Ana Sánchez (Zaragoza, 1963) es Secretaria General de la Federación de Industria de Comisiones Obreras. Asegura que hay una crisis de suministros de productos tecnológicos. Sobre todo de los materiales semiconductores de los que depende en gran parte la industria automovilística.
¿Realmente hay una crisis de suministros?
Sí, al menos hay desabastecimiento con todo lo que tiene que ver la tecnología, con los materiales semiconductores. Esa es la que, desde luego, se ha vuelto una realidad, ha parado la industria no solo en Aragón sino en el conjunto del Estado y en Europa también.
¿De qué suministros? ¿A quién está afectando más?
Fundamentalmente está afectando al sector del automóvil y en menor medida al sector de lo que llamamos gama blanca; los electrodomésticos, lavadoras, todo lo que lleva elementos tecnológicos. ¿Por qué está parando más el sector del automóvil que otros? Es una opinión pero es porque este sector es el que más ha presionado a su industria de segundo nivel, a los auxiliares del automóvil, para rebajarle los precios.
De tal manera que el precio que están pagando los constructores, Renault o Seat, a sus auxiliares son precios muy ajustados. Cuando esto sucede en componentes eléctricos o más tecnificados hay un grado de desabastecimiento. Lo que ocurre es que estos componentes se van a la industria que pagar mejor y está claro que van a la industria de la telefonía o del videojuego que a la industria del automóvil.

¿Cuáles son las razones de esta crisis?
Hay muchas razones y el conjunto de ellas son las que podrían dar una respuesta. Al principio de la pandemia, se vuelve al trabajo de la industria de forma muy rápida. En mayo ya empiezan a funcionar. Es verdad que en el tema del automóvil, como además trabajan con estrategias industriales del tiempo justo, ha dejado de pedir suministro a sus empresas proveedoras. Esto tarda un tiempo en recomponer la cadena. Se suceden una serie de situaciones que también pueden contribuir al parón.
Sería la segunda razón, la deslocalización de estas industrias fuera de lo que es Europa y situarlas en Asia. Habría una tercera razón, los elementos de presión geopolítica entre EE.UU. y China. Es en el entorno asiático donde están estas empresas. Hay razones para el desabastecimiento vinculadas a fenómenos naturales. Porque no hay muchas industrias que fabriquen estos componentes. Los desastres climatológicos no han ayudado a que se retome con normalidad la cadena de suministro. Hay teorías más paranoicas con que es la venganza contra la electrificación de países que viven del petróleo, quedarían perjudicados a partir de 2030 si dejamos a fabricar los de combustiones.
¿Cuáles son las expectativas de futuro?
La solución parece que no se sabe muy bien. Por que esa asunción de que esto no se va a resolver en el corto plazo, no sé yo. En las empresas constructoras, la representación legal de los trabajadores, dice que el 2022 va a tener la misma tónica. Ninguna empresa se dispone a desmontar un turno de producción cuando las cosas van a resolverse en tiempos prudenciales. Cuando esas decisiones se han tomado en más de una constructora, pues es cuando se ve que la solución no esta a corto plazo.

¿Ha habido paradas de producción?
Sí, muchísimas, en el caso de Aragón se han perdido mas de 100.000 vehículos, no sobre lo que se podía hacer pensando en exprimir la capacidad productiva de la fabrica si no en la capacidad normal. Estos vehículos en principio tenían comprador, no estamos hablando de una crisis de demanda.
¿Es más una crisis de oferta?
Sí, y la solución es la de localizar. Ya he oído a patronales como la de CEPYME aquí y en Aragón que ya apuestan por localizar. Volver a traer industrias que son de segundo nivel, de apoyo a las principales. Traerlas de nuevo a Europa. Eso serían soluciones a medio plazo. Hay que tomarlas sino el medio plazo acabará siendo largo.
Entre las cuestiones que argumentarían esta crisis de suministro es una sencilla que es la de los recursos naturales. Los microchips necesitan minerales raros y de igual manera que esta habiendo crisis de suministro de productos químicos con los que se fabrica el plástico, también tendrá que ver en algún momento con que el mundo no da de sí para dar determinados recursos a tanta población.
Hay un gran miedo colectivo, ¿es excesivo?
Algún mensaje si que es un poco catastrófico como lo del apagón. Todo el mundo con cierto conocimiento está llamando a la reflexión sobre este tema. No tenemos que ir corriendo a comprarnos un hornillo. No me está sonando bien todo esto de las teorías negacionistas y demás. Sí que tenemos que pensar y sobre todo en este oasis que es Europa en cuanto a derecho y bienestar, tiene que reflexionar sobre que no es una isla que en la medida de los posible tenemos que cerrar fronteras y vivir en ese mundo donde solo vivimos nosotros. No significa que tengamos que ver una situación catastrófica.