El PSOE acusa a José Luis Bancalero de venir al Hospital de Barbastro con un «anuncio reciclado», en referencia a las nuevas plazas que acaba de aprobar el Consejo de Gobierno. Aún no había marcado el consejero de la ciudad y el Partido Socialista ha remitido una nota de prensa, calificando la visita de «auténtica vergüenza, ante todo lo que está ocurriendo».
Son palabras de Daniel Gracia, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Barbastro, quien también ha lamentado el papel del alcalde de la ciudad, Fernando Torres, y del presidente de la Diputación Provincial, Isaac Claver. Ambos han acompañado a Bancalero en su visita al hospital. «¿Acaso no le han trasladado la situación que se vive día a día en el Hospital?», se pregunta Gracia.
Para el PSOE, la visita del consejero de Sanidad supone «todo un despropósito», puesto que «ha venido a mentir. No puede decir que el gobierno de Azcón apuesta por la sanidad pública y que el sector de Barbastro está siendo el más favorecido cuando a diario faltan médicos, se cancelan consultas y se derivan pacientes de urgencias a Huesca».
Para el PSOE, «un anuncio reciclado»
En su nota de prensa, el PSOE opina que Bancalero ha «pretendido repetir la foto de hace dos años, cuando aseguró que la situación del hospital estaba prácticamente resuelta». Sin embargo, para Gracia, «es una vergüenza que haya venido a hacer un discurso repetido». «Sin sin ningún pudor, ha reciclado un anuncio que ya había hecho para tapar los verdaderos problemas del Hospital de Barbastro», añade.
Por ello, los socialistas piden al Gobierno de Azcón «que deje de culpar al PSOE de todos los males del hospital. Llevan más de dos años gobernando y no pueden obviar su responsabilidad». En este sentido, indican que «Bancalero tiene que reconocer el desastre de gestión que está acometiendo». y cita «las las mayores demoras para consultas de toda la historia, faltan profesionales, se recortan plazas, y la actividad quirúrgica está reducida a la mínima expresión».
En conclusión, para el PSOE, la visita del consejero ha servido «para justificar lo injustificable»