El 20 de marzo de 2022 ya se recordará en los años venideros como una fecha histórica en el mundo rural. La manifestación convocada en defensa de un campo «vivo» y de las actividades y costumbres que lo sostienen hizo salir ayer a las calles de Madrid a más de 100.000 personas –según la Delegación del Gobierno– llegadas desde numerosos puntos del país con más de 1.500 autobuses.

Bajo el lema ‘Juntos por el campo’, ‘el Mundo Rural despierta’, representantes altoaragoneses no faltaron a la cita y alzaron la voz para pedir «ayudas urgentes» al sector con el fin de asegurar su «viabilidad». UAGA Aragón recordaba que estas ayudas van destinadas a confeccionar una PAC «justa y profesional».

Fue un día histórico, con una marcha que partió a las 11 horas desde la Plaza Emperador Carlos V de Madrid, frente al Ministerio de Agricultura. La ruta tuvo que modificarse y cambiar el recorrido ante la previsión de asistencia masiva de manifestantes.

A las 3’30 de la madrugada partió a Madrid Luis Olivera, presidente del CR Nº 1 Canal del Cinca, junto a otros miembros de su junta. En declaraciones a este periódico, Olivera explica que, en el regadío, «gastamos electricidad y hay que tener en cuenta que la cosa estará complicada. Tenemos escasez de agua y los costes por las nubes».

Los miembros del Canal del Cinca de Barbastro iban integrados en el grupo de riegos del Alto Aragón, «apoyando la iniciativa de los regadíos y de seguir manteniéndolo. Además de potenciar la economía de la zona», asegura su presidente. En este sentido, Olivera lamenta la «no economía» que están haciendo desde Madrid. Por todo ello han querido «potenciar todas las dificultades que estamos teniendo con el tema del agua y con los costes energéticos».

En Madrid se reunieron diferentes sectores (ganadería, agricultura, caza, criadores de toros de lidia) por otras convocatorias anunciadas por numerosos sindicatos. «Hubo bastante representación», subraya satisfecho. Por ello, la valoración general de la manifestación en cuanto asistencia y, por lo tanto, de la jornada, fue «positiva». El mundo rural sigue clamando por unas medidas justas.