Barbastro

El deporte en Barbastro crece… mientras el espacio se queda cada vez más corto

1.200 niños practican deporte bajo el amparo de unos clubes que, además, enseñan mucho más que una disciplina

En la parte superior, la cantera de la UD Barbastro de la temporada 24/25. En la parte inferior, la cantera de la UB Barbastro de la temporada 24/25. Foto: UD Barbastro / Jorge Mazón
Jorge Mazón García
20 octubre 2025

Una nueva temporada deportiva ha comenzado en Barbastro. Las mochilas se llenan de ilusiones, los polideportivos se activan, los balones vuelan y los pasillos de los pabellones se llenan de voces infantiles. Alrededor de 1.200 niños y niñas practican deporte en la ciudad, amparados por clubes que llevan años sosteniendo esta estructura desde la base. Sin embargo, existe un reto que se repite cada año, que aparece en cada conversación con sus coordinadores: la falta de espacio, como quedó patente en el último pleno, con una moción que pedía un nuevo polideportivo.

Las cifras crecen junto a las disciplinas, pero los lugares donde entrenar siguen siendo los mismos. Sus objetivos deportivos varían, pero un hilo los une: todos comparten las mismas instalaciones: dos polideportivos, unas pistas de atletismo, los campos de fútbol artificial y uno de tierra…Los horarios se fragmentan, se comparten o se negocian.

Así lo constata Pilar Sampietro, coordinadora de la cantera de la Peña Ferranca: “Inicialmente ofertamos equipos para todas las categorías y hubo buena respuesta de chicos, pero por responsabilidad, cuando vimos que no existen suficientes campos para entrenar, y como no queremos tensar la cuerda con el resto de clubes, finalmente decidimos continuar con lo que teníamos”.

La falta de espacios también limita la actividad de otros clubes. Como el de Bádminton de Barbastro, tal y como comenta su coordinador, Quino Rafel: “En nuestra escuela, contamos con una limitación a la hora de marcarnos unas metas: el espacio. Disponemos desde hace mucho tiempo con solo dos horas de entrenamiento. Por eso, los objetivos que podemos plantearnos distan muchos del resto de clubes de la zona. Algunos días no entran todos los niños en la pista”.

A medida que aumenta la participación infantil, la gestión de esos entornos se vuelve un rompecabezas cada vez más complejo: clubes que reducen equipos para no tensionar al resto, entrenamientos que se adaptan a horarios tardíos. El deporte se organiza con precisión quirúrgica para que nadie se quede fuera, aunque a veces no resulte suficiente.

Invertir en deporte, invertir en los ciudadanos del futuro

A pesar de las limitaciones, sobre todo con los espacios, los clubes deportivos trabajan con la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones en valores. Así, el deporte se convierte en un tren que trae consigo miles de beneficios, ya no solo para el cuerpo y la mente, sino también para la sociedad. Decenas de niños y niñas aprenden de los entrenadores deportivos, quienes se erigen como modelos de comportamiento. Un gesto, una frase o una enseñanza pueden tener un impacto enorme en la vida del deportista. 

Jordi Huguet, coordinador de la cantera de la UB Barbastro afirma que “la formación deportiva tiene mucha importancia. El deporte enseña un sinfín de valores y expone  muchas  situaciones que van a ayudar en el resto de la vida”. En la misma línea, Pepón Salinas, de la Peña 3×3, menciona que en su escuela tratan de difundir valores ligados a “la familia y la amistad”, bajo lo que han denominado la ‘colmena del baloncesto’.

A esta idea se suma Jesús Lacoma, presidente del CAB, al considerar que “el deporte se debe valorar como una pata más de la formación de cualquier persona”. Definir el deporte como “ir a sudar” implica ver solo la punta del iceberg. Los valores y los beneficios sociales adquieren gran peso dentro de la práctica deportiva. “La formación deportiva escolar es el motor del futuro: fomenta el respeto por las normas, el material y los compañeros, promueve la autoestima y la confianza y constituye una forma divertida y saludable de actividad física”, añade Paco Sahún, coordinador del Atletismo Pómez.

Antonio Clager, responsable del Barbastro Club de Judo, aporta un nuevo matiz de cara al futuro más inmediato: “Hoy se tiende al sedentarismo porque las pantallas están haciendo estragos. El deporte debe utilizarse como un arma defensiva para todo lo que se viene”.

De la misma manera, Carlos Alcoba, de la EK Kickboxing, afirma que el deporte ayuda en la “reducción del estrés y la ansiedad, en el aumento de la confianza y la autoestima. Además, mejora de la concentración y la disciplina, entre otros beneficios”.

Una oferta digna para las futuras generaciones

Los clubes de Barbastro no solo se enfrentan a la falta de espacio, sino que trabajan cada temporada por mejorar su oferta deportiva y adaptarla a las necesidades de los niños y niñas. La innovación y la formación se convierten en herramientas imprescindibles para ofrecer una experiencia completa más allá de la competición.

En la UD Barbastro, Rafael Piñeiro detalla algunas de las novedades, como la creación de una web “para facilitar la inscripción en la escuela de fútbol. Además, el club compró una cámara y una pantalla para hacer un videoanálisis de los partidos”. La entidad también ha incorporado a Mario Franco como coordinador de porteros, quien ha hecho “una planificación de todo el año y se encargará de su seguimiento”, con el objetivo de que los jugadores de base puedan desarrollar su máximo potencial.

En la Peña Ferranca femenina, la difusión de esta modalidad deportiva se posiciona como una de las prioridades. Rafa Giménez explica que el club organizará charlas deportivas de difusión del fútbol femenino y “pequeñas sesiones en los colegios de la comarca para acercar esta práctica a través de jugadoras de nuestros equipos, así como mediante los entrenadores del club”. Además, prevén torneos intercolegiales, como el que se realizará dentro de Zagalandia, para fomentar la participación desde edades tempranas.

El baloncesto también introduce novedades significativas. La Peña 3×3, que coordina Pepón Salinas, realiza campus de baloncesto y tiempo libre, talleres en la comarca, tardes familiares y colabora con instituciones locales como el Espacio Joven y el Ayuntamiento de Barbastro.

Por otro lado, el Club Atletismo Barbastro (CAB) ha reforzado la formación profesionalizada de sus entrenadores. Jesús Lacoma señala que “todos nuestros trabajadores están contratados para mayor tranquilidad de las familias porque no dejamos de formar” y adapta los planes de entrenamiento de los atletas con más capacidades para lograr un desarrollo integral y completo. Por su parte, la Peña Pómez ofrece que los escolares participen de manera voluntaria en competiciones próximas, ampliando la experiencia práctica de sus entrenamientos.

En el Club 2000 Barbastro, Miriam Martín, presidenta del club, informa de que “este año contamos con un preparador físico para todas las niñas, desde las benjamines a juveniles, una profesora titulada de ballet para todos los niveles y dos gimnastas que han sacado la titulación como técnicos también”.

En natación, Marisol Velasco detalla que su programa se organiza por niveles con objetivos técnicos y educativos, buscando que los niños desarrollen habilidades físicas y sociales: “A través de un programa organizado por niveles, buscamos no solo enseñar a nadar correctamente, sino también a formar a personas con valores, como el respeto, la disciplina y el trabajo en equipo”.

La Escuela de Kickboxing ha ajustado los horarios de sus grupos para optimizar la formación y que todos los niveles puedan entrenar de manera efectiva. Por otro lado, Montañeros de Aragón ha creado su nueva sección juvenil para preparar a los jóvenes antes de ir con los seniors, que se suma a la ya existente de senderismo infantil.

Estas medidas muestran que la apuesta por el deporte se cimienta sobre ofrecer formación en valores y experiencias completas. A pesar de la falta de infraestructuras, Barbastro mantiene viva la ilusión deportiva y asegura que cada persona tenga la oportunidad de crecer con el deporte. De esta manera, los clubes deportivos afrontan una nueva temporada.

Un año deportivo que se prevé duro, como siempre, pero que de seguro dejará una pequeña enseñanza en todos y cada uno de los deportistas barbastrenses.

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