Miguel Lordán, barbastrense de nacimiento, se trasladó a Madrid persiguiendo un sueño. Y a día de hoy, afirma sin rodeos que lo ha conseguido.
De Barbastro a Madrid, ¿qué motivó ese cambio?
Creía que tenía algo especial y lo sigo creyendo. Un don para el deporte. Me adapto a las personas y nunca preparo los entrenamientos. Me surge solo. Se me ocurren ejercicios nuevos cada semana.
Los comienzos fueron difíciles y en Barbastro no apostaron por mí, pero yo sabía que lo iba a lograr. Se me acabaron los ahorros, dormí en mi coche durante un año… Pero al final, todo tiene su recompensa.
¿Cuál es el poder del deporte?
El deporte no mejora solo la salud física, también la salud mental. No nos debemos enfocar jamás en lo estético; eso siempre llega solo. El deporte es salud. En mis entrenamientos busco cómo mejorar sus vidas. Cada persona es un mundo. El deporte cuenta con el poder de liberarte de tus problemas. Se trata de la mejor medicina.
Su relación con el deporte comenzó en Barbastro.
He realizado deporte toda mi vida. En Barbastro practiqué judo con Juan Tornés muchos años y me sentía muy feliz. Pero he probado el fútbol, tenis, pádel… También competí con Eugenio Cuesta, quien me enseñó y ayudó mucho. En ese momento me di cuenta del don que tenía. Ahora, nunca dejo de formarme, de mirar en qué puedo mejorar… También conocí el peor lado del deporte, el de las lesiones, cuando comencé a competir en halterofilia. Allí empezó sin querer mi método actual.
Usted ha escrito un libro titulado Adelgaza sin correr.
Lo titulé así para que la gente no se obsesione con el cardio y que aprendan a disfrutar del proceso. Por ejemplo, un entrenamiento de fuerza quema más porque se rompe la fibra muscular y el cuerpo necesita recuperarse.
De todas formas, existen personas a las que correr les libera. Por lo que debes encontrar la actividad que te haga feliz. No obstante, existen días en los que el mundo te supera y a veces ejerzo de psicólogo motivando a mis clientes y sacando su máximo potencial.
La actitud importa.
Todo depende de la actitud. Cosas malas nos pasan a todos. Mi hermana falleció con 34 años, cuando yo tenía 24, y no existe día que no la recuerde. Pero aprendí a enfocarlo de otra forma y a sentirme un privilegiado por haber vivido 24 años con mi hermana. Si no lo enfocas así, te hundes.
He trabajado con clientes con cáncer, leucemia, en sillas de ruedas… Y cuando consiguen sus objetivos, me produce una satisfacción enorme. Eso me llena el alma.
También habla de la motivación.
Siempre intento que mis entrenamientos le parezcan divertidos a mis clientes, además de eficaces.
Entrena a muchos famosos, ¿dónde reside su éxito?
Los famosos son gente normal con trabajos diferentes. El problema reside en el que la gente no los trata de manera normal. Yo cuento con una relación muy buena con todos y los trato por igual. E intento que se sientan a gusto y que consigan sus objetivos. Aquí se viene a trabajar, pero también a disfrutar entrenando. Además, mis clientes son muy fieles.
También fui un visionario porque observé que las marcas usaban a personajes famosos como embajadores. Yo hice lo mismo con los entrenamientos. Los grabo, los subo a mis redes sociales y mis clientes los comparten con sus seguidores.
La dieta también influye.
La clave se encuentra en adquirir buenos hábitos, pero sin obsesionarse. No eres mejor persona con cuatro kilos menos. Yo no soy muy dado a dietas porque al final lo vas a dejar y le vas a coger manía.
¿Mayor mito sobre el fitness?
El cardio. Muchos se obsesionan con él. Otro mito que he escuchado consiste en que existen ejercicios para hombres y para mujeres. Error. El cuerpo debe estar compensando porque si no, llegan las lesiones. El deporte lo debes enfocar según tu vida porque, por ejemplo, he trabajado con personas muy fuertes estéticamente, pero que no aguantaban entrenamiento de alta intensidad.
¿Un consejo para aquellos que no practican deporte?
Que den el salto porque va a transformar su vida. Y que encuentren lo que les gusta. El primer paso pasa por que se convezcan de que necesitan mejorar su salud. Después, deben encontrar un deporte que les haga feliz. Pero deben empezar poco a poco y disfrutando del proceso con pequeñas metas.