Barbastro

Iván Arana: «El éxito del PolifoniK reside en la pasión y en la familia del festival»

Iván Arana dirige, junto a su compañero Luis Moya, el PolifoniK Sound. El festival barbastrense que se celebra este fin de semana en el recinto ferial de Barbastro

Arana, el único de los organizadores que sigue desde el principio. Foto: C.Lanau
Cristina Lanau Carpi Lanau Carpi
30 junio 2023

El PolifoniK Sound ya lleva sonando en nuestra ciudad muchos años. Iván Arana es uno de los organizadores que permanece en este festival desde sus inicios. Este 2023 han hecho récord en venta de entradas. 

Volvemos a la primera edición.

Este festival comienza en 2008 y nace en la peña QvoreK. Llegó con ganas de agitar un poco la oferta de ocio y cultura de la ciudad. También comenzaba Interpeñas, las rondas de bares… 

Pero realmente viene de un episodio trágico cuando Raúl Mariño, uno de los socios de la peña, fallece. A raíz de eso empezamos a hacer actividades para vernos más con su familia. 

A su vez, coincidió que en la ciudad nacieron un par de bandas locales que ensayaban varias veces en nuestro local. Entonces alguien dijo: oye, ¿por qué no montamos algo que dure dos días y los grupos vayan actuando? 

La primera edición se realizó en la pista de invierno de la Floresta y se nos ocurrió la brillante idea de hacerlo en Semana Santa. Un error fatal. Fíjate con qué idea de expertos empezamos. 

Casi nació como una excusa para reunirse entre amigos.

Exacto. Hemos sido muy novatos. Aunque tuvimos un poco de suerte porque en la organización coincidimos un diseñador, un programador y un periodista, por lo que contábamos con esas patatas cubiertas y en consecuencia cierto gusto en la organización. 

¿Por qué ese nombre? 

‘Polifoni’ viene de polifonía de sonidos, por eso la variedad de los estilos musicales. La K es un homenaje a sus inicios desde la peña QvoreK. El logotipo ha evolucionado mucho, pero en sus inicios junto al logotipo existían unas gafas rojas, que eran las que siempre llevaba nuestro amigo Raúl. De hecho, el color ha ido perdurando a lo largo de los años y sigue siendo ese rojo.

¿Alguna vez echa la vista atrás hacia los inicios? 

Una anécdota. Recuerdo que una vez estaba en Zaragoza, hace años, y escuchaba hablar a unos chicos del ‘poli’. Hablaban de él como de la primera salida del verano. Luego caí en que hablaban del PolifoniK.

¿Y los beneficios? 

Este festival no ha dado beneficios hasta hace bien poco. Ahora deja un saco de dinero para trabajar en la siguiente edición, pero en los años anteriores era lo comido por lo servido. Y en ocasiones hasta hemos perdido dinero y cada uno de su bolsillo tuvo que aportar más de 2.500 € para poder pagar todo. Pero al año siguiente volvimos con otra edición a ver si lo recuperábamos. Y así sucesivamente.

La gente confía en el festival. 

Creo que se trata de un festival en el que la gente se fía de nuestro criterio, nos tienen por buenos ojeadores, pero en el que también vienen a descubrir artistas. Aun con todo, las cabezas de cartel son fundamentales, no nos vamos a engañar. Además, creo que lo que traemos no se trata de ningún género musical extremo.

¿Dónde reside el éxito del PolifoniK?

En la pasión, porque sin ella no existirían tantas ediciones. La clave reside en que no vivimos de ello, no lo vemos como un negocio. Además, creo que desde fuera transmitimos este sentimiento, o por lo menos eso nos dicen nuestros proveedores, que llevan con nosotros desde el tercer año. El éxito no es de mi compañero Luis y mío, sino de toda la gente que nos ha acompañado en los años anteriores. Se trata de un festival diferente del que te sientes parte. Hemos creado una familia PolifoniK increíble.

¿Qué edición supuso el despegue del festival?

Existe un año en el que la edición estuvo muy bien, en 2019. Pero creo que el año del ‘petardazo’ fue la pasada edición, tras la pandemia, que se realizó toda en el exterior. 

¿Qué hay en el PolifoniK Sound de Iván Arana? 

Muchos años y pasión. Y es que además no la pierdo. Yo me encargo de la promoción, de la visión global del festival y también me considero la cabeza visible, porque mi compañero no vive aquí. He creído desde el principio en esto, creo que este año se va a volver a demostrar que se trata de un escaparate buenísimo para el territorio y que se debe saber aprovechar. Pero no solo del festival, sino de nuestra gastronomía, turismo, etc. Vivimos en un sitio estratégico y el festival es el atractivo para que la gente se plantee incluso vivir aquí.

¿PolifoniK Sound crecerá más?

Este año se trata de la prueba de fuego. Si sale bien nos quedaremos así, este será nuestro techo. Simplemente mejoraremos servicios o el cartel con algún artista internacional.

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