Barbastro

El Cruzado propone motivos para la esperanza en la presentación del Extra de 2025

La enfermera Violeta Pueyo; la directora de Escolapios, Toñi Hervás; y la emprendedora Alba Cruells ofrecieron sus reflexiones

Lola García, a la izquierda, compartió la conversación con Violeta Pueyo, Toñi Hervás y Alba Cruells. Foto: Cristina Lanau
Ruth Zamora
30 junio 2025

La sabiduría popular terminó emergiendo en las conclusiones que quedaron sobre la mesa en la presentación del Extra de este 2025 de El Cruzado Aragonés. La esperanza es lo último que se pierde y el futuro pasa por la esperanza en los jóvenes. 

El pasado martes, unas 60 personas se interesaron por los contenidos del Extra, disponible ya para nuestros suscriptores. El concepto de esperanza articula la quincena de entrevistas, reportajes y colaboraciones que forman parte de la publicación. El Museo Diocesano Barbastro-Monzón acogió el acto de presentación, arropado por una mesa redonda para charlar sobre Motivos para la esperanza, moderada por la periodista de El Cruzado Lola García.

Participaron la joven enfermera Violeta Pueyo, especializada en cuidados paliativos; la docente Toñi Hervás, directora del colegio San José de Calasanz de Barbastro, y la emprendedora Alba Cruells, que hace 18 años eligió el Somontano para vivir y desarrollar su vida profesional.

Violeta Pueyo, como ya hizo para las páginas del Extra de 2025 de El Cruzado Aragonés, detalló su trabajo en Casa Sofía, un centro ligado al hospital San Juan de Dios de Barcelona dedicado a los cuidados paliativos pediátricos. Un área, a la que, afirmó “no se le presta atención”. La enfermera, que ahora trabaja en el hospital Miguel Servet, completa su formación con un Máster en cuidados paliativos. “No se trata de una especialidad triste. Lo bonito es que ayudas a las personas y les descargas una parte de lo que hay al final”, expresó. 

Para Toñi Hervás llegó la siguiente pregunta: ¿hay esperanza en el día a día de la educación? Y la directora de Escolapios se mostró contundente: “Son nuestro futuro y tenemos que creer en ellos”. Eso sí, puso el acento en la educación en valores. “Tan importante, o más, que la formación curricular. Tenemos que hacer la siembra porque serán la cosecha del futuro”, añadió.

Alba Cruells rememoró cómo terminaron viviendo en donde se refugiaban en vacaciones. “Éramos directivos de multinacionales y nos dimos cuenta de que el dinero no lo era todo, queríamos invertir en nuestro desarrollo como personas”, explicó. Así que dejaron sus empleos, viajaron, se empaparon de otras culturas y, en el momento de retomar sus carreras, optaron por el Somontano para vivir y apostar “primero por la pareja”.

De esta manera, cambiaron su vida en Barcelona por el medio rural. Una apuesta que, según Violeta Pueyo, cuesta entre los jóvenes. “Piensan que aquí no hay nada que hacer, como si no tuviéramos vida”, expresó, confesando su objetivo de venir a Barbastro. Toñi Hervás opina que la juventud atraviesa fases. “La experiencia me dice que, a la larga, todo los que pueden vuelven. Barbastro es una ciudad amable y hay territorio para desarrollarse”, indicó. Y Alba Cruells lo reafirmó: “Lo tenemos todo: existe trabajo y es más fácil emprender de lo que parece. Quizás faltan grados medios para determinados trabajos, como en hostelería”.

La docente defendió la apuesta por el emprendimiento que se realiza en las aulas del colegio  Escolapios y reiteró la importancia de incidir en los valores: “Deben ser capaces de transformar la sociedad. Al inicio del día, dedicamos un momento a una reflexión, para relajarnos”, explicó.

El futuro en el medio rural

El Cruzado Aragonés también puso sobre la mesa de este Extra de 2025 por dónde pasa el futuro del medio rural, para hablar de servicios, viviendas y dificultades para poder mantener la esperanza. Alba Cruells, que llegó desde una gran ciudad, opinó que, aunque lo conoce de segundas, “la educación se encuentra muy bien resuelta con el modelo de los CRA”. Eso sí, el gran inconveniente que vieron, a priori, a su llegada a Buera fue la atención sanitaria. Sin embargo, con el paso del tiempo su opinión cambió: “La sanidad primaria en los pueblos le da mil vueltas a Barcelona, el trato es super humano”, indicó, para contraponer la atención especializada: “Las listas de espera son un problema”, concluyó. 

Para Toñi Hervás, en líneas generales, la oferta educativa es buena, aunque echa de menos algún ciclo formativo de grado medio que obliga a algunos a salir a edades tempranas de su localidad. 

La vivienda se erige como el obstáculo a batir para luchar en un futuro con esperanza en el medio rural. Violeta Pueyo afirmó que, en general, su generación, ni se plantea ser propietario. Para la directora de Escolapios, la falta de pisos o casas asequibles “para poder vivir dignamente” dificulta encontrar personal. “Tenemos problemas para encontrar profesores”, aseguró. Y Alba Cruells recordó que, ahora, la legislación ya permite recuperar antiguos parajes en el entorno protegido de la Sierra de Guara. 

Vivienda y falta de profesionales se dan la mano en el apartado de dificultades. Sin embargo, Cruells se muestra optimista. “Si das el empleo que gusta y es atractivo, encuentras”, dijo. Y relató su experiencia empresarial. Por un lado, impulsa un proyecto para dar trabajo a mujeres madres que vivan en pueblos de menos de cien habitantes. “Sin horarios, con total flexibilidad. Si cumplen sus objetivos, me da igual cuándo lo hagan”,  subrayó.

Ante la pregunta surgida del público de si las ponentes veían falta de esperanza, se llegó a las grandes conclusiones ya citadas. “A lo mejor falta vivienda y trabajos con sueldos que permitan independizarse. Pero la juventud ahora es más disfrutona y son la esperanza”, aportó Toñi Hervás. Violeta Pueyo invitó a “reflexionar sobre lo que tenemos, a veces nos centramos solo en lo negativo”. Y Alba Cruells cerró: “Me da esperanza ver gente como Violeta. Y en los pueblos hay más esperanza, más humanidad”, concluyó.

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