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El Quebrantahuesos Rugby Club gana contra el  Sitges B

El Quebrantahuesos Rugby Club sigue en su camino en un año que se consideró de transición, pero en el cual lleva unos registros anotadores como local inéditos en temporadas precedentes

Quebrantahuesos Rugby Club (vestidos de verde) Vs. Sitges B (vestidos de azul). FOTO: S.E.
Quebrantahuesos Rugby Club (vestidos de verde) Vs. Sitges B (vestidos de azul). FOTO: S.E.
El Cruzado
09 noviembre 2022

El sábado pasado el rugby volvió al campo de los Sotos en Monzón, a mano del único club representante de la provincia de Huesca, el Quebrantahuesos Rugby Club. En este partido vistió su versión de nieve y albahaca, un recuerdo del origen altoaragonés de este club, que en su largo peregrinar, ha jugado como local en innumerables campos de la provincia, como Pomar de Cinca, Berbegal o Binefar, entre otros. Como visitante jugaba el equipo filial del Sitges, club cuyo primer equipo milita en la DHB nacional.

El partido se planteaba con una incertidumbre debido a los pocos minutos de juego del equipo y unas sensaciones agridulces en los entrenamientos. El equipo progresa, pero la plantilla es corta y cuesta entrenar situaciones de partido en condiciones. No obstante, en los partidos como local el QRC suele mostrar su cara más amable y en esta ocasión no fue diferente.

Jugadores destacados

Desde el minuto uno, el equipo local impuso su ritmo de juego y se adueñó del oval. Fruto de la presión que infringían sus delanteros, llegó el primer ensayo a manos del Ferné. La combinación touch-maul fue un dolor de muelas para los visitantes; en concreto las touches se convirtieron en una auténtica pesadilla para los sitgetanos, ya que los locales ganaron prácticamente todas las jugadas, propias y ajenas. Además de la ya famosa melé quebranta, azote de los delanteros, hubo dos nombres propios dentro del equipo altoaragonés, reflejo del alma del equipo, así como de sus propios fantasmas.

El primero fue la “cosechadora” Mallén, jugador que le imprimió la intensidad necesaria al partido para anular al contrario y generar situaciones de superioridad; su habilidad como “ball carrier” le recompensó con dos ensayos (min 25 y 30) e innumerables momentos para el disfrute del público fiel que pobló las tribunas.

El segundo fue Eddy “Smiley” Serres, medio melé del quebranta, sublime en su lectura de juego y distribución del balón, sin dejar sus capacidades ofensivas que le brindaron un ensayo (min 56) así como su habilidad con el pie para completar dos transformaciones. La cruz en ambos casos vino al final de la segunda parte, primero Eddy por reiteración en sus protestas, y después Mallén por una corbata mal anudada, tuvieron que ver el final del encuentro desde el banquillo al ser expulsados temporalmente (min 70 y 72).

Final del partido

El quebrantahuesos llevaba unos minutos habiendo perdido el “mojo” que les impulsó a finalizar la primera parte con un parcial de 36 -0, y el partido empezaba a entrar en arenas movedizas. La suerte estaba echada y solo quedaba el honor de unos y otros por demostrar que aún había partido por jugar.

En ese intercambio de golpes, el QRC perdió ligeramente el norte y tuvo que ponerse el mono de trabajo los últimos 8 minutos con dos hombres menos, toda una gesta en un deporte como el rugby que, a diferencia de otros como el pádel o el esquí, necesita de 15 jugadores con una infinita capacidad de sacrificio para cubrir las dimensiones del campo de juego. El practicar una defensa de 13 contra 15 y mantener el marcador visitante a 0 es en gran parte gracias a los entrenamientos en defensa practicados durante las últimas semanas, a cargo del entrenador Héctor “T-Rex” Pérez. El marcador no se alteró, acabando el partido con un contundente 48 a 0.

Visión a futuro

El equipo senior sigue en su particular camino en un año que se consideró de transición, pero en el cual lleva unos registros anotadores como local inéditos en temporadas precedentes. Una mayor integración de los tres cuartos en el juego general del equipo y la consolidación de otrora promesas como Mallén Febas, Víctor o Pelocho, hacen que se empiecen a replantear objetivos de temporada para un equipo corto de efectivos pero largo muy largo de calidad individual y colectiva.

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