hecho, casi notamos más el cambio en invierno, el contraste entre la quietud de los días laborales y el ajetreo del fin de semana».

En cuanto a los servicios, tanto los municipales como los que proporciona la institución comarcal, funcionan sin problemas. «El consumo de agua, que se dispara en estas semanas, cuenta con disponibilidad para cubrir el verano o por si 15 familias másdecidieran instalarse en la localidad, sin problemas». 

Sin embargo, uno de los escollos recurrentes a los que deben hacer frente los Ayuntamientos aparece con la gestión del bar y las piscinas. Lisa asegura que cada vez resulta más difícil encontrar responsables para la explotación del bar. «Sobre todo para el bar en el invierno, así que hemos optado por unirlo. Realizar la oferta conjunta, y para todo el año, del bar de las piscinas y del bar social que da servicio en los meses de invierno y, además, ligarlo a una vivienda. Con esto se ha asentado una familia con dos hijos». 

En esta población, como en las alejadas de las corrientes de turistas ocasionales, la afluencia de veraneantes no se traduce en un cambio total de caras. «La convivencia es buena, nos conocemos y en general, todos estamos dispuestos a mucha más vida social y sin duda eso se nota». 

Naval

Cuando llega el verano a Naval, la población casi se triplica. Y aunque las estancias en la villa dependen de los planes vacacionales de cada familia; en Naval se reúnen los vecinos habituales, la población flotante que se traslada a sus segundas residencias durantes unos días o semanas, turistas ocasionales y los numerosos usuarios del salinar. «Las infraestructuras se encuentran dispuestas, declara su alcalde Eusebio Buil, estamos preparados pero debemos permanecer atentos al suministro de agua por el consumo que demanda el salinar. No es un problema, pero hay que tenerlo en cuenta». Buil explica que el ambiente en la localidad cambia mucho en esta época. Se resumen en un «más gente y con más ganas de hacer cosas».

De ahí que tanto el Ayuntamiento como el Centro Cultural organicen diferentes  propuestas de cultura y entretenimiento en estos meses estivales. «En verano queremos salir, vernos, conversar en un ambiente de familia, agradable y la vida se traslada a la calle y a las terrazas de los bares». En esta población no han sufrido con la gestión del bar de las piscinas. «Hasta la fecha no nos hemos topado con problemas. Las instalaciones cuentan con servicio de restaurante que ayuda a hacerlo más interesante. La verdad, estamos satisfechos». 

Por otro lado, y en cuanto al servicio de recogida de residuos, Buil señala que «por bien que se haga siempre puede parecer poco debido al aumento de la población y los inevitables comportamientos incívicos que, aunque escasos y puntuales, existen».

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