Barbastro

El futuro de las ferias y del recinto ferial en Barbastro

La Candelera abre el calendario ferial en la ciudad que, tras la pandemia, tiene que volver a replantear qué modelo de ferias desea. La concejal de Desarrollo defiende el impacto económico de estas

Entrada del recinto ferial de Barbastro. FOTO: S.E.
Entrada del recinto ferial de Barbastro. FOTO: S.E.
Ruth Zamora
06 febrero 2023

Esta semana, un par de miembros de la Banda Municipal de Música Ciudad de Barbastro visitaba el recinto ferial. Desalojado el antiguo edificio del Pedro I, siguen buscando dónde ensayar. No salieron convencidos. El salón de actos de esta instalación municipal es un buen lugar, pero carece de calefacción desde hace varios años. 

Salon de actos del recinto ferial de Barbastro. FOTO: R.Z.

Una deficiencia que encabeza una lista de la que es consciente la concejal de Desarrollo del Ayuntamiento de Barbastro, Belinda Pallás. Con ella, ante el inicio del calendario ferial de la ciudad este jueves con la Candelera, repasamos hacia dónde va el futuro en materia de ferias, con un calendario recién inaugurado. 

El recinto

Una feria es un escaparate. Una apreciación que se hace notar en la presentación de cada evento que se organiza en la ciudad. Observar el recinto ferial, ya desde fuera, no ayuda a crear una buena imagen. Un aspecto del que Pallás es consciente. “Hay proyectos de adecuación del recinto ferial. Como el de la fachada, para dar una imagen de más modernidad, respetando que es de los años 80”, explica.

Un proyecto que se ha quedado sin ejecutar, aunque estaba en la agenda para este año. “Incorporamos remanentes al presupuesto y estábamos trabajando con el Área de Servicios”, explica Pallás, quien añade que se han quedado en suspenso “por circunstancias” en esta concejalía. 

Esos remanentes ya aprobados también se iban a destinar a mejorar la sonorización del pabellón y a levantar la necesaria valla en el límite del recinto con el río Vero. “Solo se han podido hacer obras de mantenimiento y adecuación”, lamenta.

El recinto visto desde el río, con unas vallas de obra como única separación. Abajo, el salón de actos del recinto. FOTO: R.Z.

La concejal también presume de disponer ya de otros proyectos, con estudios para convertir las oficinas del recinto ferial en espacios para coworking (oficinas compartidas por emprendedores); la cocina y el comedor en espacios para una formación profesional básica de cocina y restauración; y las casetas externas en viveros agroalimentarios. “Creemos que no se puede destinar solo a ferias puntuales del Ayuntamiento –subraya Pallás– tiene mucha más funcionalidad”. 

Ferias y congresos

Y sin embargo, hoy por hoy, el recinto se destina a unas pocas ferias (El Desván, FERMA), Zagalandia (aunque este año estuvo en el Centro de Congresos y en el polideportivo) y algún evento externo al Ayuntamiento, como el PolifoniK Sound o el Festival del Vino. ¿Existe un modelo ferial en Barbastro?

Para la concejal, quienes lo niegan “son gente catastrofista que a todo ve problemas”. Y añade: “Teníamos una idea de lo que queríamos hacer; como consecuencia de la pandemia nos tuvimos que adaptar a las circunstancias y hemos ido probando lo que podía funcionar”. 

Efectivamente, estos años FERMA ha sufrido una revolución y de lo que fue a lo que se ha planteado hay una distancia sideral. “En 2019, cuando llegamos, la feria estaba medio organizada y la edición se hizo como se pudo”, explica Pallás. La pandemia llegó cuando “estábamos trabajando en el nuevo enfoque del modelo ferial”. 

Un modelo para FERMA que el equipo de gobierno tiene claro. En primer lugar, “FERMA tiene que ser una feria multisectorial, porque hay diversos sectores importantes en nuestro territorio”, declara. En segundo lugar, “había que intentar profesionalizarla, aplicar un poco más la innovación”. 

Con la pandemia de por medio, “hubo que ensayar otras posibilidades” y FERMA se desgajó en varios certámenes. Ya en el año 2020, FERMA Innova se instaló en el Centro de Congresos, donde “debe” permanecer, puesto que es el lugar “donde tenemos los medios técnicos adecuados”, defiende Belinda Pallás.

La relajación en las medidas anticovid permitió que el espacio expositivo de FERMA se trasladara. “Decidimos que el recinto ferial fuera la propia ciudad”, expone. Salvo la automoción, que se trasladó de fechas y no cuajó; en 2022 volvió a la calle, como en 2020. 

Para Pallás, este 2022 fue “un año de tránsito” y destaca las presentaciones comerciales agrupadas bajo el epígrafe FERMA Shopping Experience. “Funcionó muy bien y conseguimos implicar al comercio”. 

Este año ha comenzado la cuenta atrás para volver a organizar FERMA. Consciente de que es año electoral, la concejal de Desarrollo opina que “hay normalidad y habría que volver al recinto ferial” con los sectores de agroalimentación, automoción y maquinaria agrícola. Respecto a la Muestra de Frutas y Hortalizas, que sí que regresó ya a la plaza del Mercado, este es su sitio. 

¿El comercio es reacio a volver al recinto ferial? “Hay que buscar la posibilidad de que vayan, que se haga ahí FERMA Shopping Experience”, opina Pallás. Y lo respalda con otros argumentos. “Ha habido actividades en las que nos hemos profesionalizado por el hecho de sacarlas de la feria y poner otras fechas”. 

Y apunta a FERMA Exporta y la demostración de maquinaria agrícola. “Irnos a otras fechas nos hizo desarrollar más ese evento, perfeccionarlo”, insiste. 

El futuro de las ferias

Con este panorama, si algo queda claro es que Barbastro no perderá sus ferias y congresos. La concejal de Desarrollo defiende su impacto en la ciudad. “Contribuyen al desarrollo económico”, indica y apunta a un reciente informe (que se presentará en próximas fechas) encargado por la Asociación de Ferias Aragonesas que ella misma preside. “El impacto económico de las ferias es de más de 730 millones de euros en Aragón, lo que representa un 1’95 por ciento de su PIB”, adelanta. 

Eso sí, no existen datos que permitan conocer el impacto a nivel local. En cualquier caso, Pallás cree que “los expositores, si realmente no obtienen un beneficio económico no vendrían”. Y añade que es consciente de que estos expositores “a veces, tienen que hacer un esfuerzo muy importante para pagar las tasas” de la feria.

El presupuesto del Área de Desarrollo para organizar las ferias y otros eventos asciende a 120.000 euros; hay que sumar las cantidades que llegan en forma de subvención: el año pasado, 6.000 del Gobierno de Aragón y 30.000 de la Diputación Provincial de Huesca.

Con este montante, se paga la Candelera, recién celebrada este mes de febrero. En marzo, la presencia de ocho o nueve productores agroalimentarios en el Salón Agrícola de Tarbes (9 a 12 de marzo) y el Pirineos Mountain Festival (15 a 18 de marzo). A ellos se suma el II Congreso Ibérico del Maíz, organizado por las asociaciones nacionales de productores de maíz de España y Portugal. Será los días 23 y 24 de marzo.

En abril será el turno de la décimo sexta edición de El Desván y para finales de agosto llegará FERMA, de nuevo desgajada en varios certámenes. Finalmente, en octubre será el Mercado Medieval de Petronila.

Pallás aclara que el calendario ferial de Aragón incluye Salonovios en noviembre, esperando retomar la idea de este certamen transformado en un salón de eventos. “Queremos hacer algo, pero no sé si podremos”, añade. 


Belinda Pallás, en la puerta de las oficinas municipales de Desarrollo.FOTO: R.Z.

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