Ribagorza

El Festival Sáhara Colour Rice recauda más de una tonelada de arroz y pinturas

La organización de la cita solidaria en Campo hace buen balance de la décima edición que reunió a centenares de personas en la llera del río Ésera

Sáhara Colour Rice
Momento de la actuación de Sho Hai. Foto: S.E.
Pablo Alvira Fuertes Alvira Fuertes
27 junio 2022

El festival solidario Sáhara Colour Rice recabó el pasado sábado en Campo más de una tonelada de arroz y lápices de colores. En los próximos meses serán enviados a los campamentos de refugiados saharauis. Una cifra que, asegura la organización, es todo un éxito, igual que los centenares de personas asistieron a la décima edición del Festival Sáhara Colour Rice. Pese a los dos años de ausencia por la pandemia, la cita ha demostrado que «la solidaridad no tiene límites». «Nos ha dado más fuerzas para seguir adelante con nuestro objetivo de dar a conocer el sufrimiento del pueblo saharaui», indican.

La jornada empezó al mediodía con juegos infantiles organizados por la Asociación Juvenil Barasona, bajadas en barco por el río Ésera y un concurso de paellas para los asistentes. También hubo sesión vermut amenizada por Ritmo Sánchez, que se encargó de dar el pistoletazo de salida de toda la actividad musical del festival.

Sáhara Colour Rice
Las charlas suscitaron gran interés. Foto: S.E.

La lluvia dio una tregua y las actividades vespertinas se desarrollaron con normalidad. Fue el turno del cuentacuentos y las charlas informativas acerca de la situación saharaui, sus necesidades más inmediatas y los riesgos a los que se enfrentan diariamente. La Asociación Amigos del Pueblo Saharaui en Aragón (Alouda) colaboró activamente en el festival con estas charlas. Los alumnos del colegio Cerbín y los residentes de la residencia para la tercera edad de Campo participaron en el Sáhara Colour Rice diseñando y haciendo pulseras con la bandera saharaui.

Conciertos

A nivel musical, las actuaciones de Tremendo Capazo y Perdita Durango sentaron las bases de cómo iba a ser la noche; divertida, variada y enérgica. Fue entonces el turno del pop-rock de Bicho Humano. Cedió más tarde el testigo al miembro de los Violadores del Verso, Sho Hai, para demostrarnos su habilidad en los vinilos. De la sesión de dj se pasó al punk desenfadado de Zumo de Lepra, mientras que Fongo y Kikeman pusieron los últimos acordes musicales del festival ya bien entrada la madrugada y al ritmo de ska, funk, electrónica y, sobre todo, techno.

Sáhara Colour Rice
Vista general de la explanada. Foto: S.E.

Por todo ello, el balance que se hace desde la organización del festival «no podía ser mejor». «Hemos demostrado que a pesar de haber sufrido una pandemia, la solidaridad todavía sigue muy viva en Campo y el conjunto de Aragón. Ya estamos preparando ideas, corrigiendo errores y planificando actividades para la undécima edición», señalan.

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