Barbastro

Tomás Roures: «En la escultura de los Argensola todo gira alrededor de la palabra»

Tomás Roures nació en Les Coves de Vinromà, pero vivió un largo periodo en Barbastro, donde dejó impregnada su huella artística

Tomás Roures, junto a la escultura de los Hermanos Argensola que se inauguró la semana pasada en la plaza del Mercado. Foto: Antonio Raya
Cristina Lanau Carpi
07 mayo 2025

Tomás Roures ha firmado varias obras en Barbastro. Entre ellas, el dragón Belaín, el cabezudo del «barbas» la imagen del Obispo Florentino Asensio de la Catedral, las tres tallas (San Joaquín, San Hipólito y San Francisco de Asís) que presiden la fachada de la Iglesia de San Francisco o la talla de la Virgen de Majarí Calí, que se encuentra en la misma iglesia.

Pero a Tomás Roures todavía le quedaba una cuenta pendiente con la capital del Vero, otra obra más. Se trata de la nueva escultura de los Hermanos Argensola que ahora se encuentra en la plaza del Mercado, delante de la casa donde vivieron ambos.

¿Cómo surge esta idea?

Cuando aún vivía en Barbastro, el Ayuntamiento convocó un concurso de ideas para hacer un monumento. Presenté un boceto y se quedó olvidado… Pasados los años lo busqué y me lo llevé a casa.

Pasó el tiempo y la corporación municipal cambió. Un día del año 2020 el actual alcalde, Fernando Torres, me llamó pidiéndome si le podía enviar una fotografía del boceto de la escultura. Le gustó y me pidió si la podía hacer. Así que acepté el encargo. Eso sí, no he cobrado nada por ella, la he donado.

¿Por qué tomó esa decisión?

En Barbastro he realizado obras en diferentes materiales, tales como madera, barro, piedra, resina de poliéster, pero en bronce todavía no… Así que me hacía ilusión crearla y dejarla en la ciudad del Vero.
Además, disfruté mucho del proceso de su fundición porque se realizó en Granada. No me hubiera importado que se hubiera llevado a cabo en otro sitio… Pero el hecho de coger el AVE e irme a Granada, con lo bonita que es esa ciudad, ha sido un sueño. Allí primero hicieron el molde de silicona y, después, lo fundieron.

Dice que le gusta la ubicación de la estatua.

Se encuentran a medio camino entre su casa y la futura biblioteca municipal que llevará su nombre. Parece que salgan de su casa y vayan a la biblioteca.

Se trata de una obra con mucho detalle…

Los hermanos se encuentran hablando entre ellos, existe un diálogo. Lupercio Leonardo sostiene en su mano un ejemplar del libro Rimas, del año 1634. Pero se trata de un hecho imposible porque ese libro se publicó tras la muerte de ambos hermanos y en él se reúnen las poesías que ambos escribieron mientras vivían, pero que nunca publicaron. Pero, claro, ¡estaban muertos los dos! ¿Cómo pueden tener un libro de sus rimas? Además, este hermano le señala al otro al suelo. Si seguimos su indicación, encontramos una placa conmemorativa con un código QR en el que se explica la historia de ambos hermanos.

El otro hermano, Bartolomé, sostiene entre sus manos un libro que parece un misal y se lo señala a su hermano. Le dice: ‘Mira lo que pone aquí’. En una página escribí mi nombre y el año de finalización de la escultura, 2024.

Todo gira alrededor de la palabra, ¡qué bonito! ¿Ellos qué son? Sino palabra.

Tomás Roures bromea con que para su creación se inspiró en un vídeo.

Para la inspiración de sus rasgos me enviaron fotografías en blanco y negro y un vídeo, del 1590 o así, de los dos caminando por la calle. Así me fijé en sus rasgos, por eso me quedaron tan bien. Pero evidentemente, se trata de una broma.

De todas sus esculturas de Barbastro, ¿con cuál se queda?

Me gusta mucho la talla de la Virgen de Majarí Calí. Se encuentra junto a la talla del beato gitano Ceferino en la iglesia de San Francisco. Cuando me pidieron si la podía hacer, me hizo mucha ilusión, ¡una virgen gitana!

El dragón Belaín se ha convertido en un icono de Barbastro.

En la Edad Media había dragones en Barbastro y uno de ellos se llamaba Belaín. Ahora los niños cuelgan en sus colmillos sus chupetes.

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