Barbastro

El futuro de los comercios centenarios en Barbastro

Desde los antiguos faros para carros y las corbatas negras para funerales al urbanismo comercial o las complicadas legislaciones del momento actual. Los pequeños siguen reclamando su espacio

Rodríguez Chesa, Albert, Zamora y Gibanel en la mesa redonda. Foto: J.Mazón
Lola Gª Casanova
18 diciembre 2023

Una mesa redonda sobre los comercios centenarios en Barbastro precedió la entrega de la Almendra de Oro. A Enrique Albert le acompañaron Manuel Rodríguez Chesa, de Fontanería Rodríguez (empresa familiar fundada en 1760) y Antonio Gibanel (al frente de un establecimiento de moda masculina que data de 1920, cuando su abuelo Anselmo fundó una sastrería).

¿Cómo llegaron a encargarse del negocio familiar?

La directora de este semanario, Ruth Zamora, quiso conocer cuáles habían sido sus caminos para hacerse cargo del negocio familiar. Como dato indicó que sólo el 13 por ciento de las empresas españolas llegan a la tercera generación. Rodríguez Chesa señaló que para que se dé el relevo “debe producirse un equilibrio entre el gerente que se retira y el que se incorpora. Se tiene que ser hábil para dar carrete poco a poco y, desde luego, conocer la situación real del negocio y las posibilidades de salir adelante”. Otro pilar para continuar se encuentra en la formación tanto “dentro de la casa como fuera del ámbito familiar”. Con estos elementos “se puede lograr una transición correcta y coherente. Así fue en mi caso”.

Sin embargo, el camino para llegar al negocio familiar de Albert corrió otra suerte. “Como dicen los alemanes, un negocio vale lo que vale su sucesión y cada empresa y cada familia es un mundo”. Como segundo de la familia estudió Derecho y su hermano mayor se hizo cargo. Pero en un momento dado, el contable y el principal comercial abandonan la empresa y su padre le pide ayuda. “Así que obediencia debida y me adapto. El comercio, como el sacerdocio, es una vocación. En principio no era mi elección inicial, pero aquí sigo”. A Antonio Gibanel lo introdujeron “sibilinamente”. Vivía en Zaragoza y su padre le pedía que fuera a visitar y a ver un comercio u otro. “Poco a poco me vi dentro, casi sin darme cuenta”.

Vigencia de los negocios en Barbastro

En cuanto a la vigencia de negocios en Barbastro, en cifras. Rodríguez Chesa –quien preside además el Consejo de Cámaras de Comercio de Aragón– expuso unos datos. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España, al año de fundarse una empresa siguen en activo el 77 por ciento; a los cinco años, el 42. En la provincia de Huesca, cumplen el primer aniversario el 93 por ciento y el quinto el 69’8. “Casi 20 puntos más que la media española”.

Sin embargo, otros datos empañan esta euforia, según alegó. En 2021 existían en la provincia alrededor de 20.000 empresas y 31.000 IAE (Impuesto de Actividades Económicas). En estos momentos (datos de noviembre de 2023) se ha reducido el número a 17.900 empresas con cerca de 29.000 IAE. Lo achacó “a las normativas estatales. La legislación parece estar pensada para grandes empresas y se ignora que el 90 por ciento del tejido empresarial español lo forman pequeñas y medianas empresas”.

¿Cómo ha sido la transformación de estos negocios?

Otro punto del debate se centró en cómo se han transformado estos negocios a lo largo de las décadas. Albert aludió a un refrán que a menudo decía su abuelo: “De falda larga a falda corta no se pasa en un día”. Ellos, en tiempos, vendían faroles para carro, mantillas y rosarios. De eso ya no queda nada y poco a poco se han transformado.

Aunque “nunca hemos sido pioneros en nada y nuestros cambios nunca han sucedido de forma vertiginosa. En esta época hemos renunciado a la venta por internet y a las redes sociales. Para nosotros, el comercio también desempeña una función social. De salir, de escuchar a todas esas personas que viven solas y vienen a la tienda y te cuentan cómo les va. Valoramos ese trato, esa cercanía con el cliente. Este es el modelo de comercio que nos gusta”. No obstante, recalcó “que no se puede luchar contra el tiempo y el consumidor te indica por dónde ir”.

En Gibanel, recordó Antonio, las corbatas negras para funerales eran el producto con más salida. “Pero ahora la demanda se encamina hacia ropa para ocio y tiempo libre”. Ellos sí van observando mucho las transformaciones sociales. Respeto al futuro hizo hincapié en el urbanismo. “Hace unas semanas acogimos en Barbastro un congreso sobre el urbanismo comercial. Considero que es el camino y echo de menos intervenciones más ambiciosas y transversales. Si al comerciante se le ofrece un poco, el comercio responde con creces”. 

Por su parte, Rodríguez confesó que la fontanería ha sufrido una transformación radical. “Se vive una constante revolución en combustibles y en legislación que nos están asaetando con cambios constantes”. 

¿Y el relevo?

De cara al relevo, para Gibanel importa que, si se cierra una puerta, otra persona la abra “sea o no de la familia. Pero no podemos negar que en la sucesión de los negocios, Barbastro se juega mucho en ello. Al futuro habrá que amoldarse desde la esencia barbastrense, del humanismo”.

Para Albert “hay que tener en cuenta que, en esta época, en el comercio la relación trabajo-beneficio es más complicado y, por otra parte, si un comercio cierra y no hay sucesión, el sol saldrá igualmente para todos”.

Rodríguez Chesa llevó su reflexión sobre el futuro a la educación y la responsabilidad de las administraciones. “Nos encontramos faltos de proyectos globales, como en educación. La educación se establece desde la infancia y no todo va a ser tecnología. Lo comento sin ánimo de crítica, pero se precisa de una mayor exigencia”. 

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