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Ildefonso García Serena Al levantar la vista
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En todas partes cuecen habas

Ildefonso García Serena Al levantar la vista
02 enero 2023

Estos días parece que en nuestro país las peleas y navajazos –no se pueden llamar de otra forma– entre las derechas y las izquierdas están peor que nunca. Las broncas en el Congreso son monumentales y van a más. No quería recurrir al refrán “mal de muchos, consuelo de tontos” para explicar que, a pesar de lo mal que parece ir el sistema político en España –y no digamos su empantanado sistema constitucional– es obvio que todo es relativo.

Otro refrán, “en todas partes cuecen habas”, nos acercaría a la situación real. En el planeta de hoy, casi todos los países tienen gravísimos problemas, tanto o más que los nuestros. Estados Unidos tiene como problema de base, real, la pobreza de millones de familias, que se ha creado en solo dos generaciones, y como consecuencia de ello ha surgido el populismo de Trump, con el riesgo de que vuelva.

La gran Inglaterra no sabe qué hacer con su modelo económico, el de no tener casi industria, basado ahora en el imperio de las finanzas. Va dando tumbos nombrando primeros ministros a troche y moche, después de que se ha visto que el Brexit es un fracaso.

Rusia está metida en una guerra que ya es la mayor catástrofe para los rusos desde la caída de URSS. China no sabe cómo afrontar el COVID, pues sus dirigentes están fracasando en sus políticas de control, y sus vacunas de baja calidad no le ayudan.

Francia se ha dado cuenta de que ya no es tan rica como antes, puesto que sus marcas de lujo no generan tanto glamour y margen en una venta low cost basada en internet; el resultado, resumiendo mucho, es que no hay dinero para trabajar solo 35 horas y con ello no logra detener las protestas.

En Italia es verdad que nunca la política ha funcionado, y ahora ya no la aguanta ni súper Draghi, pero ya tiene un gobierno encabezado por la extrema derecha antieuropea. Suerte tiene de que sus miles y miles de empresas funcionan y exportan totalmente al margen de la política.

Y el santificado modelo energético alemán de la cancillera Merkel está siendo cuestionado por la realidad de la geopolítica. No fue buena idea cerrar todas las centrales nucleares y al mismo tiempo depender de la energía de Rusia. Japón tiene miedo a China e intenta ahora rearmarse, cosa que le trae muy malos recuerdos.

Y así, en casi todas las naciones importantes hay grandes problemas. Eso sucede en el mundo rico y avanzado, porque con los países de América y África ya no se pueden hacer comparaciones.

América Central y del Sur tienen problemas sociales y de seguridad inmensos comparados con los nuestros; y los ciudadanos de África viajan en patera hacia la muerte para huir del hambre y las guerras.

En Oriente los conflictos de Irak, Siria, Afganistán, Irán etc. son mucho más graves que una brecha de rentas, un problema de pobres y ricos. En varios de ellos te matan por un velo mal puesto.

Entretanto, en Europa parece que cada año vivimos peor –tal vez también tenemos más necesidades– pero al menos es un raro oasis donde una parte de los derechos básicos del bienestar están tutelados, aunque no sean perfectos, y donde la mayoría de las personas del planeta querrían venir.

Sin embargo, al margen de cómo estamos de verdad, en España tenemos una Constitución que fue un edificio construido ex novo en unas circunstancias históricas muy concretas que hoy –con aluminosis grave– crea grandes disfunciones políticas.

Casi ninguna de sus partes fundamentales es del todo clara, es decir, es en casi todo interpretable. Eso abre siempre la puerta a que para dilucidar su contenido haya que recurrir al Tribunal Constitucional, y con ello se explica una gran parte del lío político en que nos hemos metido. Tal vez nos ahorremos bastante ruido cuando se reforme la Constitución de verdad y no con parches.

Feliz Año 2023.

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